Empleada es despedida y recontratada unos meses después con un mayor salario
La mujer reveló que tras su salida, dos de sus compañeros realizaron la misma acción por la alta carga de trabajo y la poca capacidad de su jefe
 
			La empleada contaba con más de 8 años trabajando en su empresa. Crédito: Shutterstock
Lo que comenzó como un despido inesperado terminó convirtiéndose en una lección sobre el valor del trabajo y la experiencia. Una mujer, con ocho años de trayectoria en una empresa multinacional dedicada a la fabricación de herramientas, fue despedida poco antes de su jubilación.
La medida formó parte de una orden corporativa que exigía reducir los costos de nómina en un 10%. Sin embargo, meses después, la compañía que la había dejado ir volvió a buscarla… esta vez, con una oferta mucho más atractiva.
De la jubilación anticipada al regreso inesperado
De acuerdo con el caso compartido por la mujer, en el foro de Reddit r/Employment y retomado por The Economic Times, su despido obedeció a una decisión del departamento de su área, que optó por eliminar tres puestos para cumplir con el ajuste presupuestal. Aunque estaba cerca de jubilarse, su salario fue determinante para incluirla en la lista.

Tras su salida, la empleada comenzó a cobrar el subsidio de desempleo mientras aprovechaba el tiempo para descansar. De acuerdo con The Times of India, al poco tiempo de su salida, los dos empleados que permanecieron después del recorte renunciaron a las pocas semanas, justo antes de la temporada navideña, un periodo clave para la compañía.
La situación obligó a la empresa a reaccionar, por lo que volvió a contactarla. Le ofrecieron un salario ligeramente superior al anterior, pero bajo un esquema temporal que la privaba de prestaciones.
Ella se negó, explicando que no le interesaba regresar en esas condiciones. Entonces, planteó su propia propuesta: un contrato de 13 semanas, una jornada de cuatro días por semana, cinco días de vacaciones pagadas y un pago por hora casi el doble de lo que ganaba antes.

Negociar con experiencia también es un acto de justicia laboral
La compañía aceptó de inmediato. Al reincorporarse, su principal tarea fue entrenar a un nuevo integrante del equipo, pero la realidad la hizo notar que poco había cambiado desde su salida. Su antiguo supervisor, un gerente de compras de 65 años, seguía desconectado de las operaciones diarias y, según su propio relato, incluso necesitó su ayuda para emitir órdenes de compra.
La trabajadora compartió que aprovechó la situación para recordar con ironía cómo funcionaban las cosas antes de su despido. “Bueno, antes de que me despidieran, solíamos hacerlo así”, dijo, con una sonrisa. Su anécdota, reproducida por medios internacionales, desató un debate en línea sobre la fragilidad de las decisiones corporativas y la tendencia a subestimar el valor de la experiencia frente a los recortes salariales.
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