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Conductor hacía traslados de cocaína para millonarios en Nueva York: se declara culpable y su abogado lo justifica

Dos conductores de viajes compartidos y Uber enfrentan cargos por narcotráfico en NY. Uno ya se declaró culpable y el otro podría ser deportado

Michael Khodorkovskiy es doble ciudadano de Ucrania y EE.UU.

Michael Khodorkovskiy es doble ciudadano de Ucrania y EE.UU. Crédito: Suffolk County District Attorney's Office | Cortesía

Michael Khodorkovskiy, conductor de una limusina Mercedes Benz, admitió en una corte de Nueva York que dirigía un servicio de reparto de drogas entre Brooklyn y Montauk (Long Island), vendiendo cocaína a precios elevados para clientes de alta gama.

Khodorkovskiy, de 44 años, admitió un cargo de tráfico de drogas en un tribunal de Riverhead como parte de un acuerdo con la fiscalía del condado Suffolk que se espera le condene a 10 años de cárcel en su sentencia del 29 de mayo. “Esto no es un vertedero de narcóticos peligrosos provenientes de la ciudad de Nueva York”, afirmó el fiscal de distrito Raymond Tierney en un comunicado. “Esta declaración de culpabilidad demuestra nuestro compromiso de interrumpir el flujo de narcóticos peligrosos hacia el condado Suffolk”.

Khodorkovskiy y Alexandr Dyatchin fueron arrestados en agosto y acusados de vender cocaína de alta calidad a precios inflados en los Hamptons, en lugares como el “Montauk Yacht Club”, el restaurante Rosie’s y, con mayor frecuencia, en Newtown Lane en East Hampton, considerado el “Rodeo Drive” de los que buscan casas de vacaciones de verano, detalló New York Post. Fueron capturados tras vender grandes cantidades de cocaína a policías encubiertos, incluyendo cuatro transacciones en las que los agentes les compraron dos onzas o más, según la fiscalía.

Ambos hombres, que trabajaban como conductores de viajes compartidos y Uber, fueron acusados ​​de 47 cargos relacionados con drogas después de que la fiscalía afirmara que traficaban desde autos de lujo Mercedes Benz equipados con “trampas” o compartimentos ocultos para ocultar la droga.

No solo traficaban cocaína, que vendían al triple del precio en la calle, sino también pastillas y MDMA, una droga para fiestas mejor conocida como ecstasy o “molly”, según la fiscalía. Khodorkovskiy, ciudadano estadounidense nacido en Ucrania, fue esposado el 2 de agosto junto con Dyatchin, de 39 años, quien presuntamente ideó el lujoso plan de reparto de cocaína. Los dos han permanecido detenidos desde agosto.

Durante la redada de ese mes las autoridades descubrieron más de tres libras del narcótico en polvo blanco y pastillas escondidas en trampas dentro de su Mercedes Benz S500, informaron las autoridades en ese momento. También encontraron casi $39,000 dólares en efectivo y 39 monedas de oro con un valor de $100,000 en su residencia de Brooklyn, según la fiscalía.

En la casa de alquiler de Dyatchin en East Hampton había 589 gramos de cocaína dividida en paquetes, 269 gramos de MDMA y cerca de $20,000 dólares en efectivo. Su Mercedes tenía otros 50 sobres de cocaína escondidos en trampas.

Si bien una bolsita con menos de un gramo de cocaína se vendería por $50 dólares en la calle, el dúo vendía la misma cantidad a $150 dólares, según la fiscalía. El lunes, a las afueras del tribunal, el abogado de Khodorkovskiy, Matthew Myers, declaró que su cliente trabajó duro toda su vida y atravesó momentos difíciles durante la pandemia al frente de su negocio de limusinas. Dijo que acumuló una deuda de $100,000 dólares y perdió todos los demás vehículos que había comprado para la empresa, reclutándose finalmente en el narcotráfico.

“A Khodorkovskiy le pidieron muchas veces que proporcionara narcóticos a fiesteros adinerados de Manhattan”, dijo Myers, señalando que su cliente rechazó la solicitud hasta que, desesperado, recurrió al narcotráfico. En tanto, Dyatchin tiene pendiente comparecer ante el tribunal. No es ciudadano estadounidense, su visa se ha vencido y podría ser deportado si es condenado.

Todos los cargos son meras acusaciones y se presume que las personas procesadas son inocentes hasta que se pruebe su culpabilidad en un tribunal.    

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