“He matado por orgullo blanco”: neonazi planeó envenenar niños de minorías en Nueva York vestido de Santa Claus, según FBI
Un joven líder neonazi apodado “Comandante Carnicero" planeó disfrazarse de Santa Claus para repartir dulces envenenados a niños de minorías en la ciudad de Nueva York, según el FBI. Además se jactó en redes sociales de haber matado a nombre de la supremacía blanca
Michail Chkhikvishvili, joven europeo nativo de Georgia y líder neonazi apodado “Commander Butcher” (Comandante Carnicero) intentó desatar un complot para disfrazarse de Santa Claus y repartir dulces envenenados a niños de minorías en la ciudad de Nueva York en diciembre pasado, denunció una investigación del FBI.
Chkhikvishvili, de 20 años, líder del grupo de odio ruso y ucraniano “Maniac Murder Cult” (MYK en su idioma), presentó su plan asesino a un posible recluta el otoño pasado, sin darse cuenta de que en realidad estaba charlando con un agente encubierto del FBI, según fiscales federales.
El nacionalista blanco también le presentó al agente encubierto planes de homicidio, atentados con bombas e incendio provocado, enviándole recetas de cócteles Molotov y otras estrategias de destrucción masiva, describió Daily News.
Su objetivo era difundir el odio, el miedo y la destrucción fomentando bombardeos, incendios provocados e incluso envenenando a niños, con el fin de dañar a las minorías raciales, la comunidad judía y personas sin hogar"
En una misiva del 2 de noviembre pasado, ofreció instrucciones punto por punto sobre cómo salirse con la suya en el complot de envenenar niños vestido de Santa Claus, incluido consejos: “después de repartir caramelos envenenados a muchas minorías raciales y traidores, simplemente vaya a un taxi, pague a ir a algún lugar donde tenga ropa alternativa”.
Chkhikvishvili, un ciudadano georgiano que pasó un tiempo en Brooklyn (NYC) viviendo con su abuela, fue arrestado en Moldavia el 6 de julio siguiendo una orden de captura de Interpol. Ahora fue acusado por un Gran Jurado ante el Tribunal Federal de Brooklyn bajo cargos de conspiración para solicitar delitos graves violentos, distribuir instrucciones para fabricar bombas y otros crímenes, anunciaron los fiscales el martes. Sus supuestos homicidios no han sido confirmados.
Si es declarado culpable enfrenta una pena máxima de 20 años de cárcel por solicitar delitos graves violentos, cinco años por conspirar para solicitar delitos graves de violencia, 20 años por distribuir información relativa a la fabricación y uso de dispositivos explosivos y cinco años por transmitir comunicaciones amenazantes, resumió NBC News.
Los federales dicen que el grupo MKY “se adhiere a una ideología aceleracionista neonazi y promueve la violencia y actos violentos contra las minorías raciales, la comunidad judía y otros grupos que considera ‘indeseables'”, según un informe criminal.
“Su objetivo era difundir el odio, el miedo y la destrucción fomentando bombardeos, incendios provocados e incluso envenenando a niños, con el fin de dañar a las minorías raciales, la comunidad judía y las personas sin hogar”, dijo el fiscal federal de Brooklyn, Breon Peace, en un comunicado.
Los investigadores federales se enteraron de que el sospechoso fue el autor de un manifiesto llamado “Manual de los enemigos” bajo el seudónimo de “Comandante Carnicero” después de entrevistar a su ex novia, a quien estaban investigando por una serie de publicaciones neonazis en las redes sociales.
“Puedo decir con orgullo que he asesinado por raza blanca y estoy dispuesto a traer más caos a este mundo podrido”, dice el manifiesto. El grupo del sospechoso utiliza canales de Internet cifrados y chats grupales para enviar videos violentos y distribuir su “manual” de odio, según la denuncia.
Chkhikvishvili también se jactó de haber intentado matar a un paciente judío en un centro de rehabilitación de Brooklyn donde trabajaba. El agente encubierto del FBI comenzó a chatear con él en septiembre pasado en esos canales cifrados, después de hacerse pasar por un posible miembro de MKY.
Todos los cargos son meras acusaciones y se presume que las personas procesadas son inocentes hasta que se pruebe su culpabilidad en un tribunal.