Abogados de Donald Trump enredan y dilatan sus casos penales para evitar juicios a ocho meses de las elecciones
Donald Trump como candidato favorito del Partido Republicano, enfrenta varias causas penales que su defensa ha tratado de postergar, unas con éxito y otras no, mientras la fecha de las elecciones se acerca más
El expresidente Donald Trump ha optado por la estrategia de enredar y dilatar los procesos penales en su contra. A menos de ocho meses de las elecciones a la Casa Blanca, en las que repite como candidato republicano, aún no se ha sentado en el banquillo de los acusados y el tiempo juega a su favor.
Así están los cuatro casos penales contra Trump que podrían cambiar los comicios de noviembre:
Nueva York: pagos a una actriz porno
El de los pagos a la actriz porno Stormy Daniels es, quizás, el caso que legalmente menos preocupa a Trump, pero es también el que más posibilidades tiene de llegar a juicio en las próximas semanas, impactando de lleno en la campaña.
El juicio estatal de Nueva York, de hecho, tenía que empezar este 25 de marzo, pero el juez, Juan Merchán, aceptó retrasarlo al menos 30 días después de las quejas de los abogados de Trump -que han pedido un aplazamiento de 90 días- por la aparición de nuevos materiales.
A Trump se le acusa de 34 delitos por falsificar libros contables en una serie de pagos a su entonces abogado, Michael Cohen, durante la campaña presidencial de 2016.
Cohen -que se declaró culpable y cumplió más de un año de cárcel- solo habría actuado como intermediario para el pago de 130,000 dólares de Trump a Daniels para comprar su silencio durante el periodo electoral.
El expresidente quería tapar que había mantenido, supuestamente, relaciones sexuales con Daniels en 2006, poco después de haber contraído matrimonio con su actual esposa, Melania, y de que naciera el hijo que tienen en común, Barron.
Georgia: una organización mafiosa
Otro de los casos con novedades esta semana es el de Georgia, donde Trump está acusado junto a 18 cómplices de formar una asociación delictiva con el objetivo de revertir a los resultados de las presidenciales de 2020 en ese estado.
El viernes dimitió el fiscal especial del caso, Nathan Wade, que había mantenido una relación sentimental con su jefa, la fiscal del condado de Fulton, Fani Willis, después de que el juez, Scott McAffee, dictaminase que el proceso no podía seguir hasta que uno de los dos se apartase.
Fue uno de los aliados de Trump imputados en el caso quien destapó la relación, acusando a la fiscal de tráfico de influencias, lo que desembocó en un litigio y culebrón de semanas que ha dilatado el caso.
También esta semana McAffee archivó seis de los cargos de la causa -tres de ellos contra Trump-, debilitando así el caso de la Fiscalía de Willis, que quiere sentar al expresidente en el banquillo en agosto, aunque no hay fecha fijada.
La sorprendente acusación de asociación delictiva esgrimida por Willis en esta causa es la misma que ha sido utilizada por otros fiscales en el pasado para descabezar organizaciones mafiosas.
Florida: documentos secretos en el sótano
El FBI encontró cajas y cajas apelotonadas de cualquier manera por el sótano y un baño de Mar-a-Lago, la mansión de Trump en Florida, con cerca de 13,000 documentos oficiales -300 de ellos clasificados- que el exmandatario se llevó sin permiso de la Casa Blanca.
Está previsto que el juicio empiece la semana del 20 de mayo en un tribunal federal de Florida y Trump enfrenta hasta 20 años de cárcel por decenas de cargos, en su mayoría por retención deliberada de información de defensa nacional.
Trump compareció este jueves en una audiencia en el tribunal en la que sus abogados pidieron sin éxito archivar la causa en otra de sus estrategias dilatorias.
Washington DC: el asalto al Capitolio
El juicio federal contra Trump por el violento asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021 debía empezar el pasado 4 de marzo, pero los abogados del expresidente han logrado embrollar el caso hasta el punto de que muy difícilmente se celebrará antes de las elecciones.
Trump está acusado de varios delitos -el más grave el de conspiración para obstruir un procedimiento oficial– que podrían acarrearle un máximo de 55 años de cárcel.
Pero más allá de negar los cargos, alega que le protege la llamada inmunidad presidencial. El pleito paralelo sobre la inmunidad, que debe resolverse antes, está ahora mismo ante el Tribunal Supremo, que celebrará una audiencia el 25 de abril.
Que el Supremo -en el que Trump ha puesto a tres de sus nueve miembros- aceptase estudiar el caso ya supuso una victoria para el exmandatario, ya que aunque los magistrados fallen en su contra el calendario le salvaría del juicio en plena campaña.
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