Acuerdo entre la Casa Blanca y NY abriría paso a otro mega refugio para inmigrantes en Brooklyn
El flujo de personas desde la frontera sur con México no se detiene. Ya está operativo el centro humanitario en la isla Randalls, a donde llegaron las primeras 150 personas
La gobernadora Kathy Hochul anunció este lunes que el gobierno federal emitió un “contrato tentativo” para abrir un nuevo sitio, que podría albergar a más de 2,000 inmigrantes en un centro de ayuda humanitaria, que se instalaría en la antigua estación aérea naval de Floyd Bennet Field, en el sureste de Brooklyn.
Actualmente es un espacio verde administrado por el Servicio de Parques Nacionales.
Los detalles del refugio temporal aún no están finalizados. En este caso, no se pagaría una tarifa de alquiler, el contrato de arrendamiento es para dejar claro que el gobierno federal, no está transfiriendo la propiedad de la tierra al estado de Nueva York.
“En última instancia, el camino para salir de esta crisis es otorgar una autorización de trabajo de inmediato, para que estas personas puedan salir de los refugios y alcanzar una vida independiente. Este sitio será fundamental en el ínterin para que la ciudad de Nueva York, brinde ayuda humanitaria”, destacó la mandataria estatal.
En respuesta a este anuncio, el alcalde Eric Adams, quien por meses viene solicitado auxilio financiero y coordinación nacional, para encarar este flujo de inmigrantes que desde la primavera del 2022 sigue arribando a la Gran Manzana solicitando hospedaje, alimentos y servicios médicos, calificó como “positivo” el acuerdo. Pero solicitó “cambios de política significativos” para girar de verdad el curso de esta crisis.
“Continuaremos abogando por una autorización de trabajo acelerada para los solicitantes de asilo, una declaración federal de emergencia y una estrategia de descompresión nacional y estatal”, reaccionó el alcalde en un comunicado.
En paralelo, organizaciones como Legal Aid Society y Coalition for the Homeless apuestan a que sea “la primera señal” de un compromiso más significativo de la Casa Blanca y de la gobernación, para proporcionar a la Ciudad más fondos, personal e instalaciones, para evitar otro “escenario de pesadilla”, donde las personas quedan relegadas a las calles.
“Necesitamos más información del Estado, incluido un cronograma concreto para la transición de 30,000 recién llegados fuera del refugio. Y asegurar la autorización de trabajo de esas personas, así como información sobre el transporte y otros servicios críticos, que estarán disponible para los recién llegados una vez que Floyd Bennett Field esté operativo“, exigieron portavoces de estas organizaciones.
En este mismo sentido, el Defensor del Pueblo, Jumaane Williams consideró que el nuevo sitio “no es ideal, pero seguimos teniendo que elegir la mejor de las malas opciones”.
“Valoro que el gobierno federal apruebe la ubicación de este sitio, pero su apoyo no puede terminar aqui, ya que existe una responsabilidad mucho mayor. Necesitamos urgentemente más fondos federales para ayudar a garantizar que las personas que buscan asilo, sean recibidas por el gobierno federal con ayuda, no con apatía”, acotó.
Llegan los primeros a Randalls
La presión de la ola de inmigrantes que siguen llegando a la Gran Manzana no baja. Luego de 15 meses de esta tendencia, la Ciudad sigue buscando espacios en donde albergarlos, bajo una doble mirada crítica: Por un lado, las organizaciones que consideran que los refugios ideados en carpas, no son espacios lo suficientemente “humanos”. Y por otro, los neoyorquinos que de forma creciente y abierta rechazan que se usen sus espacios públicos.
Desde este domingo la Alcaldía de la Ciudad de Nueva York puso en servicio un nuevo complejo con cinco carpas en los campos de fútbol juvenil de Randall`s Island, para albergar a 3,000 personas. Lo que significa un 50% más de lo esperado.
Esta nueva instalación que se terminó de acondicionar el fin de semana, recibió a los primeros 150 hombres este domingo.
Cada carpa con dormitorios colectivos cuenta con aire acondicionado, provistos con catres verdes y negros. Mientras que una carpa comedor ofrecerá tres comidas al día.
El comedor permanecerá abierto las 24 horas del día, los siete días de la semana para ofrecer también bebidas y refrigerios. Además, se dispondrá servicio de lavandería y cajas de seguridad individuales. Tienen acceso a baños, una cafetería y trabajadores sociales.
Al llegar a los migrantes se les realiza un examen de salud, que incluye COVID-19, un examen de piel para detectar varicela y tuberculosis activa.
“Queremos ofrecer sitios de calidad como este, donde las personas puedan tomar un respiro, reunirse con los trabajadores sociales y descubrir los próximos pasos en un proceso migratorio. Se trata solo de un punto de llegada, mientras conectan con su nueva vida“, explicó Christina Farrell, la primera comisionada adjunta de la Oficina de Manejo de Emergencias de la Ciudad de Nueva York.
Los problemas con los vecinos
Randall’s Park es una isla en el East River, entre East Harlem, el sur de El Bronx y Astoria en Queens.
Justamente, la instalación del primer gran refugio con carpas el pasado otoño, en esa misma isla, despertó duras críticas de organizaciones de apoyos a los inmigrantes y líderes electos, quienes consideraban que se estaban enviando inmigrantes a un “desierto” sin acceso al transporte.
Las mismas organizaciones, exigieron el año pasado, que se ofrecieran hoteles o sitios más confortables a los recién llegados. En ese momento, eran 9,500 las personas que habían arribado a la ciudad.
Ahora, casi un año más tarde, 101,000 inmigrantes han llegado, más de 180 hoteles están totalmente rentados para abordar esta crisis humanitaria y la Ciudad se encuentra con las “manos en la cabeza” para enfrentar un flujo migratorio, que para los próximos meses todo indica, no tendrá ninguna pausa.
Al ritmo ascendente del flujo de personas que no paran de solicitar, apenas cruzan la frontera, que Nueva York es su destino, los residentes de vecindarios cercanos a los refugios de emergencia, siguen protestando la instalación de estos centros en espacios y parques de disfrute público.
“¿Es decir que en pleno verano, tu le vas a quitar a jóvenes futbolistas la oportunidad de entrenar para montar un refugio de emergencia?. ¿Estamos hablando en profundidad sobre esta crisis para Nueva York? o ¿Estamos mandando mensajes a quienes están en la frontera, que vengan en masa, al único sitio que los hospeda y alimenta?, reclama la colombiana Margarita Pinzón, residente de Astoria.
Ya hay familias migrantes que buscan asilo que están refugiadas en el Sunset Park Recreacional Center y en McCarren Park, bajo protesta constante de los vecinos.
Las autoridades municipales han asomado que incluso ni siquiera el Central Park en Manhattan está descartado para instalar carpas de emergencia, para encarar esta emergencia humanitaria.
“Es una red de tráfico humano”
Mientras se buscan fondos para asistir a los recién llegados, en la bancada minoritaria republicana en el Concejo Municipal algunos concejales señalan que existe “una red global de trata de personas bien establecida para trasladar a las personas rápidamente a Nueva York, donde ya se interpreta que los contribuyentes les proporcionarán vivienda, comida y ropa, trabajo y estatus legal gratuitos”, compartió Vicky Paladino, legisladora local de Queens
La concejal insistió este lunes en la red social X que las leyes de refugio no fueron escritas “para ser abusadas de esta manera”.