Países tendrán “tiempo considerable” para corregir fallas y evitar veto migratorio de EE.UU.
El Departamento de Estado insistió en que la evaluación se basa en criterios técnicos como la cooperación en la repatriación de nacionales deportados

Estados Unidos no ha fijado una fecha límite para imponer nuevas restricciones Crédito: Rod Lamkey, Jr. | AP
El Departamento de Estado de Estados Unidos aseguró este martes que los países bajo evaluación para una posible inclusión en la lista de veto migratorio tendrán “un tiempo considerable” para corregir las deficiencias en sus sistemas de control aduanero y gestión de identidad, antes de que se adopten medidas restrictivas.
La portavoz del Departamento, Tammy Bruce, desmintió que exista un ultimátum inminente a 36 países, como sugirió el diario The Washington Post, que el sábado citó un memorando interno en el que se hablaba de un plazo de 60 días para que dichas naciones cumplieran una serie de requisitos antes del 18 de junio.
“Lo cierto es que estos países tendrán un tiempo considerable para rectificar cualquier situación que afecte nuestra confianza en el proceso de emisión de visas”, afirmó Bruce.
Según explicó, Estados Unidos no ha fijado una fecha límite para imponer nuevas restricciones, sino que contempla ofrecer a los países señalados un período de revisión y adecuación. “Si no llegan a ese punto en el que podamos confiar en ellos, tendrán que actualizar sus sistemas y hacer lo necesario para demostrar que podemos confiar en su información”, agregó la vocera.
La aclaratoria la hizo en medio de una creciente preocupación por la posible ampliación del veto migratorio impuesto por el gobierno de Donald Trump, que el pasado 4 de junio ya prohibió el ingreso y la emisión de visas a ciudadanos de 12 países —entre ellos Afganistán, Irán, Somalia y Yemen—, y aplicó restricciones parciales a naciones como Cuba, Venezuela, Laos y Sierra Leona.
Bruce evitó confirmar cuántos países están bajo observación, pero insistió en que la evaluación se basa en criterios técnicos como la cooperación en la repatriación de nacionales deportados, la seguridad documental, el intercambio de datos y la confiabilidad de los sistemas de identificación.
Recalcó asimismo que ni la ubicación geográfica ni el continente de origen son factores determinantes en las decisiones del Departamento de Estado.
“El proceso de adjudicación de visas debe garantizar que quienes viajan a Estados Unidos no representen una amenaza para la seguridad nacional ni para la seguridad pública. Ese es un estándar básico que todos los países deberían poder cumplir”, subrayó.
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