Arancel al tomate mexicano mandaría 926 mil toneladas a la basura, ¿qué provocó el conflicto?
En 2023, EE.UU. importó 1 millón 793 mil toneladas de la hortaliza y en 2024 la importación subió a 3.7 millones

El tomate es uno de los productos mexicanos de exportación de más éxito en EE.UU. Crédito: AP
A partir de este lunes 14 de julio, EE.UU. impondrá un arancel de 20.9% al tomate mexicano provocando un duro golpe a una de las hortalizas de mayor producción en México, por lo que la merma provocada por la falta de compradores puede generar una cantidad escandalosa de desperdicio de esta hortaliza.
EE.UU. es el principal consumidor del tomate mexicano con un consumo cercano a los 50 kilos por persona al año. Cada persona en EE.UU consume, en promedio, 22 libras de tomates frescos y 73 libras de tomates procesados al año, en productos como kétchup o salsa para pasta, según el Centro de Recursos de Marketing Agrícola.
La noticia se agrava porque EE.UU. genera el 90% del desperdicio alimentario de todo Norteamérica con un volumen de desperdicio del 35% de los alimentos que consume, de acuerdo con Cheaf, una aplicación dedicada a vender y rescatar la merma de establecimientos de alimentos.
El gran mercado del tomate en EE.UU.
En 2023, EE.UU. importó un millón 793 mil toneladas de tomate mexicano, equivalentes al 50% de la producción nacional y en 2024, la cifra aumentó en casi dos millones de toneladas, a 3.7 millones, de acuerdo con el Departamento de Agricultura (USDA).
“Si tomamos las estimaciones del Banco Mundial que hablan de 926 mil toneladas de tomate desperdiciado cada año en México, significa que desperdiciamos la mitad del tomate que se queda para consumo local. De ese tamaño es el desperdicio de alimentos”, estimó la oficina de Cheaf en México, en un comunicado.
De acuerdo con Braulio Valenzuela, gerente del organismo, el consumo interno de tomate en EE.UU. no ha cambiado en la última década por lo que es “altamente probable” que esta restricción comercial se convierta en una cantidad escandalosa de “producto sin aprovechar para consumo humano”.
El organismo estimó que el arancel impactará en el precio final del tomate, sumado a la inflación por lo que aumenta la posibilidad de que suba el volumen de alimentos desperdiciados, por lo que advirtió que, de entrar en vigor, obligará a implementar campañas para mejorar la gestión de alimentos en las comercializadoras y mecanismos que favorezcan el rescate de alimentos en buen estado.
¿Qué provocó la pelea arancelaria de EU con el tomate mexicano?
La medida no está relacionada con los nuevos aranceles anunciados por EE.UU. a ciertas importaciones mexicanas a principios de este año. Esta medida surgió, luego que productores locales acusaran a los agricultores mexicanos de vender a precios injustamente bajos.
A nivel local, California y Florida son los principales productores, pero están lejos de cubrir la demanda, por ello, se deben importar cerca de las tres cuartas partes del suministro. De estas importaciones, casi el 90% proviene de México. Como consecuencia, el año pasado, el valor total de las importaciones mexicanas alcanzó los $3,120 millones de dólares, un gran negocio para los productores de ese país, donde el tomate se cultiva durante todo el año, otra ventaja sobre los productores locales.
En 2024, EE.UU. importó una cantidad récord de 4,600 millones de kilogramos, un 15% más respecto al 2023, en parte por la tendencia creciente a consumir alimentos saludables. Por ello aumentó la demanda de la variedad de tomate cherry.
Además, algunos expertos han señalado que el tomate de Florida no tiene buen sabor, aun cuando están diseñados para soportar el transporte a todo el país. Un columnista del New York Times aseguró que su sabor es parecido al del “cartón empapado”. Por ello, los tomates cherry para una ensalada o la variedad en rama en una frutería normalmente proceden de México.
Por estos factores, en abril, el Departamento de Comercio anunció que abandonaría el acuerdo más reciente de 2019, para apoyar una campaña liderada por productores de Florida (Florida Tomto Exchange), que aseguran que México practica el dumping con la venta de tomate, es decir, vende a precios mínimos acordados entre ambos países.
Sin embargo en Florida, la producción ha caído en los últimos años debido al encarecimiento de la tierra y muchos productores han vendido sus predios a desarrolladores inmobiliarios. Los que permanecen, cultivan al aire libre sin invernaderos, sujetos a condiciones climáticas todavía más extremas, por lo que reconocen que no pueden competir con los bajos costos de producción mexicanos.
Mientras que la política migratoria estricta de Donald Trump también ha afectado la disponibilidad de mano de obra, conformada en gran parte por trabajadores indocumentados.
Por su parte, los productores mexicanos aseguran que han cumplido con todas las reglas del acuerdo vigente y que sus precios bajos se deben a menores costos de producción, no al dumping.
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