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Más de 14.8 millones de mujeres viven en pobreza en EE.UU.: mapa revela la “crisis invisible”

Un mapa interactivo expone tasas alarmantes de pobreza entre mujeres, especialmente madres solteras y mujeres de color en el país

Mujeres dinero

Son las madres solteras, las de la tercera edad, algunas de las mujeres que en EE.UU. lidian a diario con su economía. Crédito: Shutterstock

Un nuevo recurso interactivo del Centro Nacional de Derecho de la Mujer (NWLC, por sus siglas en inglés) ha revelado cifras alarmantes sobre la pobreza femenina en Estados Unidos, exponiendo una crisis que afecta desproporcionadamente a las mujeres de color y a las familias monoparentales encabezadas por mujeres.

El mapa permite a los usuarios explorar las tasas de pobreza estado por estado, ofreciendo una radiografía detallada de una realidad que muchas políticas públicas han ignorado sistemáticamente.

Cifras que no mienten: la feminización de la pobreza

Según los datos más recientes de 2024, mínimo una de cada 10 mujeres mayores de 18 años en EE.UU. vive en situación de pobreza, lo que representa a más de 14.8 millones de personas. Esta estadística por sí sola es preocupante, pero cuando se desglosan los números por raza y etnicidad, emergen disparidades aún más inquietantes que reflejan desigualdades estructurales profundamente arraigadas.

Las mujeres nativas estadounidenses enfrentan la tasa de pobreza más alta, con un 19.4% viviendo por debajo del umbral de pobreza, casi el doble de la tasa general. Las mujeres negras siguen de cerca con un 17.8%, mientras que las hispanas registran un 15.2%. Estas cifras no son meramente estadísticas: representan millones de mujeres que luchan diariamente para cubrir necesidades básicas como alimentación, vivienda y atención médica.

Madres solteras: el grupo más vulnerable

Quizás el dato más devastador del informe es que una de cada 3 familias encabezadas por madres solteras con hijos vivía en pobreza en 2024, específicamente el 30.6%. Esta estadística revela una falla sistémica en cómo la sociedad estadounidense apoya a las mujeres que asumen solas la responsabilidad económica y de cuidado de sus hijos.

Las madres solteras enfrentan una tormenta perfecta de desafíos: salarios que no alcanzan para cubrir gastos básicos, costos prohibitivos de cuidado infantil que pueden consumir hasta el 35% de sus ingresos, falta de flexibilidad laboral, y una red de seguridad social inadecuada. La brecha salarial de género se amplifica cuando las mujeres son las únicas proveedoras, y muchas se ven obligadas a elegir entre trabajar más horas o pasar tiempo con sus hijos.

La pobreza en la tercera edad tiene rostro femenino

El mapa del NWLC también revela que las mujeres constituyen 3 de cada 5 personas mayores que viven en pobreza, con una tasa del 10.8% para mujeres de 65 años o más. Esta sobrerrepresentación femenina en la pobreza geriátrica no es coincidencia: es el resultado acumulativo de toda una vida de desigualdades salariales, interrupciones profesionales para cuidar a otros, y la mayor esperanza de vida de las mujeres.

Las mujeres mayores, a menudo, llegan a la jubilación con menores ahorros, pensiones más pequeñas o inexistentes, y menor cobertura de Seguro Social debido a carreras laborales interrumpidas o mal remuneradas. Muchas dependen únicamente de la Seguridad Social para sobrevivir, un beneficio que nunca fue diseñado para ser la única fuente de ingresos.

Muchas mujeres estadounidenses mayores de 65 hacen milagros para que el dinero les alcance mes con mes. (Foto: Shutterstock)

Un mapa interactivo que exige rendición de cuentas

El recurso desarrollado por el NWLC permite a usuarios de todo el país explorar las tasas de pobreza específicas de su estado, visualizando no solo las cifras generales de mujeres en pobreza, sino también los porcentajes desglosados por demografía racial y étnica. Esta herramienta hace visible lo que a menudo permanece oculto en estadísticas nacionales agregadas: las enormes variaciones geográficas en cómo diferentes estados protegen o abandonan a sus residentes más vulnerables.

Al pasar el cursor sobre cada estado, los usuarios pueden ver las tasas de pobreza para mujeres en general, mujeres negras, hispanas, asiáticas, nativas y blancas no hispanas, así como las tasas para niños y mujeres de 65 años o más. Esta transparencia de datos es fundamental para la rendición de cuentas política y puede impulsar conversaciones comunitarias sobre soluciones locales.

Los estados con peores condiciones para madres solteras

El mapa revela disparidades geográficas alarmantes. Los 5 lugares con las tasas de pobreza más altas para familias encabezadas por madres solteras con hijos son:

1) Washington DC: La capital de la nación presenta paradójicamente una de las tasas más altas.

2) West Virginia: Las dificultades económicas rurales impactan severamente a las familias monoparentales.

3) Mississippi: Continúa enfrentando desafíos estructurales históricos de pobreza.

4) Louisiana: Las madres solteras luchan con recursos insuficientes y salarios bajos.

5) Kentucky: La falta de oportunidades económicas golpea duramente a las familias monoparentales.

Estos estados comparten características comunes: salarios mínimos bajos, acceso limitado a cuidado infantil asequible, redes de seguridad social débiles y, en muchos casos, mercados laborales deprimidos que ofrecen pocas oportunidades de empleo bien remunerado.

Estados con mejores resultados para familias monoparentales encabezadas por mujeres

Por el contrario, 6 estados demuestran que las políticas públicas efectivas pueden marcar una diferencia significativa:

1) New Hampshire: Lidera con las tasas más bajas de pobreza para madres solteras.

2) Utah: Ofrece un entorno económico relativamente favorable para familias monoparentales.

3) Maryland: Las políticas estatales progresistas benefician a las madres trabajadoras.

4) Vermont: Programas sociales robustos protegen a las familias vulnerables.

5) Minnesota: Inversiones en educación y cuidado infantil rinden frutos.

6) Idaho: Costos de vida relativamente bajos ayudan a las familias de un solo ingreso.

Estos estados tienden a tener combinaciones favorables de salarios más altos, costos de vida manejables, mejores programas de asistencia social, y mayor acceso a servicios de apoyo familiar. Sin embargo, incluso en estos estados, las madres solteras enfrentan desafíos significativos.

El caso de Nueva York: una paradoja urbana

Nueva York presenta una situación particularmente compleja que merece atención especial. A pesar de ser uno de los estados más ricos del país y tener políticas sociales relativamente progresistas, más de un tercio de las madres solteras con hijos en la ciudad de Nueva York continúa viviendo en pobreza, con una tasa del 36.4% en 2023, superando significativamente el promedio nacional del 30.6%.

Esta paradoja refleja la brutal realidad del costo de vida en Nueva York. Aunque el estado ofrece salarios más altos que muchas otras regiones, los costos astronómicos de vivienda, cuidado infantil, transporte y necesidades básicas consumen los ingresos de las familias monoparentales. Una madre soltera puede ganar un salario que en otro estado sería considerado clase media, pero en Nueva York apenas alcanza para cubrir las necesidades básicas.

La concentración de pobreza en ciertas áreas de la ciudad también perpetúa ciclos de desventaja. La tasa de pobreza infantil en la ciudad se mantuvo en 24.5% en 2023, reflejando cómo las dificultades económicas de las madres solteras impactan directamente a sus hijos. Además, muchas familias monoparentales viven en vecindarios de alta pobreza con acceso limitado a escuelas de calidad, servicios de salud y oportunidades de empleo bien remunerado.

“La pobreza es una elección política”, afirmó Amy Matsui, vicepresidenta de cuidado infantil y seguridad de ingresos del NWLC. Sus palabras señalan una verdad incómoda pero fundamental: Estados Unidos tiene los recursos y el conocimiento para reducir drásticamente la pobreza, pero carece de la voluntad política para hacerlo de manera sostenida.

Matsui recuerda que durante la pandemia, las expansiones temporales de créditos fiscales reembolsables, beneficios de seguro de desempleo más robustos y asistencia alimentaria más generosa ayudaron a reducir dramáticamente las tasas de pobreza para mujeres y niños. El Crédito Tributario por Hijos expandido, en particular, redujo la pobreza infantil a niveles históricos.

“Hemos visto lo que funciona”, continuó Matsui. “Es hora de que los legisladores a todos los niveles de gobierno se tomen en serio arreglar un sistema roto donde los ricos se vuelven más ricos mientras dejan atrás a millones de mujeres y familias”.

Soluciones probadas que necesitan voluntad política

La evidencia de las políticas pandémicas demuestra que inversiones específicas pueden transformar vidas: salarios dignos que permitan cubrir el costo real de vida, cuidado infantil asequible y de calidad, licencias parentales pagadas, protecciones laborales más fuertes, expansión de programas de nutrición, y créditos fiscales permanentes para familias trabajadoras.

El mapa del NWLC no solo documenta un problema; es un llamado urgente a la acción. Cada porcentaje representa rostros, historias y dignidad humana. La pregunta no es si Estados Unidos puede permitirse abordar la pobreza femenina, sino si puede permitirse continuar ignorándola.

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