Compradores de viviendas dicen que una recesión podría hacerlos más propensos a comprar una casa

A medida que se intensifica la ansiedad económica, una nueva encuesta de Realtor.com revela que los compradores de vivienda en EE.UU. se preparan para una posible recesión, pero ¿hay algo positivo? Si bien el 63.4% de los compradores de vivienda encuestados afirmó esperar una recesión en los próximos 12 meses, lo que representa uno de los niveles de preocupación más altos desde 2019, casi el 30% indicó que una recesión los haría algo más propensos a comprar una vivienda. Esto es casi el doble que el porcentaje de quienes informan que tendrían menos probabilidades de comprar una vivienda durante una recesión (15.8%). Estos matices de opinión indican un panorama de compra único, marcado por la cautela y, por otro lado, por la oportunidad.

“La confianza en la economía se ha visto claramente afectada por los constantes titulares sobre comercio, aranceles e incertidumbre en las tasas“, afirmó Danielle Hale, economista jefe de Realtor.com. “Sin embargo, si bien existen preocupaciones, algunos compradores anticipan que una recesión puede traer oportunidades. Los compradores bien preparados que han estado esperando al margen probablemente estén motivados por necesidades personales y de estilo de vida, como familias en crecimiento, nuevos empleos o jubilaciones, y estas consideraciones pueden compensar las incertidumbres económicas a corto plazo”.

La incertidumbre económica no detiene a todos

Existe un mayor temor a una recesión. Sin embargo, para el 29.8% de los compradores que se mantienen motivados, e incluso indican que podrían ser más propensos a comprar durante una recesión, la posibilidad de tasas hipotecarias más bajas y una menor competencia en medio de una desaceleración económica sirven como incentivos clave. Al mismo tiempo, el 54.4% afirmó que una recesión no afectaría su decisión de comprar una vivienda. Esto indica que muchos compradores se dejan llevar más por las circunstancias de la vida que por los cambios macroeconómicos. Solo el 15.8% de los encuestados indicó que sería menos probable que comprara durante una recesión, lo que refuerza la idea de que el mercado inmobiliario podría mantener su resiliencia incluso en un clima económico inestable.

Obstáculos para la compra: Inventario, presupuestos y dificultades para obtener préstamos

Si bien hay un lado positivo para muchos compradores, otro aspecto del mercado presenta desafíos. El limitado inventario de viviendas en venta sigue siendo el mayor obstáculo para los compradores, con un 44.3 % que cita la falta de viviendas que satisfagan sus necesidades como una preocupación importante. Si bien la actividad de venta ha mejorado en comparación con el año pasado, el inventario activo total se mantiene un 16.3 % por debajo de los estándares históricos , lo que limita la oferta y frena el impulso.

Las limitaciones presupuestarias se consideraron un problema importante para el 36% de los compradores de vivienda encuestados, un problema que podría intensificarse en los próximos trimestres si la inflación repunta debido a los aranceles o si las tasas de interés se mantienen elevadas. Los desafíos relacionados con el crédito también están aumentando. El 13.5% de los compradores mencionó las malas calificaciones crediticias como un obstáculo, mientras que el 8.2% tuvo dificultades para calificar para una hipoteca. Con el endurecimiento de los estándares por parte de las entidades crediticias y los cambios en los préstamos estudiantiles que afectan la salud crediticia, el panorama financiero podría volverse más difícil para algunos compradores.

Un mercado menos competitivo ofrece alivio para algunos

El frenesí competitivo de los últimos años parece estar disminuyendo. Solo el 7.7 % de los compradores encuestados identificó las pujas excesivas como una de sus principales preocupaciones en el primer trimestre de 2025, frente al 10,4 % del año anterior. Esta tendencia se alinea con un mayor tiempo en el mercado, un aumento moderado de las propiedades en venta y precios más estables; todo lo cual apunta a una búsqueda de vivienda más lenta y menos estresante. Para los compradores capaces de actuar en medio de la incertidumbre, las condiciones actuales pueden ofrecer mayor poder de negociación, más opciones y menos presión que en los últimos años.

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