Feligresía católica de la Gran Manzana honra el legado del Papa Francisco: “Fue muy compasivo con los migrantes”
Creyentes católicos se volcaron a la catedral de San Patricio, en Manhattan, la iglesia más famosa del país

Miles de personas acudieron al altar mayor de la icónica catedral de Manhattan en donde se erigió una foto del fallecido sumo pontífice. Crédito: Fernando Martínez | Impremedia
La mexicana Rocío Sánchez, al igual que millones de feligreses católicos en el mundo, se despertó este lunes en Nueva York con una noticia que la impactó profundamente: el fallecimiento del Papa Francisco, a quien tuvo la oportunidad de observar muy de cerca, hace diez años en Washington.
“Era una persona que durante su servicio a la iglesia católica fue muy humilde. Habló de cambios importantes, para poner a nuestra iglesia en sintonía con los nuevos tiempos. Cuando lo tuve en frente, tenía una luz especial, era como un ángel”, relató Rocio a las puertas de la Catedral de San Patricio en Manhattan, el templo católico más famoso del país.
Desde muy temprano, en el altar mayor de esa majestuosa edificación, en donde el Santo Padre dirigió un servicio de oración en 2015, se ubicaron la silla dorada y las dos estolas que usó en esa ocasión. Al lado se erige una inmensa fotografía con su imagen. También se incluyó el cáliz que Francisco había regalado a Nueva York.
En la entrada principal de la iglesia, el Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York (NYPD) ayudó a instalar unas gigantescas cintas moradas y negras, como señal de luto.
Desde que el Vaticano confirmó la noticia, miles de feligreses lloraron, rezaron e hicieron reverencia en ese altar mayor, que normalmente recibe a muchos visitantes y turistas. En esta ocasión coincidían otros sentimientos y dudas.

“Será muy difícil de sustituir”
“Será muy difícil de sustituir. Desde que lo nombraron me emocionó mucho que fuese latinoamericano. Él tuvo la humildad de acercarse a todas las personas perseguidas: migrantes y personas LGBTQ+. Le dio más roles de liderazgo a las mujeres. Eso fue muy importante”, consideró Rocio.
Ya es historia como el primer Pontífice jesuita y latinoamericano se enfrentó con los tradicionalistas de la jerarquía católica, en su impulso por una iglesia más incluyente. Habló incansablemente del drama mundial de los migrantes, los marginados y la salud del planeta.
En su recordada visita a Nueva York, Francisco visitó una escuela de El Barrio. Allí ofreció una bendición especial a los inmigrantes, teniendo siempre en el centro de su discurso a las personas indocumentadas que viven en la ciudad.
“En las grandes ciudades, bajo el rápido ritmo de cambio muchas caras pasan desapercibidas porque no tienen derecho a estar allí, no tienen derecho a ser parte de la ciudad. Son los extranjeros, sus hijos que se quedan sin escuela, los privados de seguro médico, los sin techo, los ancianos olvidados”, dijo el argentino en su homilía del 25 de septiembre de 2015, en una multitudinaria misa en el Madison Square Garden.

“Todavía vive“
La partida física del Papa también movió la fibra de la colombiana Patricia Piedraíta, quien estaba de vacaciones en la Gran Manzana y acudió muy temprano a orar a la catedral de San Patricio.
“Fue una persona que tuvo mucha compasión con los más marginados. Siempre supe que tenía a mi país en sus oraciones. Yo soy una practicante católica y como tal lo respeté y valoré mucho. Cuando me enteré de la mala noticia, el primer pensamiento que tuve fue venir aquí a esta iglesia. Y no me extraña la cantidad de gente que vino a los mismo”, contó Patricia.
También este lunes muy temprano, el arzobispo de Nueva York, Timothy Dolan, celebró una misa en la icónica catedral de la Quinta Avenida de Manhattan, en donde se rindió homenaje al líder de la iglesia católica: “Estamos convencidos que aunque el Papa Francisco ha fallecido, ha pasado de esta vida a la otra, todavía vive, todavía vive”.

Hispanos: más de la mitad son católicos
Un estudio de Pew Research Center precisa que entre los católicos hispanos en todo el país, el 58% nació en el exterior y el 22% en EEUU, de al menos un progenitor inmigrante. En cambio, el 83% de los católicos blancos proviene de familias que han residido aquí, durante tres generaciones o más.
El 52% de los inmigrantes hispanos, se identifican como católicos.
Si aplicamos estas tendencias en la población hispana de NYC, se podrían hacer derivaciones y estimar que hay alrededor de 650,000 católicos hispanos en la ciudad.
