Inundaciones mortales podrían ser la nueva normalidad mientras Trump desmantela agencias federales
Hay una preocupación de que el caos y los recortes alentados por Donald Trump y Elon Musk, en el NWS y FEMA pudieron haber contribuido a la cantidad de muertos

En la época de más actividad para las predicciones de tormentas, olas de calor mortales e incendios forestales, la dotación de personal del servicio meteorológico se ha reducido en más de un 10%. Crédito: Eli Hartman | AP
Las fatales inundaciones en Texas podrían marcar una nueva normalidad en Estados Unidos, ya que el presidente Donald Trump y sus aliados están desmantelando las agencias federales más importantes que ayudan a los estados a prepararse y responder al clima extremo y otros riesgos, alertaron los especialistas.
Más de 100 personas han perdido la vida y decenas más continúan desaparecidas luego de que las inundaciones repentinas en la zona árida conocida como Texas Hill Country arrasó campamentos de vacaciones y casas enteras el viernes en la noche, en lo que parecía ser una tormenta sin importancia que se detuvo antes de arrojar grandes cantidades de lluvia en un corto periodo de tiempo. Algo que se ha vuelto más común mientras el planeta se sigue calentado todos los días.
Aún no está claro por qué el sistema de alerta temprana no logro una evacuación de personas oportuna de Camp Mystic, donde 700 niñas estaban acampando en una llanura aluvial conocida en el río Guadalupe, sin embargo, hay una preocupación gradual de que el caos y los recortes alentados por Trump y el magnate sudafricano, Elon Musk, en el Servicio Meteorológico Nacional (NWS) y la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA) pudieron haber contribuido a la cantidad de muertos.
“Este es precisamente el tipo de tormenta del que meteorólogos, climatólogos y expertos en gestión de emergencias llevan décadas hablando y advirtiendo, y no hay ninguna razón para que no ocurra en otras partes del país. Esto es lo que ocurre cuando se permite que el cambio climático se propague sin control y desmantele el sistema de gestión de emergencias, sin invertir en él a nivel local y estatal”, declaró la profesora de gestión de emergencias de la Academia Marítima de Massachusetts, Samantha Montano.
Se necesita de mucho dinero, experiencia y tiempo para eliminar el peligro y garantizar que las agencias estén preparadas para responder ante una inundación como la de Texas. Y si se descartan esos esfuerzos de preparación, si se despiden a quienes hacen esa labor, la respuesta no será eficaz.
La agencia FEMA fue creada en 1979 por el entonces presidente Jimmy Carter, justamente porque los estados estaban teniendo dificultades para hacer frente a grandes desastres, y trabajaba en estrecha colaboración con agencias gubernamentales estatales y locales para ofrecer recursos, coordinación, experiencia técnica, liderazgo y comunicación con el público cuando no pueden combatir la situación solos.
En su regreso a la Casa Blanca, Trump inmediatamente empezó a amenazar con disolver la agencia en medio de sus esfuerzos para ayudar a las comunidades destruidas por los incendios forestales en Los Ángeles, California, y el huracán Helene, la tormenta de categoría 4 que dejó al menos 230 personas muertas en el sur de los Apalaches.
Las amenazas siguieron a las promesas de desmantelar FEMA al final de la temporada de huracanes de 2025, sin dar a conocer un plan claro sobre el futuro.
Los recortes forman parte de las afirmaciones infundadas por el gobierno republicano de que los estados y las empresas privadas son capaces y están mejor posicionados para proporcionar la mayoría de los servicios federales, como el pronóstico del tiempo, la investigación científica y la gestión de emergencias.
Informes sugieren que más de un tercio de la fuerza laboral permanente a tiempo completo de FEMA ha sido destituida o ha aceptado indemnizaciones, incluyendo algunos de sus líderes más experimentados y conocedores que coordinan respuestas a desastres, que pueden incluir a numerosas agencias federales por meses o años, reportó The Guardian.
La gestión de emergencias y el servicio meteorológico trabajan en estrecha colaboración. En el NWS, más de 600 personas han sido despedidas o se han jubilado anticipadamente, lo que ha causado que las oficinas en las zonas propensas a tormentas e inundaciones en Estados Unidos carezcan de personal disponible las 24 horas. La agencia en cuestión también ha tenido que reducir el monitoreo meteorológico de rutina.
Dos meteorólogos de alto nivel de la oficina del NWS de San Antonio, responsable de los pronósticos en la región de Hill Country, estaban entre las víctimas de las adquisiciones y despidos de Musk. Entre ellos estaba el meteorólogo coordinador de alertas, quien suele ser responsable de la coordinación con los gestores de emergencias locales para ayudar explicar los pronósticos del NWS en posibles impactos que orienten las acciones locales, como alertas y órdenes de evacuación.
Pero el mandatario republicano aseguró que era improbable que se revirtieran los recortes de personal del NWS, incluso tras las inundaciones en Texas.
“Creo que no”, declaró Trump el domingo sobre una posible reversión. “Esto ocurrió en segundos. Nadie lo esperaba. Nadie lo vio. Hay gente muy talentosa allí, pero no lo vieron”.
Por su parte, Accuweather, el conocido servicio comercial para el pronóstico del tiempo, depende del NWS para obtener gran parte de sus datos y pronósticos meteorológicos fundamentales. FEMA suele intervenir para cubrir los costos de alojamiento de emergencia y reconstrucción de los estadounidenses que faltan de un seguro adecuado o de los medios para reconstruir.
Los informes sugieren que los globos meteorológicos que evalúan el riesgo de tormentas midiendo la velocidad del viento, la humedad, la temperatura y otras condiciones que los satélites podrían no detectar, se cancelaron desde Nebraska hasta Florida debido a la escasez de personal.
En la época de más actividad para las predicciones de tormentas, olas de calor mortales e incendios forestales, la dotación de personal del servicio meteorológico se ha reducido en más de un 10% y, por primera vez en casi medio siglo, algunas oficinas meteorológicas ya no tienen cobertura 24 por siete.
En el mes de mayo, la oficina del NWS en el este de Kentucky se apuró a cubrir el pronóstico nocturno mientras tormentas severas atravesaban la región, causando numerosos tornados que finalmente dejaron a 28 personas muertas.
Pese a las amenazas, el proyecto de ley de presupuesto firmado por Trump recorta $150 millones de dólares en fondos a la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) para ayudar a mejorar los pronósticos futuros y también reduce la cantidad de dinero a la Fundación Nacional de Ciencias, la principal agencia federal que respalda la investigación en ciencia básica e ingeniería, en un 56% el siguiente año.
El presupuesto 2026 incluye recortes significativos a la NOAA, incluyendo la eliminación de la Oficina de Investigación Oceánica y Atmosférica, lo que esencia podría significar el fin de los esfuerzos para mejorar las alertas para siniestros como las inundaciones de Texas, alertó Alan Gerard, exjefe de la División de Investigación y Desarrollo de Alertas del Laboratorio Nacional de Tormentas Severas de la NOAA.
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