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La otra cara de Miami: youtuber muestra cómo es el barrio más pobre de la ciudad

El youtuber venezolano Óscar Alejandro visitó una de estas zonas y mostró cómo se vive en el corazón de la ciudad lejos del brillo de South Beach y Brickell

La otra cara de Miami: youtuber muestra cómo es el barrio más pobre de la ciudad

La mayoría de los residentes son inmigrantes latinos —cubanos, dominicanos, hondureños y ecuatorianos—. Crédito: Shutterstock

Miami, conocida mundialmente por sus playas, su vida nocturna y su imagen de ciudad de lujo, también alberga una realidad poco visible: comunidades de bajos recursos que sobreviven en casas móviles a pocos metros del aeropuerto internacional.

El youtuber venezolano Óscar Alejandro visitó una de estas zonas y mostró cómo se vive en el corazón de la ciudad lejos del brillo de South Beach y Brickell.

El recorrido se centró en un parque residencial de apenas 2.3 hectáreas donde se levantan 129 casas móviles. Estas comunidades cuentan con servicios básicos como agua, electricidad, aseo urbano y direcciones postales, pero enfrentan precariedad económica y altos costos de vida.

Alquiler de una habitación en $800 dólares

En la visita, Óscar Alejandro conversó con Josani, un cubano que alquila una habitación en un tráiler por $800 dólares mensuales. Con dos trabajos —en un condominio de Brickell y como conductor de Uber—, logra reunir entre $3,000 y $3,500 dólares al mes, de los cuales gran parte se destina a renta y gastos básicos.

“Cuando llegas aquí tienes que empezar desde abajo, paso a paso”, relató el joven, que aseguró que pese a la mala fama de la zona, no ha sufrido episodios de violencia.

Otro de los testimonios fue el de Iris, una hondureña de 72 años que reside en el lugar desde 1997. Junto a su esposo, paga cerca de $1,000 dólares mensuales solo por el terreno donde está su casa móvil. Con un ingreso de 300 dólares de seguro social, se apoya en ayudas alimentarias y en el trabajo de su pareja, que a pesar de tener 70 años continúa laborando.

“Nunca pensé que iba a vivir aquí, pero doy gracias a Dios porque tengo techo y comida. No necesito millones para ser feliz”, expresó.

El youtuber también encontró vendedores informales como Onelio, un cubano jubilado que complementa su pensión vendiendo bicicletas, televisores y objetos usados frente a la entrada del parque. Para él, el lugar es “lo más barato que se puede pagar en Miami”, pese a que los precios de renta han subido en los últimos años.

La mayoría de los residentes son inmigrantes latinos —cubanos, dominicanos, hondureños y ecuatorianos— que utilizan estas viviendas como una alternativa asequible en una ciudad donde el costo de vida continúa en ascenso.

El venezolano destacó que, aunque estas comunidades no tienen el aspecto de los barrios populares de Caracas o Río de Janeiro, comparten el esfuerzo diario de miles de familias que buscan una vida digna a pesar de las limitaciones económicas.

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