4 señales de que estás comprando carne de baja calidad
Conoce 4 consejos que te ayudarán a evitar comprar carne de baja calidad
Sea pollo, cerdo o de vaca para comprar carnes hay una serie de recomendaciones que se deben seguir para garantizar que estamos eligiendo un producto de calidad sin poner en riesgo nuestra salud.
Una carne de baja calidad puede representar riesgos para la salud, pues hay las enfermedades transmitidas por los alimentos pueden poner en peligro la vida.
Los expertos en alimentación advierten que cada año millones de personas se enferman con infecciones como la salmonella y la E. coli, que son las principales preocupaciones cuando se trata de carne.
Una de las recomendaciones de los expertos si queremos un buen corte de res es buscar etiquetas con grados como USDA Prime, Choice o Select que indican la calidad de la carne en función de factores como el veteado, la ternura, el sabor y la madurez.
Se trata de cortes producidos a partir de ganado joven con abundante veteado. Prime es el grado más alto del USDA esto es típicamente lo que le servirían en un asador o en un hotel de lujo.
Para las aves y el cerdo se debe buscar etiquetas que indiquen que la carne es orgánica, criada en libertad o que tiene cualquier otra certificación.
4 señales que indican que la carne es de baja calidad
Tomar en cuenta el descoloramiento
Para elegir un corte fresco la característica física más importante que querrás notar es el color. “Las carnes pueden convertirse en esponjas para el crecimiento de bacterias y, a medida que envejecen en las vitrinas, a menudo se decoloran”, dice Ian Dodson, vicepresidente de operaciones culinarias de J. Alexander’s Restaurants Dodson.
El cambio del color de la carne de rojo, o incluso rosa, a marrón es un resultado directo de la oxidación; aunque los expertos consideran que esta reacción generalmente no afecta la seguridad de la carne, puede significar que no fue empaquetada o sellada lo suficientemente herméticamente para que pueda filtrarse oxígeno o que ha estado en la caja por un período más largo.
“Los productos de carne de res pasarán del rojo oscuro al marrón. Cuando el color cambia, muestra la edad, pero no en el buen sentido”, explica.
Texturas u olores extraños
Luego de verificar el color se debe verificar la textura y el olor, ya que la carne fresca tendrá un olor un poco dulce, pero no debe tener ningún olor agrio o ácido.
Una señal de que algo no está bien es cuando la carne tiene un olor picante, desagradable o objetivamente mal. Mientras que la textura no debe ser viscosa o pegajosa.
Cuando se eligen aves como el pollo y el pavo las alas pueden perder color si el ave no está fresca y la piel puede volverse pegajosa. En caso de los cortes de carne de res y de cerdo también pueden sucumbir a un exterior gomoso, brillante o crujiente.
Otro indicador de frescura es dar unos golpes rápidos en el celofán, la carne fresca y de calidad debería recuperarse lentamente después, mientras que la carne en mal estado permanecerá marcada.
Malas condiciones de almacenamiento
La utilización de poliestireno y film transparente para envasado de carne no es la más idónea porque puede provocar una mayor exposición al oxígeno y, posteriormente, una degradación más rápida de las proteínas y una pérdida de calidad general.
Lo más recomendable es comprar carnes que hayan sido selladas al vacío, pues con este método de envasado se ayuda a frenar la oxidación y el crecimiento bacteriano. También contribuye al proceso de envejecimiento húmedo, donde la carne se vuelve más tierna y sabrosa al reposar en sus propios jugos en condiciones controladas.
Cortes con exceso de grasa o descuidados
Algunas tiendas de comestibles y carniceros no eliminen el exceso de grasa de los filetes y otros cortes, lo que puede aumentar artificialmente el peso de la carne. Dejar la grasa permite cobrar un precio más bajo por libra y al mismo tiempo vender un producto con una mayor proporción de material no comestible.
Aunque para los clientes podrían percibir esto como obtener más por su dinero en realidad están comprando una porción que ha sido mal masacrados o recortados.
La recomendación es comprar carne de fuentes acreditadas donde los carniceros cumplen con altos estándares tanto en el recorte como en el corte para garantizar una mejor calidad, mejor sabor y platos más atractivos visualmente.
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