California celebra fallo que declara ilegal despliegue de tropas de Trump: “Ningún presidente es rey”
Un juez ordenó a la Casa Blanca abstenerse de volver a activar a la Guardia Nacional de California sin cumplir con una excepción legal válida

La decisión representa una victoria para Gavin Newsom en su enfrentamiento con Donald Trump. Crédito: Mark Schiefelbein | AP
El gobernador de California, Gavin Newsom, celebró este martes el fallo judicial que declaró ilegal el despliegue de la Guardia Nacional en Los Ángeles, ordenado en junio por el presidente Donald Trump.
La decisión representa una victoria para el demócrata en su enfrentamiento con la Casa Blanca y refuerza su mensaje de que “ningún presidente es rey”.
El juez Charles Breyer, de la corte federal para el distrito norte de California en San Francisco, determinó que la movilización de cerca de 5,000 soldados constituyó una violación de la Ley Posse Comitatus.
La norma utilizar al Ejército y a la Fuerza Aérea para funciones de orden público sin autorización expresa del Congreso o de la Constitución.
En su dictamen, el magistrado precisó que las tropas desplegadas ejecutaron labores de seguridad en la ciudad, incluyendo controles de tráfico, formación de perímetros, control de multitudes y demostraciones de fuerza militar, lo que contraviene la legislación federal.
Frente a eso, ordenó a la Casa Blanca abstenerse de volver a activar a la Guardia Nacional de California sin cumplir con una excepción legal válida.
Newsom, quien junto al fiscal general del estado, Rob Bonta, interpuso la demanda contra la administración Trump, aseguró que la sentencia es una reafirmación del federalismo.
“Hoy, el tribunal falló a favor de la democracia y la Constitución. Ningún presidente es rey, ni siquiera Trump, y ningún presidente puede pisotear el poder de un estado para proteger a su pueblo”, señaló el gobernador en un comunicado.
El fiscal Bonta, por su parte, acusó al mandatario republicano de haber montado “un teatro político” al emplear a la Guardia Nacional y a unos 300 marines como “peones” de su agenda antiinmigrante, pese a que las autoridades locales ya habían controlado las protestas contra las redadas migratorias.
El enfrentamiento entre California y Washington se intensificó tras la decisión de Trump de enviar tropas sin contar con el visto bueno del gobernador, algo que no ocurría en Estados Unidos desde 1965. El presidente justificó la medida alegando que la policía angelina no podía manejar las manifestaciones, aunque informes estatales señalan que la dispersión de los manifestantes ya había ocurrido.
La sentencia supone un freno para los planes de la Casa Blanca, que recientemente amenazó con desplegar tropas en Chicago, bastión demócrata al que Trump calificó como “la ciudad más peligrosa del mundo”.
En paralelo, el mandatario ya había ordenado la presencia de más de 800 efectivos de la Guardia Nacional en Washington D.C., poniendo incluso al Departamento de Policía local bajo control federal como parte de su campaña contra la criminalidad.
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