Derechos de autor sin dueño

Es interesante saber que, por ley, los derechos de autor, o la mejor llamada propiedad intelectual, protegen a las mentes creativas

El legado de Walt Disney.

El legado de Walt Disney. Crédito: Shutterstock

Este año del 2024 hay obras creativas que pasan a ser de dominio público y sus talentos creadores pierden ese derecho legal.

A propósito de la reciente columna publicada sobre el libro del experto en posicionamiento de las marcas, Ricardo Gaitán: “101 consejos útiles de marca para una estrategia de mercadeo”, es prudente comentar la información de la Oficina de Derechos de Autor en Washington DC según la cual creaciones como las de Walt Disney ya pueden ser utilizadas libremente.

Es interesante saber que, por ley, los derechos de autor, o la mejor llamada propiedad intelectual, protegen a las mentes creativas; aunque ahora resulta que también tienen fecha de caducidad los inventos que son protegidos por patentes, o las marcas registradas por ser valiosas para las grandes compañías.

La Constitución política de los Estados Unidos dijo desde 1897 que el Congreso debe promover el progreso de las ciencias y las artes; y de esos derechos se encarga una oficina específica que es parte de la Biblioteca del Congreso, en la capital de la nación.

Y para este año, esa oficina confirma que obras como las de popular Walt Disney son del dominio público.

Según reciente artículo de la Oficina de derechos de autor hay creaciones musicales o libros publicados hace casi cien años que ya pueden utilizarse de manera libre por el público en general.

El artículo primero de la Constitución norteamericana, establece que, a través de la oficina de derechos de autor, por tiempo limitado los inventores y creativos tienen su exclusividad.

Es cierto que en algunos casos los autores nos entregan ese derecho a, por ejemplo, tener copias. Pero en esta tierra del Tío Sam, el plazo de protección de los derechos de autor está garantizado hasta más de setenta años después de la muerte del creador. Y es entonces cuando esa creación pasa a ser parte del dominio público sin necesidad de permiso.

Así, en este 2024 ya no tiene dueño por ejemplo la película de dibujos animados: “Willie el barco de vapor”, donde debutaron personajes de nuestra niñez como Mickey y Minnie Mouse de Walt Disney. 

Ese cambio alcanzó a convertirse en debate en redes sociales, porque estos personajes considerados para niños podrían ser utilizados inclusive en los temas de adultos, o géneros como de acción, nada infantiles.

Otra obra que se queda sin dueño es “Tarzán el señor de la jungla” de Edgar Rice Burroughs, registrada en 1928 y traducida a más de 50 idiomas, seguida del talento de Agatha Christie “El Misterio del tren azul” junto a sus más de 200 obras publicadas en más de 100 idiomas.

Como autora, Sofía Villa escribe esta columna a título personal y sus opiniones no representan a Televisa-Univision Inc. donde trabaja como Writer/Producer.

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