“No me arrepiento de volver a Venezuela”: el testimonio de joven migrante tras dejar Estados Unidos
Jedismar Gallego, joven venezolana de 20 años, relata su experiencia tras regresar de EE.UU. a su país, decisión que la hace sentir muy feliz
La joven venezolana asegura que es muy díficil vivir el llamado "sueño americano". Crédito: Fernando Llano | AP
Jedismar Gallego, una joven venezolana de 20 años, tomó una decisión poco común entre los migrantes: regresar a Venezuela después de haber vivido en Estados Unidos.
Más de un año después de su retorno, asegura que no se arrepiente y que, a pesar de los desafíos, ha encontrado tranquilidad y estabilidad junto a su familia.
Gallego ha utilizado sus redes sociales para compartir su experiencia, destacando que su caso no es representativo de la realidad de todos los venezolanos. En un video publicado en TikTok, respondió a una seguidora interesada en conocer su situación actual tras el retorno.
“Quiero que entiendan bien, que yo les hablo desde mi realidad. No soy una persona que tiene ningún tipo de beneficio del Gobierno. Soy de este pequeño porcentaje de personas que viven cómodas en Venezuela porque mis padres se han esforzado por trabajar y por tener una estabilidad económica lo suficientemente buena como para vivir tranquilos”, explicó.
Sin embargo, Jedismar no ignoró las dificultades que enfrentan otros venezolanos, especialmente quienes dependen de salarios o pensiones públicas. Un ejemplo cercano es su abuela, una jubilada que dedicó su vida al trabajo en un liceo y que hoy recibe una pensión de apenas 84 bolívares mensuales, equivalentes a unos dos dólares. “Eso no alcanza ni para cubrir una semana de gastos básicos”, lamentó.
A pesar de las limitaciones económicas del país, Gallego destacó que los jóvenes tienen posibilidades de progresar si cuentan con disposición y esfuerzo. “Para personas que tienen dos manos, dos piernas, que están jóvenes y que no dependen de un salario mínimo del gobierno, hay maneras de crecer, de aprender y de vivir bien en Venezuela”, afirmó.
Su perspectiva contrasta con la percepción predominante de quienes han emigrado, en su mayoría buscando mejores condiciones de vida en el extranjero. Jedismar subrayó que el contexto venezolano sigue siendo muy complicado, pero hay alternativas para quienes se encuentran en una posición más favorable o tienen acceso a recursos adicionales.
Contrastes entre la vida en Estados Unidos y Venezuela
Durante su estadía en EE.UU., Gallego enfrentó importantes desafíos económicos. Relató cómo convivir con varias personas en una misma casa le permitió ahorrar dinero, aunque el estilo de vida era limitado.
“Vivir todo el tiempo con 10 personas en una misma casa te permite ahorrar dinero para gastarlo como quieras. Pero si quieres tener una vida independiente, con un trabajo normal de 8 horas diarias, 5 días a la semana, y vivir solo, es muy difícil”, compartió.
De regreso en Venezuela, ha encontrado opciones que considera más viables para construir una vida estable. La cercanía de su ciudad natal con la frontera colombiana le ha permitido aprovechar oportunidades económicas disponibles en la región. “Ahorita hay muchas oportunidades: se pueden sacar motos financiadas, autos financiados, casas, un montón de cosas. No directamente con empresas estatales, pero sí hay alternativas”, explicó.
También, el amor por su familia fue el factor decisivo que llevó a Jedismar a regresar a Venezuela. “Siempre lo dije: la razón por la que yo me regresé es porque extrañaba mucho a mi familia”, confesó.
La estabilidad económica de sus padres, quienes cuentan con un negocio que les permite vivir cómodamente en el país, ha sido clave para que ella pueda sentirse tranquila. “Estoy bien aquí con ellos. No me arrepiento de haber vuelto”, señaló.
Aunque reconoce que Venezuela enfrenta problemas graves, como las fallas en los servicios básicos, Jedismar ha aprendido a adaptarse y a valorar las ventajas que su situación actual le ofrece. “No es perfecto, pero en mi caso, siento que estoy mucho mejor de lo que estaba en Estados Unidos”, concluyó.
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