Editorial: El futuro del Departamento de Educación
El gobierno federal necesita continuar invirtiendo en mejorar la educación de sus habitantes

Vista exterior del Departamento de Educación. Crédito: Shutterstock
Que un presidente tome a la ligera el futuro de la educación de los estadounidenses es motivo de mucha preocupación. Esta semana el republicano Donald Trump volvió a dejar entrever que tiene entre ceja y ceja el desmantelamiento del Departamento de Educación.
Desde el despacho Oval, el mandatario le dijo a varios reporteros que su nominada para Secretaria de Educación, Linda McMahon, eventualmente tendrá que “quedarse sin trabajo”. Y es que, tal como lo ha venido haciendo con otros asuntos, Trump cree que todo lo puede arreglar de un plumazo.
La idea de firmar una orden ejecutiva para acabar con una agencia tan importante bajo la justificación de reducir la burocracia federal no tiene ni pie ni cabeza. Especialmente cuando no vemos en el horizonte alternativas o vías que garanticen el interés por seguir apoyando el avance en el sistema público educativo.
Si hay algo en lo que el gobierno federal necesita continuar invirtiendo, es en mejorar la educación de sus habitantes, porque al final del día será el país el que se beneficie de ese talento.
Es por eso que apoyamos la presión que están ejerciendo grupos como la Asociación Nacional de Educación y la Federación Americana de Maestros para que la Administración Trump desista de su plan.
Activistas y maestros han denunciado con justa razón que lo que el gobierno pretende es privatizar la enseñanza, de tal manera que se esfumen los servicios clave para padres, educadores y niños.
Lógicamente, serán los estudiantes de las comunidades vulnerables quienes paguen los platos rotos.
La Casa Blanca y el Congreso deben garantizar que cada niño pueda recibir una educación de primera clase, sin importar su código postal o nivel de capacidad. No se puede dejar la carga solo a los estados.
Un país donde la educación está al alcance de todos verá los frutos en su economía. Sin gente preparada, una nación no puede ser competitiva. Qué parte no le queda clara a la actual Administración y al asesor Elon Musk, que está secundando esta acción.
El Congreso tiene la oportunidad de dar un paso al frente y aprobar por ejemplo la propuesta de ley Keep Our PACT Act – que establece un camino fiscalmente responsable para financiar completamente el Título I y la Ley de Educación para Individuos con Discapacidades (IDEA). De esta forma, durante los próximos 10 años, se establece que la educación sea una prioridad en el presupuesto federal.
Los padres de familia también pueden tomar un rol proactivo. Inunden con llamadas a las oficinas de los congresistas de sus distritos y expresen la urgencia que este asunto requiere antes de que se produzca la confirmación de la nueva Secretaria de Educación.