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El ‘Topo Mayor’, uno de los rescatistas voluntarios del 9/11, visita NY para honrar a las víctimas y enaltecer a sus paisanos migrantes

El mexicano Héctor Méndez es uno de los emblemas más potentes de la solidaridad latinoamericana

Este mexicano de 78 años, sigue comandando a un grupo de rescatistas que han estado presentes en las mayores catástrofes del mundo en los últimos 40 años.

Este mexicano de 78 años, sigue comandando a un grupo de rescatistas que han estado presentes en las mayores catástrofes del mundo en los últimos 40 años. Crédito: Fernando Martínez | Impremedia

Cuando hace 24 años en los canales de televisión de todo el mundo se empezaron a transmitir las imágenes de los aviones tripulados por mentes criminales que impactaban en las Torres Gemelas de Nueva York, la leyenda mexicana Héctor Méndez, conocido como el ‘Topo Mayor’, quien desde los años 80 ha sido un emblema de las labores de rescate, no dudó ni un segundo que debía embarcarse con su grupo ‘Los Topos Azteca’ a extender sus “manos, su corazón y su alma” a colaborar en las labores de rescate.

Quien ha sido uno de los símbolos más potentes de la solidaridad de Latinoamérica con la Gran Manzana, en uno de los momentos más trágicos de su historia, este jueves viajó desde su país a la denominada Zona Cero, donde ahora se erigió el imponente Memorial 9/11, para rendir honor a los 3,000 caídos. A su vez para recordar “con mucha humildad” que el pueblo azteca migrante de aquí, tiene muchas razones para inflar su pecho, por su aporte a esta ciudad.

“Amo a mis paisanos inmigrantes. Son importantes para esta ciudad”, remarcó.

Además, este orgullo de la bandera azteca vino a formar parte de las celebraciones de la Independencia de México, este próximo fin de semana en Nueva York.

Él y su equipo son llamados topos, porque en sus primeras operaciones en México, tuvieron la destreza y valor de colarse entre los escombros de edificios y casas destrozadas en busca de víctimas.

“Yo estaba esa mañana en una oficina del senado mexicano. Mi primera impresión era que una avioneta había impactado por accidente en la primera torre gemela, como había pasado en la ciudad de México. Cuando se conocieron las dimensiones de la tragedia, mi grupo se activó, acudieron 70 personas que se alistaron para venir a ayudar. Pero solo vinimos cuatro. El resto no tenía visa para viajar”, contó el mexicano a El Diario.

Ya el 15 de septiembre, cuando todavía el Bajo Manhattan estaba inundado por un profundo desconcierto, el ‘Topo Mayor’ estaba en el sitio del desastre.

Pasó cinco días continuos sin dormir, en el medio de esa dantesca escena de muerte, concreto, acero y material tóxico.

El 15 de septiembre de 2001, a cuatro días del ataque terrorista, Méndez ya estaba aterrizando en la Gran Manzana, para ayudar a las complicadas labores de recuperación de cuerpos. (Foto: Fernando Martínez)

Una emulsión de dolor

Como destacan varias fuentes y reseñas de ese desastre, los últimos sobrevivientes fueron rescatados en fechas cercanas al 11 y 12 de septiembre. A partir del 13 de septiembre no se rescataron más personas con vida. Las jornadas posteriores se concentraron en la recuperación de restos, principalmente de bomberos, policías y civiles.

“Mi experiencia me dice que centenares de personas desaparecieron por completo, porque usando la lógica, cuando se derrumban las torres con medio millón de toneladas toneladas de acero, ese proceso los emulsionó. Los hizo polvo también”, aseguró.  

Recuerda como si estuviera sucediendo ahora mismo, que el primer cuerpo que logró recuperar fue el de John de Vecchio, cerca de la avenida West. La víctima tenía un overol azul. Solo pudo encontrar el torso de esa persona, que pudo ser identificada, porque tenía un carnet acrílico todavía colgando en su pecho.

Una tragedia única

El azteca, hoy con 78 años de edad, ya tenía una vasta experiencia de catástrofes en decenas de países. Trabajó sin pausas en la espantosa escena de la zona cero, hasta finales del mes de octubre. 

La atmósfera de dolor que golpeó al corazón financiero del mundo en 2001, no era una nueva experiencia para un hombre que desde el voluntariado, ha puesto su mano para ayudar en los desastres naturales más impactantes del planeta. 

En esa oportunidad se trató de algo muy diferente. No fue la fuerza de la naturaleza. Se trató de una tragedia causada por la vileza humana, que a su vez mostró el rostro más hermoso de la solidaridad de los neoyorquinos de todas las razas y clases sociales.

“Una de las experiencias más fuertes que tuve, fue ver la energía de los bomberos de Nueva York y el dolor desgarrador que sentían, cuando uno de sus hermanos era encontrado entre los escombros. Recuerdo que observé a un bombero tratando de levantar una placa para recuperar a un cadáver. Yo lo paré y le dije. Yo te ayudo. Pero vamos hacerlo a mano limpia, sin guantes, para rendirle tributo con nuestras manos. Y hoy vemos que en muchas fotos de memoriales, vemos a estos grandes hombres, sin guantes, como un símbolo de la solidaridad”, reveló para referirse al levantamiento de un cadáver de un bombero el 20 se septiembre de 2001, a las 7:20 a.m.

Igualmente, el rescatista es testigo y pondera como un gran valor, la gran bondad de los neoyorquinos en los momentos más difíciles. Comenta de forma anecdótica, que desde los primeros días, se empezó a extrañar por el tipo de comida que recibían él y sus compañeros, en un restaurante cercano que había sido dispuesto, como centro de nutrición para los voluntarios.

Para su sorpresa llegó a ver estrellas como John Travolta y Magic Johnson entregando comida, pero no eran viandas para rescatistas. Era comida gourmet.

“Después me enteré que las familias más ricas y los restaurantes más lujosos de la ciudad de Nueva York se encargaron de enviar sus platillos más especiales. Es un recordatorio además que a la hora de una tragedia no hay clases sociales. Todos somos humanos”, recordó.

Las labores del equipo del ‘Topo Mayor’ no se han detenido, por el contrario se expanden por el mundo. (Foto: Fernando Martínez)

Un héroe azteca

Méndez es el fundador de la Brigada Internacional de Rescate Tlatelolco Azteca, mejor conocida como Los Topos, cuya conformación se remonta al año 1985, con el terremoto del 19 septiembre en la Ciudad de México. Sus acciones se extienden ahora por el mundo. 

Actualmente este héroe azteca, está al frente de un grupo de 300 voluntarios en su país.

A través de su vínculo con organizaciones internacionales de rescate, han actuado de forma decisiva en las grandes tragedias que han marcado a la humanidad en las últimas dos décadas, incluyendo recientemente los incendios de California, las inundaciones de Valencia en España, los desastres causados por el huracán Katrina en 2005. Y así, centenares de operativos de solidaridad en medio de tragedias en toda Latinoamérica, Asia y África.

“No pedimos dinero”

En su conversación con este medio, Méndez aclaró que los “Topos” es un grupo de trabajo altruista que está integrado por voluntarios de personas capacitadas que pueden tener su formación inicial en la Cruz Roja e incluso hay personas que tienen diferentes profesiones como médicos e ingenieros.

“Debo aclarar que no tenemos ni siquiera una cuenta bancaria para recibir fondos. Si alguien les dice que ‘Los Topos’ están pidiendo contribuciones para sus misiones. Les aseguro que es una estafa”, reiteró.

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11 de septiembre de 2001 Mexicanos en Nueva York ataque a las Torres Gemelas rescates
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