Sacan del mercado la antigua casa de Joan Rivers en Nueva York
Actualmente la propiedad en Upper East Side, Nueva York, pertenece al príncipe Muhammad bin Fahd quien la compró por $24 millones de dólares poco después de la muerte de Joan Rivers
Joan Rivers fue dueña de esta propiedad desde 1988 hasta el día de su muerte en 2014. Crédito: Amy Sussman | Getty Images
La antigua casa de la presentadora y comediante Joan Rivers no se ha logrado vender, aunque se mantuvo durante tres años dentro del mercado de bienes raíces. Ahora, su dueño ha decidido sacarla oficialmente y planear otra estrategia para la propiedad.
Rivers fue dueña de esta vivienda desde 1988 hasta el día de su muerte, el 4 de septiembre de 2014. Todos los medios resaltan que la también guionista y actriz compró la vivienda poco después de la muerte de su esposo Edgar Rosenberg.
Meses después de la muerte de Rivers, el lugar se vendió por $24 millones de dólares al príncipe Muhammad bin Fahd, hijo del difunto rey Fahd y exgobernador de la Provincia Oriental de Arabia Saudita. Inicialmente se quería vender en lugar por $28 millones de dólares.
El príncipe Muhammad bin Fahd volvió a poner en venta la residencia a inicios de 2021 por $38 millones de dólares; sin embargo la falta de interesados hizo que su costo fuera bajando. En julio de este año se informó que el lugar estaba disponible por $34.5 millones de dólares, pero parece ser que esta rebaja tampoco atrajo interesados.
Puede ser que los comentarios sobre que esta casa está embrujada no atraigan compradores, pese a que tiene muchas características atractivas. Hay que recordar que en 2009, este lugar y dueña participaron en el programa ‘Celebrity Ghost Stories’, durante su episodio Rivers llamó a una sacerdotisa vudú para que se encargara de deshacerse del supuesto fantasma que había en la propiedad.
La casa tiene una tiene una extensión total de 5,200 pies cuadrados distribuidos en tres plantas con cuatro habitaciones, cinco baños, vestíbulo, sala de estar, sala principal, comedor, cocina, cuarto de lavado y otras comodidades.
Su interior resalta por los pisos de mármol, cinco chimeneas de leña, techos de 23 pies de altura y más. El diseño de la vivienda estuvo a cargo del arquitecto Horace Trumbauer.
Además, el lugar tiene espacio suficiente al aire libre para disfrutar con familiares o amigos.
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