Celulares en las aulas: la nueva “manzana de la discordia” entre padres, maestros y estudiantes de NYC

Autoridades escolares consideran que alejar a los estudiantes de esos aparatos es positivo en el proceso de aprendizaje de los alumnos

Divisiones por uso de celulares en las escuelas de NYC

Divisiones por uso de celulares en las escuelas de NYC Crédito: Edwin Martínez | Impremedia

Más de 900,000 estudiantes de unas 1,800 escuelas públicas de la Ciudad de Nueva York, acaban de comenzar el nuevo año escolar. Y aunque el deseo de todos los estamentos educativos es que los niños tengan procesos de aprendizaje más efectivos, y que deficiencias en áreas como lectura mejoren considerablemente, hay un elemento que en opinión de muchos, pudiera seguir siendo un gran obstáculo en el camino: los teléfonos celulares.

Y es que a pesar de que la opinión generalizada de padres, maestros, personal escolar y hasta de los propios estudiantes, de que los celulares se han convertido en un modo de distracción cotidiano en las escuelas, que evita que los alumnos se enfoquen en cuerpo y alma en sus clases, el año escolar comenzó sin una prohibición de teléfonos en las aulas.

Así lo manifiestan padres de familia como el colombiano Juan Rodríguez, quien apoya que las autoridades escolares emitan directrices estrictas sobre el uso de celulares en los salones de clase, ante la falta de una normativa municipal que gobierne a todos los planteles.

Nosotros nos quejamos muchas veces del trabajo de las escuelas porque el progreso académico de nuestros hijos no es muchas veces el que esperamos, pero como padres de familia creo que debemos exigir a la Ciudad que le ponga freno normativo al uso de celulares en los salones. En clase los niños no deberían estar metidos en los teléfonos”, comentó el padre, mientras recogía a su hijo de 12 años en una escuela en el Bajo Manhattan.

Y aunque él mismo pudiera comenzar a fomentar la prohibición del uso de teléfonos, con un poco de resignación asegura que intentar quitarle el celular a su hijo cada vez que va a la escuela no solo sería una odisea sino que teme que tenga efectos adversos en su relación.

“Sé que no suena lógico, pero yo he intentado pedirle a mi hijo que no lleve el celular, que yo mismo le compré, a la escuela, y hasta le he pedido que lo deje en casa para que se concentre más en las clases y es tan grande el berrinche que arma, que prefiero no discutir con él”, confiesa el padre de familia. “Por eso creo que si la prohibición viene desde arriba, sería más fácil para todos y al haber una norma que rija eso, ya los niños tendrían que obedecer”.

Carmen Barreto, quien tiene tres niños de entre 10 y 16 años en escuelas de Manhattan también, manifiesta que el tema de los celulares en los planteles educativos la divide, aunque reconoce que está de acuerdo con que los teléfonos distraen mucho a los pequeños a la hora de aprender.

Padres de familia divididos ante eventuales prohibiciones de celulares en las aulas. Foto Edwin Martinez

“Estamos ante una nueva generación de niños que nació y creció con los celulares, y buena parte de la culpa es de nosotros los padres, que desde muy pequeños se los dimos. Admito que tal vez ese fue un error, porque ellos solo quieren estar metidos en sus teléfonos, y así no aprenden bien, pero cómo hace uno para quitárselos ya”, comentó la madre de familia dominicana, con un poco de frustración.

“Una de mis hijas hasta amenazó un día con suicidarse si no se lo devolvía, y a mi me dio miedo porque tiene depresión y se lo regresé. Y con tanta cosa que pasa, a veces pienso que si tienen el celular y hay algo grave pues pueden pedir ayuda inmediatamente. Creo que hay que buscar un balance”, agregó la caribeña.

Y precisamente tratando de lograr ese balance que padres de familia y maestros piden para manejar mejor los efectos de la presencia de celulares en las aulas de clase, el canciller de Educación de las escuelas de la Gran Manzana, David Banks, abogó para que de manera individual, cada plantel promulgue prohibiciones, ante la falta de una normativa general.

“Estamos animando firmemente a nuestras escuelas a que examinen esto y creen formas de evitar que los niños tengan teléfonos celulares mientras todavía están en la clase”, manifestó el funcionario, al tiempo que agregó que se espera que a lo largo de este nuevo año escolar, más de la mitad de las instituciones educativas de la ciudad tengan alguna restricción de celulares, pues considera que son una distracción. “No vemos ninguna razón académica sólida para tener los teléfonos en la escuela”.
De acuerdo a autoridades educativas municipales, actualmente unas 350 escuelas ya están aplicando restricciones sobre el so de teléfonos, y otras 500 instituciones están evaluando hacerlo pronto.

Sin embargo, desde el otro lado, padres como Blanca Solorio, quien tiene a sus dos hijos estudiando en una escuela en el sur de El Bronx, se opone “rotundamente” a que se implemente una prohibición del uso de celulares en las escuelas, figura que estuvo vigente en la administración del alcalde Bloomberg, pero que se removió en la Alcaldía de DeBlasio.

“En pleno siglo XXI cómo vamos a pretender quitarle los celulares a nuestros hijos, cuando es la manera más segura y directa que tenemos de comunicarnos con ellos en todo momento. No apoyo que se les quite los celulares en las clases ni que los dejen en un locker al llegar. Eso me dejaría muy inquieta”, afirmó la madre mexicana, quien instó a las escuelas a encontrar medidas más creativas para lograr mayor atención de los estudiantes.
“Lo que los maestros deben hacer es promover clases más interesantes que sean atractivas para los niños y las escuelas tener más recursos para que nuestros niños puedan aprender mejor, pero no quitarles los teléfonos. Sé que hay fallas en el aprendizaje, pero culpar a los celulares es como echarle la culpa a los perros de tener pulgas”, dijo la madre.

En la ciudad hay ya escuelas como la secundaria Frank Sinatra School of the Arts High School de Astoria, donde los estudiantes deberán ahora guardar sus teléfonos a la entrada de las aulas para evitar distracciones.

“Este año nos recibieron con esa novedad, y aunque obviamente quisiera tener mi teléfono siempre, creo que no pasa nada si lo dejamos un rato mientras tenemos las clases. Nos va a dar más disciplina”, mencionó un estudiante de esa escuela, quien sin embargo reconoció que algunos de sus compañeros de aula están molestos con la normativa y otros hasta se han mostrado ansiosos, apenas empezando el año escolar.

El sindicato de maestros de la ciudad de Nueva York mencionó por su parte que tras haber adelantado encuestas entre docentes, tan solo 150 escuelas públicas han implementado restricciones a los teléfonos celulares de manera exitosa.

“Algunas escuelas se han dado cuenta de que se ha convertido en un verdadero impedimento para la enseñanza y el aprendizaje reales de los estudiantes, y están frustradas. Pensábamos que la ciudad iba a hacer algo con nosotros, y ahora nos dejaron colgados”, dijo el presidente del sindicato, Michael Mulgrew.

Datos

  • 350 escuelas ya tienen restricciones de uso de celulares
  • 500 más se espera que implementen normas similares este año
  • 150 solamente han implementado restricciones de celulares con éxito, según el sindicato de maestros
  • 1,800 escuelas hay en la ciudad de NYC

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