Fieles católicos neoyorquinos expectantes ante el cónclave: ¿será un pontífice progresista o conservador?
Analistas coinciden en que difícilmente la Iglesia pueda romper el legado de Francisco, autoridades eclesiásticas locales mantienen la prudencia

La devota mexicana Teresa Torres subraya lo que considera una sola verdad: "Al papa lo escoge Dios" Crédito: Fernando Martínez | Impremedia
Neoyorquinos católicos y expertos en asuntos papales, consideran que del cónclave del Vaticano debería emerger un sumo pontífice que continúe con las ideas, en cierto modo revolucionarias, de Francisco I. Otros apuntan que los principios dogmáticos, más arraigados en la tradición eclesiástica, deben ser retomados. Este mismo debate, complicado, difuso y cada minuto más creciente, se observa en diversas partes del mundo.
Como coinciden centenares de teólogos y analistas, el primer Sumo Pontífice de origen latinoamericano significó un parteaguas para la doctrina católica: humanizó la iglesia, puso en el debate temas como la inclusión de la mujer, la tolerancia y la aceptación al colectivo LGBTQ, y activó toda una dinámica de nuevas visiones “impensables” para los más conservadores, como el diálogo con otras religiones.
Para el colombiano Luis Alejandro Medina, reportero de la cadena Telemundo e investigador por más de 40 años de los temas del Vaticano, será muy difícil que esta elección papal, termine en un giro de la máxima jerarquía eclesiástica, a una arena más conservadora.
“Será complicado hacer a un lado, los cambios de este pontificado. No se trata de superficialidades políticas de izquierda o de derecha, sino de profundidades dogmáticas. Francisco redescubrió a la iglesia y la llevó sus orígenes de misericordia con los más vulnerables, como los migrantes, por ejemplo. Mandó un mensaje que las ovejas que están fuera del rebaño, hay que rescatarlas, no condenarlas”, explicó Medina, quien fue testigo de los actos fúnebres de Jorge Bergoglio. Este comunicador ha seguido de cerca tres cónclaves papales.
En este péndulo, que parece moverse simplemente entre los progresistas y los más conservadores, la devota mexicana Teresa Torres, esta semana oraba en la iglesia de San Patricio de Manhattan. Ella desde su profunda fe, se ubica en el segmento de quienes opinan, que todo lo que suceda, será finalmente un designio de la “providencia divina”.
“Nosotros debemos entender que Dios es quien está detrás de todo esto. Y pasará lo mejor para su iglesia. Esto no es un asunto del hombre. No es lo que nosotros queramos”, remarcó Teresa.
La visión de esta feligresa, es exactamente la misma, que la del cardenal de Nueva York, Timothy Dolan, quien este lunes replicó ante medios locales, una reflexión de un predicador franciscano: “Todos están asustados porque se tiene una tarea difícil. Es fácil. El Espíritu Santo, ya ha elegido al próximo papa. Su trabajo es descubrir quién es'”.

En la balanza
Desde el momento en que los cardenales, fijaron el 7 de mayo como la fecha de inicio del cónclave para la elección del nuevo pontífice, se convirtió en un evento trascendente e inquietante para la Arquidiócesis de Nueva York, que atiende a 2,5 millones feligreses de Manhattan, El Bronx y Staten Island, también para la Diócesis de Brooklyn, que sirve a 1,5 millones de creyentes en este condado y Queens. La mayoría de estos practicantes son comunidades hispanas.
Aqui, al igual que en todas partes del orbe, se generan diversas opiniones en torno a este proceso sucesorio, destinado a seleccionar al 267° líder de la Iglesia Romana.
Pero en la Gran Manzana, una ciudad dominada políticamente por el ala más progresista del partido demócrata, se tiene mucha familiaridad con la polaridad que impone la discusión entre la izquierda política y la derecha, incluyendo temas culturales incendiarios como el aborto, los derechos del colectivo LGBTQ y especialmente los extremos morales que las religiones cristianas, imponen a las comunidades hispanas.
Hay temas desalentadores para la institución católica en la ciudad de Nueva York: en los cinco condados, por diversos factores, la matrícula de kínder a octavo grado en sus escuelas, ha disminuido un 42% desde 2014.
Varios reportes indican una falta de conexión de esta institución, con las nuevas generaciones de hispanos neoyorquinos.
En medio de esta vorágine de “apuestas papales”, el cardenal neoyorquino, Timothy Dolan, quien participará en cónclave, ha querido poner en las últimas horas, las cosas en una balanza: “Creo que todos los cardenales del mundo no nos vemos como pertenecientes a un bando, sino como creyentes, como discípulos, como hermanos”.
¿El arzobispo de Newark?
Como explica el periodista de Telemundo, Luis Alejandro Medina, el centro y la razón de ser de la iglesia católica, en el área tri estatal de Nueva York, son las comunidades hispanas.
“Llama mucho la atención para los vaticanólogos, con los cuales he conversado, la forma cómo la iglesia católica aquí en nuestra área, se nutre y se alimenta de los hispanos, pero también como el cardenal Joseph Tobin, arzobispo de Newark, Nueva Jersey, se encuentra entre los posibles candidatos a suceder a Francisco”, aseguró.
En efecto, como confirma la publicación National Catholic Reporter (NCR), se están considerando dos opciones papales estadounidenses, entre ellos el cardenal Tobin.
En este informe se destaca que históricamente, ha habido poco interés en el Colegio Cardenalicio por la idea de un papa de Estados Unidos, una superpotencia mundial. Aunque este cónclave podría ser diferente.
“A sus 72 años, el currículum eclesiástico de Tobin es completo, desarrollado principalmente fuera de Estados Unidos, lo que podría disipar las preocupaciones de quienes desconfían de un papado americéntrico”, especifica NCR.
Por su parte, Medina también subraya el “gran carácter pastoral” de Tobin y su evidente postura “anti-Trump”.
Otro cardenal estadounidense mencionado como una opción en medios italianos es Raymond Burke, del ala más ultraconservadora, descrito como un enemigo acérrimo de cualquier revisión dogmática de la iglesia.
Burke era el Arzobispo de San Luis y de acuerdo con versiones de publicaciones estadounidenses sería el favorito del presidente Donald Trump para tomar las riendas del Vaticano.

Temas complicados
Para decenas de neoyorquinos consultados el asunto no es tan simple. Como opina el docente de historia panameño, Luis Acosta, residente de Brooklyn, quien se califica como “excatólico” y estudioso de las religiones, el proceso de votación para elegir al sucesor en el trono de San Pedro, es “simplemente un juego de poderes e intereses económicos y políticos, como cualquier otro”.
“Detrás de la elección de un príncipe, siempre hay maniobras. Y en este caso, veremos lo mismo. Veamos cómo es la historia de los Papas en 2,000 años. Se han plegado a agendas políticas, han apoyado dictaduras y genocidios. Hay un predominio ahora de los gobiernos de ultraderecha. Y eso, tiene una influencia en ese reino ubicado en el Vaticano, que no es necesariamente un centro espiritual, sino de intereses geopolíticos”, interpretó.
Otras católicas, que se autodenominan como “apostólicas y romanas”, como la dominicana Camila Placencia, de 68 años, residente de Washington Heights, tienen la certeza que para evitar que “su iglesia”, siga perdiendo fieles y atraiga a las nuevas generaciones, se requiere que se continúe con el legado del papa argentino.
Camila observa cuando camina por el Alto Manhattan, cómo muchos centros de fe, en las últimas décadas, han entrado en “comunión con la realidad del hombre moderno”.
“Ya no estamos en la edad medieval. Mi iglesia no puede seguir siendo tan machista. Como es posible que las mujeres sean algo así, como las sirvientas de los sacerdotes. Yo quiero ver en el futuro a una ‘cardenala’ o una ‘obispa’. Así como hay sacerdotizas y rabinas en otras iglesias”, comentó la isleña, quien recuerda orgullosa, que empezó su devoción católica en la Catedral Primada de Santo Domingo.
Discusiones espinosas
Asimismo, esta migrante dominicana, quien asiste a la iglesia Nuestra Señora de la Esperanza en el Alto Manhattan, también esgrime que mientras muchas iglesias de Nueva York, ondean las banderas de la comunidad LGBTQ, porque “también ellos son hijos de Dios”, existen corrientes en la jerarquía católica que les sigue “cerrando las puertas”. Pero a la vez “no castigan como se debe a los pederastas”.
“Francisco I, fue el primero que se atrevió a hablar de ese tema. Y muchos más. Fue un hombre moderno. Y le cayeron encima. Cristo no discriminó a nadie, por el contrario, andaba con los marginados. Debemos analizar por ejemplo, por qué nuestra iglesia sigue perdiendo fieles”, acotó.
Otros como el cubano, Miguel Zambrano “no confía en nada” en un movimiento progresista, dentro de la iglesia, que a su criterio le dio de “alguna manera oxígeno” a las dictaduras de Nicolás Maduro en Venezuela y la de los hermanos Castro en Cuba.
“Creo que la iglesia debe replantearse muchas cosas, una de ellas es su silencio ante las atrocidades de regímenes asesinos como los de Cuba y Venezuela. El Papa fallecido fue amigo de estos genocidas. Les dio la mano. Los bendijo. Y eso fue decepcionante”, agregó.
¿Sin bandos?
Hay otros análisis que perfilan en un cónclave que no estará basado en el “cliché” de una guerra, entre los bloques progresistas y conservadores.
El periodista británico Austen Ivereigh, especializado en la Iglesia católica y el papado de Francisco, en un artículo para el Financial Times, pondera que “al igual que al comprar una propiedad, una cosa es hacer una lista de cualidades ideales, y otra muy distinta analizar lo que realmente hay en el mercado. Ningún cardenal puede cumplir todas las expectativas: hay que tomar decisiones, que a su vez reflejan prioridades.
Ivereigh expone que esa disputa entre izquierda y derecha, era en gran medida cierta, cuando las elecciones papales las decidían los europeos.
“Actualmente, los cardenales provienen de 94 países diferentes. Si bien Europa, sigue siendo el grupo más numeroso con 53 electores, sus congregaciones están disminuyendo rápidamente. La mayoría de los católicos actualmente se encuentran en América, con 37 electores. Sin embargo, las congregaciones están creciendo con mayor rapidez en Asia y África, con 23 y 18 electores respectivamente”, puntualizó el experto.
Como coinciden varios analistas, a largo de sus 12 años como vicario de Cristo, el primer papa de origen hispanoamericano diseñó una nueva “geopolítica eclesial” y dejó como herencia el colegio cardenalicio más heterogéneo de la historia. 80% de los purpurados fueron nombrados por él.
Los cinco papables:
De acuerdo a sus revisiones e interpretaciones, el periodista Luis Alejandro Medina, quien además es autor del libro ‘Crónicas con Jesús’, considera que en este momento, desde su “humilde perspectiva”, los cinco candidatos más fuertes son:
- Luis Antonio Tagle. 67 años. Filipino: Es considerado un moderado dentro del catolicismo y se le conoce como el “Francisco asiático” por su dedicación a los problemas sociales y su empatía con los migrantes.
- Matteo Zuppi. 69 años. Italiano: El presidente de la Conferencia Episcopal Italiana se ha convertido en una figura emergente dentro de la Iglesia, debido al enfoque social de su servicio pastoral. Se ha llamado varias veces “el Francisco Italiano”.
- Peter Turkson. 76 años. Ghana: Es el purpurado africano más cercano al papa Francisco, en la actualidad ocupa un lugar distinguido en el colegio cardenalicio.
- Pierbattista Pizzaballa, 60 años. Italiano: Es el máximo responsable del Vaticano para asuntos de Medio Oriente, es considerado como un posible favorito.
- Pietro Parolin, 70 años, Italiano: Ha sido el segundo al mando del papa Francisco desde 2013, cuando Francisco lo nombró secretario de Estado.