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NYC votará para cambiar sus elecciones a los años pares. ¿Por qué es importante?

Cambiar el año de las elecciones municipales a años pares incrementa la participación de votantes, en especial en comunidades más desfavorecidas

Las elecciones de la ciudad de Nueva York, que caen en años impares, siempre han sufrido de una participación muy baja.

Las elecciones de la ciudad de Nueva York, que caen en años impares, siempre han sufrido de una participación muy baja. Crédito: Ted Shaffrey | AP


El electorado de la ciudad de Nueva York votará este noviembre por una trascendental medida sometida a votación que conduciría a la ciudad a incrementar la participación en sus elecciones. Si se aprueba, la propuesta electoral 6 ?una vez autorizada a través de un cambio en la ley estatal? pasaría las elecciones de la ciudad, que ahora se celebran en años impares, al mismo año en el que hay elecciones presidenciales, es decir, en años pares. Con su aprobación, las comunidades neoyorquinas que históricamente han tenido menos representación política tendrán una voz más firme en el gobierno.

En concreto, la medida electoral propone enmendar los estatutos de la ciudad para celebrar las elecciones municipales primarias y generales en años pares. Para que esta reforma entre en vigor por completo, la legislatura estatal debe aprobar una enmienda constitucional estatal y el electorado de todo el estado también debe aprobarla. Si se logra, la ciudad se uniría a muchas otras ciudades y condados que comenzarán a realizar el cambio de sus elecciones a años pares el próximo año, gracias a una ley estatal que hace poco fue validada por el tribunal supremo de Nueva York.

Las elecciones de la ciudad de Nueva York, que caen en años impares, siempre han sufrido de una participación muy baja. En las últimas elecciones generales para la alcaldía en 2021, votó solo el 23 por ciento del electorado apto para participar. Esto figuró como el porcentaje más bajo en la historia. En cambio, en las elecciones presidenciales del año pasado, votaron más del doble de personas ?un 60 por ciento del electorado? en los cinco distritos de la ciudad. Esta diferencia no fue una anomalía. En las últimas cinco contiendas para alcalde de la ciudad de Nueva York, tan solo ha participado, en promedio, el 27 por ciento del electorado mientras que la participación de votantes elegibles de la ciudad llegó a más del doble en las últimas cinco elecciones presidenciales.

Las elecciones que se celebran en años impares no solo disminuyen la participación en general. También profundizan las desigualdades que enfrentan las personas votantes jóvenes y no blancas. Por ejemplo, en las elecciones generales municipales de 2023, votó solo el 6 por ciento del electorado de entre los 18 y 29 años. Y el porcentaje fue aún menor entre el electorado no blanco en algunos vecindarios. La participación del electorado en esas elecciones generales fue menos del 13 por ciento, aunque había sido un año importante porque se votaba por todos los cargos del consejo de la ciudad y dos iniciativas estatales sometidas a votación. Una participación tan baja socava la representación política, porque deja a muchas comunidades fuera de los procesos de toma de decisiones que impactan sus vidas en temas como la vivienda, la educación y la seguridad pública.

La experiencia de otras jurisdicciones que ya han cambiado sus elecciones locales a los años pares demuestra lo mucho que este tipo de reformas puede incrementar la participación de la ciudadanía en las elecciones. Cuando San Francisco cambió sus elecciones a los años pares en 2024, la participación fue más del doble en comparación con la participación promedio en las seis elecciones anteriores celebradas en años impares.

Otras ciudades de California han observado aumentos significativos en la participación de sus votantes más jóvenes y de comunidades latinas y asiáticoamericanas luego de haber cambiado sus elecciones locales a los años pares. Esto hace que la población votante refleje más fielmente la composición demográfica del estado. No es de extrañar que varios expertos en participación electoral hayan descrito esta reforma como el “cambio singular más importante que los gobiernos locales pueden hacer para aumentar la participación del electorado”.

Cambiar las elecciones a años pares también puede fortalecer las prácticas de la administración electoral en la ciudad y ahorrarles dinero. La Oficina Presupuestaria Independiente (IBO) de la ciudad de Nueva York —una agencia que brinda información y análisis imparciales sobre el presupuesto de la ciudad— determinó que cambiar las elecciones a los años pares podría ahorrarle a la ciudad unos $42 millones cada dos años.

Este ahorro es importante en un momento en el que las autoridades electorales locales de todo el país están preocupadas por los recientes recortes al apoyo federal para las elecciones, incluyendo a los servicios de seguridad electoral. Simplificar el calendario electoral le permitiría las autoridades electorales concentrarse en otras tareas importantes durante los años impares, como la realización de pruebas a las máquinas de votación, visitas a los centros de votación y mejoras físicas y cibernéticas, lo cual mejorará la capacidad de la ciudad para atender al electorado con más equidad.

Además, una gran mayoría de votantes de la ciudad de Nueva York que probablemente voten apoyan la iniciativa de mover las elecciones a años pares. Una encuesta de 2024 indicó que este apoyo se mantiene y supera las diferentes características demográficas, como raza, edad, género y geografía. Estos resultados locales coinciden con otras encuestas estatales anteriores que señalaron que las personas votantes de todas las banderas políticas apoyan esta reforma por considerarla un “buen cambio para Nueva York”.

La población neoyorquina reconoce el problema de tener una participación baja y poco representativa en las elecciones. El electorado de la ciudad ahora tiene la oportunidad liderar el cambio que solucione este problema aprobando la modificación a los estatutos de la ciudad. Si la propuesta 6 se aprueba este otoño, enviará a sus gobernantes en Albany el claro mensaje de que el electorado de la ciudad quiere que avancen con el proceso de enmienda a la Constitución estatal y finalmente concreten esta reforma para su ciudad.

(*) Celina Avalos Jaramillo. Estratega de Campañas de Incidencia Política, Democracia. / Marina Pino. Asesora Legal, Elecciones y Gobierno del Brennan Center for Justice. La versión original en inglés publlicó en el Brennan Center for Justice.

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