Ganó $8 millones en la lotería y 10 años después, terminó viviendo en la calle

Un británico obtuvo mucho dinero gracias a la lotería; sin embargo, compró muchas cosas y tomó malas decisiones que hicieron que perdiera todo

Indigente

El ganador del millonario premio de lotería hizo malas inversiones. Crédito: Shutterstock

Quienes ganan un importante premio de lotería deben ser cautelosos y rodearse de personas que les ayuden a administrar de la mejor forma sus ganancias, ya que, lastimosamente, la gran mayoría de los que han obtenido millones de dólares terminan en la ruina en no más de 10 años.

Ejemplo de ello es lo ocurrido con un británco llamado Lee Ryan, quien en 1995 se adjudicó un premio de lotería equivalente a $8 millones de dólares, dinero que lo volvió loco y provocó que, al poco tiempo, terminara viviendo en la calle.

Según The Mirror, lo primero que hizo Ryan con su premio fue comprar una mansión que tenía piscina, así como 2 motocicletas Ducati, un avión privado, un helicóptero y una flotilla de autos de lujo.

Sin embargo, su vida entró en un espiral y en 2010, el ganador de lotería se declaró en la ruina. Perdió su mansión, tuvo que vender todas sus pertenencias y ni eso le hizo evitar terminar viviendo en las calles, asegurando que el haber ganado la lotería se convirtió en una verdadera maldición en su vida.

13 años después, Ryan, de 63 años, poco a poco ha ido reconstruyéndose y logró salir del abismo, gracias a que trabaja como decorador y pintor de casas, asegurando que nunca antes había sido tan feliz.

Curiosamente, afirma que todavía juega a la lotería y confía en que volverá a ganar, pero promete que gastará el dinero en ayudar a las personas sin hogar. “Creo en la ley de la atracción, así que creo que volveré a ganar, pero no significará más para mí que antes. Sé que suena raro, pero no necesito nada”, afirmó.

“Si me pasara otra vez, abriría un hotel para personas sin hogar. Entonces sentiría que has hecho algo que vale la pena”, agregó este exganador de lotería que pasó 5 años viviendo en la calle.

Ryan, que había tenido problemas con la justicia y de hecho había pasado por prisión por robar coches, ganó el premio en 1995, y aunque quiso mantenerlo en secreto, se lo dijo a su familia y no pudo ocultarlo más.

“La gente siempre piensa: ‘Oh, si gano mañana será el final de mis preocupaciones’. Eso no es cierto, esto es solo el comienzo de tus preocupaciones”, comenta.

“Verás quién es quién en tu vida, incluso tu propia familia se fractura. En realidad, todo es solo una ilusión. Todas estas posesiones te atrapan. La gente piensa que te va bien por lo que tienes, pero yo conozco personas con tanto dinero que son miserables”, puntualizó Ryan.

En ese tiempo, Lee también terminó su relación de pareja de años, consiguió una nueva novia y se fue a vivir con ella a su país, a Kirguistán, donde perdió $2 millones en inversiones fallidas. Acabó divorciado y regresando a Reino Unido sin dinero.

“La gente piensa que todos estarán felices por ti cuando ganes. No lo harán, todos estarán celosos y te perseguirán. El abismo entre los que tienen hoy en día y los que no es enorme. La gente tiene demasiado para su propio bien. Si gano de nuevo, nadie se enterará”, sentenció.

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