Acusado de matar a legisladora en Minnesota era conservador y profundamente religioso, según AP
Vance Luther Boelter, de 57 años, fue identificado por las autoridades como el sospechoso del tiroteo que acabó con la vida de Melissa Hortman y su esposo
Crédito: FBI | AP
El hombre acusado de asesinar a Melissa Hortman, legisladora de Minnesota, tenía un historial de creencias religiosas fervientes, opiniones conservadoras y una aparente frustración con la dirección moral de Estados Unidos, según una investigación exclusiva de la agencia The Associated Press (AP).
Vance Luther Boelter, de 57 años, fue identificado por las autoridades como el sospechoso del tiroteo que acabó con la vida de Hortman y su esposo, Mark, el sábado pasado. Según AP, Boelter se hizo pasar por un oficial de policía antes de disparar contra la pareja en su residencia cerca de Minneapolis.
También es acusado de herir al senador estatal John Hoffman y a su esposa en un ataque separado la misma jornada. Ambos sobrevivieron.
El gobernador demócrata Tim Walz calificó los asesinatos como “un crimen con motivaciones políticas”.
Según amigos y conocidos entrevistados por AP, Boelter era un cristiano evangélico devoto, asistía a actos de campaña del presidente Donald Trump y, aunque no solía hablar abiertamente de política, mostraba una clara inclinación hacia la derecha.
Una grabación obtenida por la AP revela que en un sermón pronunciado en febrero de 2023 en la República Democrática del Congo, Boelter denunció que muchas iglesias en Estados Unidos estaban “tan desorganizadas que no saben que el aborto está mal”. Aunque solo mencionó el tema una vez en tres sermones revisados, sus palabras reflejan una visión conservadora profundamente arraigada.
En el lugar del crimen, las autoridades encontraron una camioneta tipo SUV con diseño similar a un vehículo policial y materiales como panfletos de una protesta anti-Trump y una libreta con nombres de otros legisladores, defensores del aborto y funcionarios de salud. Dos oficiales que hablaron bajo condición de anonimato confirmaron a AP que algunos de los nombres pertenecían a figuras públicas conocidas por su defensa de los derechos reproductivos, como las víctimas del ataque.
Pese a sus creencias, no hay evidencia de que Boelter haya hecho amenazas públicas antes de los tiroteos, aseguró Drew Evans, jefe de la Oficina de Aprehensión Criminal de Minnesota.
Boelter y su esposa eran propietarios de una empresa de seguridad privada fundada en 2018. En su página web, aparecía un vehículo rotulado como si fuese patrulla y fotos de personal con equipo táctico. Según AP, también trabajó como contratista de seguridad en África y Medio Oriente y en 2023 relató que había creado negocios agrícolas en el Congo.
Boelter había sido nombrado por dos gobernadores demócratas —Mark Dayton y Tim Walz— como miembro de una junta estatal de desarrollo laboral, en la que coincidió con Hoffman, una de sus presuntas víctimas.
Pese a su perfil público, Boelter parecía atravesar dificultades económicas recientes. El año pasado comenzó a trabajar para una funeraria transportando cuerpos desde hogares de ancianos, según AP. Renunció hace cuatro meses.
En días recientes, había comenzado a dormir fuera de casa en una habitación alquilada en Minneapolis. Fue desde ese lugar que envió un mensaje a sus compañeros de piso antes del ataque, diciendo que “tal vez moriría pronto” y que los amaba.
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