El narcotráfico y la violencia del país confrontan a los candidatos a la presidencia de México durante tercer debate
Durante el tercer y último debate de los tres candidatos a la presidencia de México, también trataron los temas de política exterior y migración
El tema de la violencia, la mayor preocupación del electorado en México, marcó el domingo 19 de mayo, el tercer y último debate presidencial, en el que la opositora Xóchitl Gálvez insistió en ligar al Gobierno con el narcotráfico, mientras que la oficialista Claudia Sheinbaum defendió los resultados en seguridad.
“La seguridad ha sido un fracaso en este sexenio (2018-2024). Son 186,000 personas asesinadas, 50,000 personas desaparecidas. ¿Y cuál ha sido la estrategia de este Gobierno? Entregarle el país al crimen organizado”, expresó Gálvez, de la coalición opositora Fuerza y Corazón por México.
La aspirante defendió llamarle “narcopartido” al gobernante Movimiento Regeneración Nacional (Morena), fundado por el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, al afirmar que agencias de seguridad de Estados Unidos indagan a su dirigente, Mario Delgado, por “huachicoleo”, comercio ilegal de combustible.
En el último debate, antes de las elecciones del 2 de junio, Xóchitl Gálvez también citó el nuevo libro de la periodista Anabel Hernández, ‘La historia secreta: AMLO y el Cártel de Sinaloa’, que indaga los supuestos nexos del narcotráfico con el mandatario.
El saludo de AMLO a la madre de un narco
También le pidió a Sheinbaum explicar por qué López Obrador saludó en 2020 a la madre de Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán, Consuelo Loera, y por qué el Ejército dejó libre al hijo de dicho capo, Ovidio Guzmán, en un operativo fallido en octubre de 2019.
“¿Cómo explicas que la delincuencia se pasee por todo el país? El país está incendiado por culpa del pacto que tienen ustedes con los delincuentes”, reclamó la opositora.
“¿Cómo van a sacar a los jóvenes (del crimen), si ellos (el Gobierno) están metidos en la delincuencia? Ellos son los capos aquí de la droga, Morena y sus aliados”, agregó.
En el encuentro en Ciudad de México, donde también se abordó la política migratoria, Gálvez prometió “meter orden” en el límite sur de México porque “hay que tener muy en claro que hoy la frontera sur está en manos de los delincuentes, hoy los delincuentes controlan la migración y eso es muy grave”.
Sheinbaum defiende los resultados de seguridad
Claudia Sheinbaum defendió la política de seguridad de López Obrador, al alegar que la crisis de homicidios comenzó con la “guerra contra el narco” durante la presidencia de Felipe Calderón (2006-2012), del Partido Acción Nacional (PAN), y siguió con el Gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018), del Revolucionario Institucional (PRI).
“Hasta que llegó el presidente Andrés Manuel López Obrador y cambió la política, de declarar la guerra a construir la paz, que es una visión completamente distinta, que sí es atención a las causas y también cero impunidad”, argumentó.
La exjefa de Gobierno de Ciudad de México (2018-2023) citó que en 2007, al comienzo de la presidencia de Calderón, hubo 8,967 asesinatos, lo que subió a 36,000 en 2018, cuando terminó el gobierno de Peña Nieto, mientras que el año pasado la cifra descendió a 29,000.
“El presidente López Obrador ya inició esa baja de los homicidios“, sostuvo la oficialista.
Además, citó que la proporción de la población que percibe inseguridad bajó a un 59,1% en el primer trimestre de 2024, desde un pico de 76,8% en 2018, según la Encuesta Nacional de Seguridad Urbana (ENSU) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
“Todavía sigue siendo alto, sí, pero lo relevante es que comenzó a disminuir”, argumentó.
Ningún cambio en estrategia de seguridad
En tanto, el candidato del opositor Movimiento Ciudadano (MC), Jorge Álvarez Máynez, quien busca promoverse como una tercera vía entre Morena y los partidos tradicionales, vinculó las visiones de seguridad de ambas candidatas.
“El actual Gobierno, que prometió una nueva estrategia de seguridad, no la cambió, siguió el militarismo, siguió el prohibicionismo (de las drogas) y siguió el punitivismo. También siguió el desmantelamiento de las policías”, manifestó.
Los ataques escalan a dos semanas de que México tenga las elecciones más grandes de su historia, el 2 de junio, cuando 98 millones de electores están convocados a renovar más de 20,000 cargos, incluyendo la presidencia, los 500 diputados, los 128 senadores y nueve gobiernos estatales.
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