“Pesadilla” en vez de sueño americano: alcalde Adams alertó en Ecuador buscando detener crisis migratoria en Nueva York

Continuando su gira latinoamericana para intentar detener la crisis migratoria en Nueva York, el alcalde Adams llegó a Ecuador, donde recorrió refugios para migrantes en un intento por disuadirlos de seguir hasta EE.UU.

Eric Adams, alcalde de NYC, de visita en Quito, Ecuador.

Eric Adams, alcalde de NYC, de visita en Quito, Ecuador. Crédito: José Jácome | EFE

Continuando su gira por países latinoamericanos para intentar detener la crisis migratoria en Nueva York, el alcalde Eric Adams llegó a Ecuador, donde recorrió refugios para migrantes en un intento por disuadirlos de seguir la anhelada ruta hasta EE.UU.

“Fueron el yin y el yang del viaje de Adams al sur de la frontera: imágenes de un Adams sonriente tomándose selfies con los hijos de solicitantes de asilo, e imágenes de un Adams sombrío recorriendo refugios para migrantes”, ironizó CBS News.

“Queremos asegurarnos de que las personas que vienen a la ciudad de Nueva York sepan qué esperar y que tengan la oportunidad de una migración segura y digna, que pueda conducir al sueño americano. Como digo una y otra vez, no es una pesadilla americana“, afirmó Adams en Quito, donde se reunió con el canciller de Ecuador, Gustavo Manrique.

El alcalde recorrió dos centros de migrantes donde la gente se prepara para el arduo viaje a través de la frontera. Les recalcó que los refugios están llenos en Nueva York, diciendo que las actuales cifras de cuántos están llegando son insostenibles.

“Lo que me desgarra el corazón, lo que me motivó a venir aquí es que cuando miro las circunstancias que enfrentan los inmigrantes y solicitantes de asilo que están en Nueva York y los (residentes) neoyorquinos que luchan todos los días, no es nuestro deseo enfrentar a los grupos unos contra otros mientras estabilizamos la situación”, dijo Adams en respuesta a la periodista Marcia Kramer.

Ecuador es la segunda parada de una gira que comenzó en México y continuará a Colombia y el Tapón del Darién, una peligrosa jungla en Panamá que los migrantes utilizan en su camino desde Suramérica hacia EE.UU.

El jueves el presidente Joe Biden renunció a 26 leyes que ahora permitirán la construcción de una sección del muro fronterizo: se trata de paneles de acero de 18 pies de alto que se levantarán cerca del Río Grande en Texas.

Biden dijo que no quería construir un muro, pero no tenía otra opción debido a una ley que el Congreso aprobó en 2019. “Tienen que usar el dinero para lo que se asignó, eso no lo puedo impedir”, afirmó. Y cuando se le preguntó si creía que el muro era una solución, el presidente respondió: “No”.

El mes pasado el alcalde demócrata Adams declaró que la llegada masiva de inmigrantes “destruirá” a la cuidad. Días después anunció un recorte escalonado de 15% en el presupuesto de todas las agencias municipales para poder financiar las necesidades de los 110,000 solicitantes de asilo, culpando de nuevo la falta de apoyo del presidente Biden y la gobernadora Kathy Hochul, arreciando la crisis local en el partido azul.

La semana pasada Greg Abbott, gobernador republicano de Texas que activó desde el año pasado el envío masivo en buses de indocumentados desde la frontera con México hasta Nueva York, visitó Manhattan y dijo que la situación aquí parecía “calmada” en comparación con la de su propio estado.

Aunque no se reunió con autoridades locales, el republicano Abbott elogió al alcalde Adams y la gobernadora Hochul -amos demócratas- por sus llamados al presidente Joe Biden para que haga más para abordar la crisis migratoria. Poco después, tanto Hochul como Adams rechazaron sus comentarios.

En esa visita Abbott opinó que las políticas fronterizas de Biden permiten a los carteles mexicanos contrabandear fentanilo y otras drogas a Estados Unidos. “Todos los estados de Estados Unidos son ahora un estado fronterizo. Cada comunidad es una comunidad fronteriza. Además de los inmigrantes, ya sea en la ciudad de Nueva York o donde sea, el fentanilo se está derramando por todo el país”, afirmó.

Adams declaró a Nueva York una “ciudad santuario” el año pasado cuando Abbott comenzó a alejar a miles de inmigrantes de su estado fronterizo en medio de una batalla política nacional entre demócratas y republicanos. Pero luego el alcalde cambió progresivamente de postura cuando la llegada se tornó masiva, hasta superar las 110,000 personas al momento.

Además escribió un artículo de opinión en The Washington Post a mediados de enero pidiendo al presidente Biden que cerrara la frontera sur hasta que las solicitudes de asilo de los inmigrantes pudieran procesarse y proponía una estrategia de “descompresión” para aliviar la crisis y asentar a los inmigrantes.

Más de dos a uno (60-28%) de los residentes de Nueva York dijeron apoyar un proyecto de ley de reforma migratoria integral que proporcione un camino hacia la ciudadanía para los indocumentados en todo Estados Unidos, según la última encuesta del Siena College Research Institute (SCRI). Pero al mismo tiempo hasta un sorprendente 41% había subido el número de neoyorquinos que apoyaba la controversial propuesta de Donald Trump de levantar un muro fronterizo, en medio de la llegada masiva de inmigrantes a la ciudad.

La gran mayoría (82%) de los neoyorquinos considera como “grave” la oleada masiva migratoria que ha vivido la ciudad desde 2022 y 58% quiere detenerla, según la encuesta previa de SCRI realizada en agosto. El mismo sondeo ofreció un descenso en la aprobación de los líderes demócratas en los principales cargos: el presidente Biden y la gobernadora Hochul.

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