Los chistes de Trump sobre el Speaker
Esa crisis, allá en el Capitolio de la capital de la nación, podría afectarnos a todos pues se perdió el tiempo para avanzar en el estudio del presupuesto de gastos de la administración del presidente Joe Biden, que debe ser aprobado antes del 17 de noviembre
Si no me pareciera tan grave la crisis que vivimos por más de tres semanas, hasta me daría risa el chiste del expresidente Donald Trump cuando dijo que sólo Jesucristo lograría el respaldo y los votos para ser el presidente de la Cámara de Representantes, tras el golpe de estado que los republicanos le dieron al destituir a su copartidario Kevin McCarthy.
Esa decisión dejó la silla vacía, sin un plan B, porque ninguno de sus compañeros lograba el respaldo para ocupar el cargo tan importante, que incluso, podría llevarlo a convertirse en presidente de los Estado Unidos.
Amigo lector piénselo bien, porque esa crisis, allá en el Capitolio de la capital de la nación, podría afectarnos a todos pues se perdió el tiempo para avanzar en el estudio del presupuesto de gastos de la administración del presidente Joe Biden, que debe ser aprobado antes del 17 de noviembre para poder pagar, entre otros, la nómina de miles de empleados federales.
Y quizás, Trump no estaba tan fuera de la realidad cuando en New Hampshire dijo que era poco posible lograr el respaldo para elegir un speaker o presidente de la Cámara de Representantes en Washington DC y así avanzar en el estudio de leyes como la ayuda por $105 mil millones que pide el gobierno para Israel y Ucrania, por conflictos bélicos.
Pero por fin, después de descabezar a varios, más de nueve candidatos casi desconocidos, el voto fue por un novato muy recién llegado, apenas en 2016 al escenario político nacional, en la capital política del mundo. Se trata del evangelista cristiano Mike Johnson, Representante por el estado de Louisiana, pero conocido sólo por su respaldo a Trump sobre la supuesta manipulación de los resultados en las elecciones del 2020.
Según sus compañeros, este joven político es una persona amable, pero sin la garra para dirigir a experimentados jefes partidistas; y aunque dicen que no caza peleas, tampoco huye a los debates y tendrá desde ya retos como las elecciones del 7 de noviembre.
Pero logró convencer a sus colegas de unirse para votar y logra el umbral de los 217 votos que necesitaba para ser elegido en un partido tan polarizado y en medio de la crisis, que de paso afecta a los Demócrata, pues para que la democracia funcione se necesitan partidos fortalecidos, aunque Jesucristo nada tiene que ver.
En este punto de la crisis es bueno recordar ¡qué pasó!, porque fueron los acuerdos para la elección de McCarthy los que permitieron que un solo congresista lo sacara de la presidencia afectando al partido y a la nación.
La autora, Sofía Villa, escribe esta columna a título personal y sus opiniones no representan a Televisa-Univision donde trabaja como Writer /Producer.