El teatro hispano independiente de Nueva York -un panorama complejo- reflexiones, retos y oportunidades

El fundador y director artístico de Tabula RaSa NYC Theater analiza la situación del teatro hispano en la Gran Manzana

A pesar de que Nueva York tiene una de las comunidades latinas más grandes de Estados Unidos, al teatro en español le cuesta atraer público.

A pesar de que Nueva York tiene una de las comunidades latinas más grandes de Estados Unidos, al teatro en español le cuesta atraer público. Crédito: Johanna Bock | Cortesía

A partir de las celebraciones y conmemoraciones que consigo trae el mes de la hispanidad, es imposible no percatarse de la valiosa riqueza de los aportes culturales a esta gran ciudad. Se hace obvio que, entre otras, el teatro hispano en Nueva York, ha sido una de las más vibrantes y esenciales expresiones de la diversidad cultural de la ciudad.

Sin embargo, en los últimos años, este sector ha enfrentado desafíos significativos que han puesto en riesgo su viabilidad y continuidad.

La crisis del teatro hispano independiente en el espacio del Off-Off Broadway(1) es un fenómeno multifacético que involucra factores económicos, culturales y sociales. Además, la falta de crítica teatral profesional, la proliferación e influencia de empresarios de premios y de festivales sin criterio de selección han contribuido a una crisis de identidad y calidad, en particular en el teatro emergente.

Este artículo explora estos factores y ofrece un análisis de la situación actual, así como posibles oportunidades para garantizar su supervivencia y crecimiento.

Contexto Histórico y Cultural

Nueva York ha sido un crisol de culturas, y el teatro hispano ha desempeñado un papel crucial en la representación de las experiencias de las comunidades latinas, donde se cuentan procesos de más de medio siglo de actividad. Desde obras clásicas de autores como Miguel de Cervantes, Federico García Lorca, Gabriel García Márquez, expresiones populares, costumbristas o particularmente étnicas, hasta producciones contemporáneas que abordan temas de inmigración, identidad y lucha social, el teatro hispano ha ofrecido una plataforma única para la voz latina, en especial dentro del ambiente del Off-Off Broadway. Este espacio alternativo ha permitido que las producciones en español florezcan en entornos más íntimos y con menos restricciones comerciales, pero a la vez ha sufrido históricamente de subrepresentación y falta de financiación en comparación con el teatro anglosajón dominante.

Desafíos Económicos y Financieros

Uno de los mayores obstáculos que enfrenta el teatro hispano independiente es la falta de financiamiento adecuado. Las compañías de teatro en su gran mayoría dependen de subvenciones gubernamentales, donaciones y patrocinio privado, fuentes que además de carecer de continuidad no siempre son fácilmente accesibles para las producciones hispanas. La competencia por los fondos es feroz, y a menudo las producciones independientes, en español, se ven relegadas a un segundo plano frente a proyectos más establecidos o comercialmente viables que puedan solventar una planta de gestores de recursos.

La pandemia de COVID-19 exacerbó esta situación, obligando a muchos teatros a cerrar temporal o permanentemente. Aunque algunos pudieron adaptarse ofreciendo producciones en línea, la transición no ha sido fácil ?ni suficiente? para compensar las pérdidas económicas. La recuperación ha sido lenta, a la falta de sedes estables y el costo de los espacios se suman a un público reacio a regresar a los espacios cerrados debido, en gran parte, a las preocupaciones de salud persistentes teniendo en cuenta que el promedio de edad del público asistente al teatro en Nueva York, que según el portal Broadwayleague.com es de algo más de los 40 años(2) sin que haya datos demográficos específicos de la comunidad hispana.

Barreras Culturales y de Público

A pesar de que Nueva York tiene una de las comunidades latinas más grandes de los Estados Unidos, el teatro en español más que a menudo lucha por atraer audiencias. Esto se debe en parte a la barrera del idioma, pero también a la falta de promoción y acceso; frecuentes son los desafíos sobre la promoción de los trabajos en un idioma o el otro para intentar asegurar público. Entre otras cosas, las producciones hispanas suelen tener presupuestos menores para la promoción, lo que tiende a limitar su visibilidad y alcance. Además, la comunidad latina, que incluye una amplia variedad de nacionalidades y culturas, no siempre se siente representada por las producciones disponibles, lo que tiende a desincentivar la asistencia.

Representación y Diversidad

Crédito: Yosi Simba | Cortesía

Las producciones que a menudo se embarcan en la búsqueda de nuevas expresiones y representaciones de riquezas narrativas para el público y logran superar obstáculos que limitan las oportunidades para los actores, directores y escritores hispanos, con frecuencia tienen que enfrentar la crítica de no ser “lo suficientemente auténticas” o de perpetuar estereotipos. Este escrutinio puede ser desalentador para los artistas que buscan explorar y representar sus propias experiencias y las de sus comunidades de manera honesta y compleja.

La Falta de Crítica Teatral Profesional

Un elemento decisivo que contribuye a la crisis del teatro hispano en Nueva York es la casi total ausencia de crítica teatral profesional. El papel de la crítica es esencial para el desarrollo y la consolidación de una escena teatral vibrante. A través de la crítica, se establecen diálogos constructivos sobre la calidad de las producciones, se analiza la pertinencia de los temas tratados, y se ofrece al público un marco interpretativo para apreciar el arte escénico de manera más profunda.

Sin embargo, en el teatro hispano, la crítica profesional es prácticamente inexistente. Los medios de comunicación que podrían cubrir la escena teatral en español son limitados, y aquéllos que podrían hacerlo, a menudo carecen de recursos para facilitar la presencia de sus críticos a todas las producciones. Es un hecho que se haya llegado a confundir, con el tiempo, el papel del crítico con el del relacionista público, cuya labor es importante en la promoción del espectáculo, más no en la de ofrecer un punto de vista objetivo e independiente. Estas prácticas y deficiencias crean un vacío en la evaluación de la calidad de las obras, lo que deja a las audiencias sin herramientas para discernir entre producciones de alta calidad y aquellas que podrían beneficiarse de una mayor elaboración.

La falta de crítica también afecta a los propios artistas, quienes pierden la oportunidad de recibir retroalimentación objetiva y constructiva sobre su trabajo. Sin un diálogo crítico en torno a sus producciones, los teatreros no pueden crecer ni evolucionar de manera efectiva. En este contexto, la retroalimentación entre pares, aunque valiosa, no puede sustituir la mirada externa y profesional que una crítica experimentada puede ofrecer.

Cómo Influencian los Empresarios de Premios y su Impacto en el Teatro Emergente

A la falta de crítica profesional se suma la creciente influencia de empresarios de premios que han encontrado en el teatro una oportunidad de lucro a expensas del desarrollo artístico. Estos empresarios organizan ceremonias de premios que, a menudo, priorizan el espectáculo y el reconocimiento superficial sobre la verdadera evaluación artística. Las estatuillas de catálogo, o los certificados enmarcados, se convierten en símbolos del éxito más basados en la popularidad o la capacidad de generar ingresos que en la calidad artística.

Este fenómeno tiene un impacto negativo en el teatro independiente, en particular, ya que puede verse seducido por ilusiones sofistas y carentes de criterios razonables de evaluación plasmadas en la posibilidad de ganar un premio, en lugar de centrarse e incentivar el desarrollo de una voz artística única y auténtica. Los premios, en lugar de ser una validación del trabajo arduo, de calidad y de innovación, se convierten en objetivos en sí mismos. Esto desalienta la experimentación y la toma de riesgos, elementos esenciales para el crecimiento del teatro como forma de arte. Además, estos premios tienden a maleducar al público, que carentes de acceso a una crítica objetiva que les ayude a distinguir entre el arte y otro tipo de producciones. Esto refuerza una cultura en la que la estética y el entretenimiento de corta duración prevalecen sobre la reflexión profunda de contenido significativo.

La Proliferación de Festivales Sin Transparente Criterio de Selección o Curaduría

En Nueva York hay cabida para todo tipo de expresiones y algunas veces los festivales, locales o internacionales, son una gran vitrina para exponer y contrastar los trabajos. Sin embargo, la potencial crisis del teatro hispano gira alrededor del nivel de calidad. Por lo que otro fenómeno reciente que contribuye a esta crisis es la proliferación de festivales de teatro sin criterios claros de selección o curaduría. En un esfuerzo por llenar calendarios y atraer participación, muchos de estos eventos convocan una generosa gama de producciones sin un proceso de evaluación riguroso. Esto incluye tanto proyectos de gran formato como unipersonales, pero el denominador común es la falta de un estándar artístico que guíe dichas selecciones.

Sin desestimar el valor propio de los festivales, entre otras cosas el de promover intercambios de saberes, algunos festivales, al igual que los premios, no permiten el desarrollo serio del arte teatral. Al aceptar cualquier expresión, sin importar su rigor, calidad o profundidad, se estimula entonces la creación de trabajos instantáneos, frívolos o anodinos, producciones que carecen de la elaboración y el rigor necesarios para aportar algo significativo al panorama teatral. En lugar de incentivar el crecimiento artístico, estos festivales promueven la cantidad sobre la calidad, lo que conlleva un impacto negativo en la escena teatral en general.

Efecto acumulativo de esta proliferación de festivales sin curaduría es una saturación del paisaje teatral independiente y al haber tantas producciones de bajo nivel, las obras de manufactura más elevada y de concepción más rigurosa se ven opacadas. El público, inundado con opciones mediocres, puede perder el interés en volver a asistir al teatro cuando se lleva una idea errónea del complejo paisaje teatral, lo que afecta negativamente al movimiento, a las compañías y a los artistas más perseverantes en lo que se podría calificar como la elevación del nivel del teatro hispano.

Iniciativas y Oportunidades

A pesar de estos desafíos, hay muchas iniciativas y esfuerzos en marcha para apoyar y revitalizar el teatro hispano independiente. Organizaciones como Teatro SEA, el Teatro Repertorio Español y Pregones/PRTT (Puerto Rican Traveling Theater), han sido fundamentales para mantener viva la tradición del teatro en español en Nueva York. Además, hay un creciente interés en colaboraciones internacionales e interculturales que permiten a los artistas latinos trabajar con colegas de diferentes orígenes, en otros países, y experimentar con nuevas formas de expresión teatral.

Una posible oportunidad frente a la falta de crítica profesional podría ser la creación de plataformas independientes dedicadas exclusivamente a la crítica teatral hispana. Esto podría incluir la capacitación de nuevos críticos latinos que puedan abordar el teatro hispano desde una perspectiva culturalmente informada y ofrecer un análisis más matizado y relevante para las comunidades latinas y otras potencialmente afines al teatro hispano.

La apertura de espacios de lanzamiento de proyectos de teatro emergentes en general es crucial en la lucha contra las barreras económicas persistentes, sin embargo, dentro de criterios transparentes de apoyo y seguimiento futuro a dichos procesos. Un llamado a los teatros “con sede” para que mejoren las actuales y desarrollen más constantes estrategias de apoyo a iniciativas teatrales emergentes.

Además, es necesario fomentar la educación teatral y crítica en las universidades y programas de teatro, creando una nueva generación de críticos y artistas conscientes del valor del análisis riguroso y el diálogo constructivo. Esto también incluye la formación de audiencias más críticas y conocedoras, capaces de discernir entre producciones comerciales y aquellas que realmente aportan valor artístico y cultural.

El Papel del Público y la Comunidad

El apoyo del público es vital para el futuro del teatro hispano en Nueva York. Si bien el público actual desde muchos puntos de vista no es el reflejo exacto de la asistencia vista en otros tiempos, es importante reflexionar sobre nuestra responsabilidad, como teatreros, en esa disparidad, y sobre el reto para seducir esas audiencias. Tal vez exista la impresión de que el teatro hispano en Nueva York se haya ido ensombreciendo a la luz de otras expresiones inimitables, perdiendo su papel histórico de la crítica social, de pedagogía, de información o quizá de sanación social. Asistir a las producciones, promocionar las obras entre amigos y familiares, y donar a compañías de teatro son algunas de las formas en que el público puede manifestar su apoyo y sostener este importante sector cultural. Además, es crucial que las comunidades latinas se vean a sí mismas como parte integral de la narrativa del teatro en Nueva York y demanden una mayor representación y diversidad en el escenario.

Por otro lado, el público también debe ser educado en el entendimiento de que la calidad de una obra no se mide únicamente por la cantidad de risas que deportivamente genere en una noche, por los premios que una producción acumule en uno u otro evento, o por su efímera presencia en festivales. Es esencial fomentar una cultura de apreciación artística que valore la profundidad, la innovación y la honestidad por encima del reconocimiento superficial. Pero también debemos generar espacios alternativos de comunión con ese público que rompa la convención de la cita en el espacio cerrado y exclusivo. Llevar el teatro a donde se encuentra el público, en tributo de los peregrinajes de ese público al teatro.

Conclusión

Los retos y oportunidades del teatro hispano independiente en Nueva York, en el circuito Off-Off Broadway, son un reflejo de los desafíos más amplios que enfrentan las artes y la cultura en una sociedad que a menudo prioriza el lucro sobre el valor cultural. La falta de crítica teatral profesional, la influencia de empresarios de premios y la proliferación de festivales sin criterio de selección han exacerbado estos problemas, creando un entorno en el que el teatro emergente lucha por encontrar su identidad y mantener su integridad artística.

Sin embargo, hay una base sólida de expresiones, de talento, creatividad y pasión que puede ser la base para un renacimiento del teatro hispano independiente de Nueva York. Con el apoyo adecuado de las comunidades, el financiamiento público y privado, y un compromiso renovado con la diversidad y la inclusión, el teatro hispano puede no solo sobrevivir, sino prosperar y continuar siendo una voz vital en el paisaje cultural de la ciudad.

Este artículo pretende explorar algunos de los aspectos más importantes de la potencial crisis del teatro hispano en Nueva York, pero quizá, lo más relevante sería el servir de abrebocas y puente de diálogo para que esta conversación continúe. Las voces de los artistas, el público y la comunidad son esenciales para encontrar soluciones que aseguren que este espacio cultural pueda florecer y seguir enriqueciendo la vida de todos los neoyorquinos.

1-Off-Off Broadway, entendido como a-) físicamente, los espacios de hasta 100 sillas y b-) el tipo de producción: menos comerciales, más experimentales y/o innovadoras.
2-“The average age of the Broadway theatregoer was 40.4 years old. That was the youngest in the past twenty seasons.” https://www.broadwayleague.com/research/research-reports/ Visitada el 10-07-2024.

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