“Nosotros tenemos que seguir defendiendo que la mayoría somos gente buena”

Migrantes recién llegados, que se convirtieron en la manzana de la discordia en estas elecciones, vivieron la jornada entre la apatía y la preocupación

El recién llegado Camilo Mendoza, quien vive en un refugio en Manhattan, espera que tras las elecciones cese el ataque a quienes han llegado a buscar asilo

El recién llegado Camilo Mendoza, quien vive en un refugio en Manhattan, espera que tras las elecciones cese el ataque a quienes han llegado a buscar asilo Crédito: Edwin Martínez | Impremedia

Cientos de miles de neoyorquinos salieron masivamente a votar este martes 5 de noviembre desde las 6:00 de la mañana, a juzgar por la presencia elevada de votantes en las urnas, y aunque migrantes recién llegados, como Celina Durán, originaria de Rubio, Venezuela, se convirtieron en la manzana de la discordia entre republicanos y demócratas, quienes una y otra vez los mencionaron en sus discursos de campaña, con tintes opuestos, ella vivió el día con normalidad pero atenta a los resultados.

La madre de tres pequeños, quien vive en uno de los refugios de emergencia que abrió la administración municipal en el Upper West Side de Manhattan para tenderles la mano a los más de 214,000 migrantes que han llegado a la Gran Manzana desde la primavera del 2022, se declaró expectante pero no nerviosa por lo que significará para ella el próximo gobierno.

“Yo no sé mucho de política. Lo único que sé, es que gane quien gane, nosotros tenemos que seguir echándole bolas a esto para poder salir adelante aquí”, comentó la venezolana, mientras llevaba a sus pequeños a un parque cercano al sitio que en los últimos meses se ha convertido en su hogar. “Aunque uno siempre siente un poquito de escalofrío de que gane Trump, porque amenaza mucho, tampoco creo que nos vaya a correr, porque somos muchísimos y no creo que le pueda alcanzar el tiempo. Lo que si pediría al que gane es que nos vea de verdad como la gente buena que somos la mayoría y que arresten y deporten a los que son malandros, porque nos hacen quedar mal a todos”.

El colombiano Camilo Mendoza, quien también vive en otro albergue en la parte norte del condado de Manhattan, mostró un sentir compartido y vivió el día electoral trabajando, pues asegura que no pueden depender toda la vida del apoyo que reciben de la Ciudad.

“Para los que somos migrantes o los que pasamos papeles para pedir asilo, de estas elecciones no sabemos mucho, pero creemos el próximo presidente, que ojalá sea la muchacha (Kamala Harris) y no Trump debería comprometerse más a que no se sigan diciendo mentiras de nosotros”, comentó el joven, originario de Villavicencio, de donde afirma huyó de la violencia. “Hay que parar ya esa campaña de discriminación contra los que emigramos. Basta con que vengan a este refugio y vean que somos gente decente y ordenada que venimos es a aportar y no a robar”.

El migrante recién llegado sin embargo dijo que es consciente de que un grupo reducido de quienes han llegado a Nueva York en los últimos dos años “no se portan bien” y le sirvieron de impulso a los republicanos para pintarlos como “demonios y criminales” a todos.

“Trump se aprovecha de que algunos venezolanos han venido aquí a hacer crímenes, porque hay varios que son muy malos, como los que han apuñalado a quienes viven acá y atacado a policías, pero gane quien gane nosotros tenemos que seguir defendiendo que la mayoría somos gente buena”, agregó el solicitante de asilo. “Aunque en las elecciones todos se la pasaron hablando de nosotros, a veces es injusto porque nosotros ni nos podemos defender. Ojalá se acaben los ataques”.

Yosirán Ramírez, quien asegura ahora estar pasando por un bueno momento luego de la larga travesía que tuvo que hacer por la Selva del Darién y siete países con su esposa y sus dos niños, también aseguró que el día electoral para él fue un día normal en el que vio a mucha gente en lugares de votación.

“Nosotros por ahora para este país somos nada, y peor con todo lo que no solo Trump dice de nosotros sino incluso gente que vive aquí en Nueva York, que supuestamente es una Ciudad Santuario. pero ojalá eso cambie”, dijo el venezolano, mientras se preparaba para comenzar su jornada laboral como repartidor.

“Yo llevo poco aquí, y aunque os han ayudado mucho, ha sido duro. Espero que un día en el futuro pueda votar por políticos que de verdad defiendan a la gente. Nosotros no somos delincuentes somos gente buena. Hay malandros que se entraron, pero en vez de atacarnos a los buenos, hay que sacar a los malos”, agregó el solicitante de asilo, quien vive hace un par de meses en un refugio de emergencia del Upper West Side en Manhattan.

Por su parte, recién llegados como Brigida Lizaro, y Jesús Mercado, quienes también viven en uno de los refugios que le ha costado a la Ciudad más de $5,000 millones de dólares, manifestaron frontalmente que las elecciones no les interesan, pero otros como Diosdado Palacios, quien vivía en Caracas, no pudieron evitar mostrar preocupación y hasta angustia por lo que vendrá después de las elecciones.

“Aquí hay muchos que no se interesan por lo que pase, pero con mi esposa hemos hablado que nos da cutupeto (temor) que gane Trump y comience a frenarnos nuestros procesos de asilo, pero si no gana y gana la señora Kamala, nos preocupa que nos empiecen a atacar la gente de Trump y que nos haya violencia porque somos los últimos en la cola. Ojalá la Virgen de Táriba nos ayude”, pidió.

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