Playas de Nueva York y la costa este bajo alerta por bacterias fecales
La costa este presenta graves problemas de contaminación, agravadas también por los fenómenos meteorológicos y el cambio climático
Para este fin de semana largo por el Labor Day, se emitieron varias alertas sanitarias de distintas playas de NY. Crédito: Frank Franklin II | AP
Autoridades de salud han emitido advertencias en varias playas de la costa este de Estados Unidos, incluidas algunas en el estado de Nueva York, por los altos niveles de bacterias fecales detectados en el agua.
El fenómeno, que se repite año con año, representa un riesgo sanitario para miles de bañistas que acostumbran acudir a las costas en uno de los fines de semana más concurridos del verano.
Estas bacterias pueden provocar enfermedades gastrointestinales, erupciones cutáneas, fiebre y náuseas, por lo que las autoridades recomiendan evitar nadar en áreas bajo alerta mientras duren las advertencias. El llamado a la precaución es contundente: el contacto con el agua contaminada puede traer consecuencias graves para la salud.
Playas cerradas en Nueva York
De acuerdo con la agencia Associated Press (AP), en Nueva York una de las playas cerradas temporalmente fue Benjamin’s Beach, en Bay Shore (Long Island). Allí se detectaron niveles que superaban por mucho los límites seguros establecidos por las autoridades ambientales.
Benjamin’s Beach no es la única afectada. Desde Crystal River, en Florida, hasta Ogunquit, en Maine, decenas de playas de la costa este enfrentan alertas similares. La magnitud del problema ha llevado a especialistas a encender las alarmas sobre el estado general de la calidad del agua en EE.UU.
Según un informe publicado este verano por el grupo ambientalista Environment America, el 54% de las playas de la costa este superaron al menos una vez en 2024 los niveles de contaminación fecal permitidos.
El panorama a nivel nacional es todavía más preocupante: casi 2 tercios de las playas monitoreadas tuvieron al menos un día con indicadores de bacterias peligrosas por encima de lo que establece la normativa. Esto significa que la exposición al agua contaminada es un riesgo real y frecuente para millones de bañistas en todo el país.
Entre las principales causas señaladas en el informe destacan los sistemas de alcantarillado obsoletos, las lluvias intensas y la expansión suburbana, factores que contribuyen a que aguas residuales terminen en ríos y mares sin el tratamiento adecuado.

Riesgos para la salud de los bañistas
La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés) fija límites específicos de bacterias en el agua, que determinan cuándo deben emitirse advertencias de no contacto. Según las estimaciones de la agencia, en playas que superan estos límites 32 de cada 1,000 personas podrían enfermarse tras nadar o entrar en contacto con el agua contaminada.
Los síntomas más comunes incluyen diarrea, vómito, dolor estomacal, fiebre y problemas respiratorios. En algunos casos, las infecciones pueden complicarse, especialmente en niños, adultos mayores o personas con sistemas inmunológicos debilitados.
Si bien las advertencias no implican necesariamente el cierre de las playas, los especialistas insisten en que los visitantes deben revisar los reportes locales antes de ingresar al agua.
Cambio climático y huracanes: un factor agravante
Expertos señalan que el problema de la contaminación fecal en las playas está cada vez más vinculado al cambio climático. Las tormentas y huracanes, como el reciente huracán Erin, saturan los sistemas de drenaje y provocan escorrentías de aguas residuales hacia las costas.
Este fenómeno ha empeorado la calidad del agua en estados como Carolina del Norte, Delaware, Massachusetts y Nueva York, donde la llegada de intensas lluvias se combina con sistemas de alcantarillado antiguos e incapaces de manejar grandes volúmenes de agua.
El aumento de la temperatura del mar también favorece la proliferación de bacterias, lo que convierte a esta situación en un reto ambiental y sanitario que exige soluciones a largo plazo.
Ante la situación, las autoridades de salud han difundido una serie de recomendaciones dirigidas a quienes planean acudir a las playas de Nueva York y la costa este:
* Verificar los reportes locales sobre la calidad del agua antes de nadar.
* Evitar ingresar al mar en playas bajo advertencia o cierre temporal.
* No tragar agua de mar y mantener la precaución con niños pequeños.
* Ducharse inmediatamente después de nadar, incluso en playas sin alerta.
* Evitar el contacto con el agua si se tienen heridas abiertas, ya que aumenta el riesgo de infecciones.
* Estas medidas pueden marcar la diferencia entre disfrutar de un fin de semana seguro o terminar con un problema de salud.
Un llamado a mejorar la infraestructura
Organizaciones ambientalistas y expertos en salud pública coinciden en que, más allá de las recomendaciones puntuales, EE.UU. necesita modernizar sus sistemas de alcantarillado y drenaje. Solo así será posible reducir los vertidos de aguas residuales y proteger de manera efectiva tanto al medio ambiente como a la población que depende de las playas para recreación y turismo.
Mientras tanto, la advertencia de las autoridades es clara: la prioridad debe ser la prevención. Evitar playas bajo alerta es la mejor manera de protegerse de enfermedades que pueden arruinar las vacaciones y poner en riesgo la salud de toda la familia.
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