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Vendedores ambulantes de NYC aspiran que termine la era de “mano dura” y exigen reformas que dignifiquen su actividad

Exhortan a la aprobación de una ley local que permitirá la expansión de más permisos para puestos en las calles

Los patrocinantes de estas reformas, como la concejal Pierina Sánchez, proyectan que la legislación traerá más orden y seguridad.

Los patrocinantes de estas reformas, como la concejal Pierina Sánchez, proyectan que la legislación traerá más orden y seguridad. Crédito: Gerardo Romo | NYC Council

Luego de varios años que algunos califican como de “mano dura y crueldad” contra los vendedores ambulantes de la Ciudad de Nueva York, organizaciones de defensa tienen cifradas sus esperanzas, que con el arribo del alcalde electo al poder, Zohran Mamdani, esté mucho más cerca la posibilidad de que avance en la Gran Manzana un marco legal regulatorio, que permitiría la aprobación de más licencias para la venta de alimentos en los próximos cinco años.

Este miércoles, cuando se celebró el Día Internacional del Vendedor Ambulante, decenas de estos trabajadores se reunieron en frente de la sede de la alcaldía en el Bajo Manhattan, para apurar la aprobación por parte del Concejo Municipal del paquete legislativo 431-A, enmendado la semana pasada. Estas propuestas crean un sistema que no solo expande los permisos a estos pequeños emprendedores, sino que garantiza un mayor cumplimiento de las normas de salud, seguridad y ubicación. 

“Estamos aquí porque queremos que nuestra propia ciudad nos reconozca. Somos el pilar de Nueva York, alimentamos a la gente ¡Y queremos que las leyes de nuestra ciudad nos respeten!”, declaró Guadalupe Sosa, vendedora ambulante de segunda generación de East Harlem.

Este paquete legal permitiría a los vendedores ambulantes ofrecer sus mercancías en un sistema mucho más regulado, el cual daría un vuelco al caos actual, argumentan los legisladores.

“Algunos dirán que ahora no es el momento para reformar la venta ambulante. Yo digo que nunca ha habido un momento más urgente. Con solo cuatro sesiones de votación restantes este año, no podemos permitirnos perder esta oportunidad para finalmente traer orden, dignidad y justicia a nuestras calles”, sostiene la concejal de El Bronx, Pierina Sánchez, patrocinante principal de la enmienda al anteproyecto 431-A.

Sánchez aduce que en un momento en que las comunidades inmigrantes están bajo ataque directo, por las redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), la ciudad de Nueva York debe ser un ejemplo de lo que significa la verdadera inclusión y el liderazgo local.

“Aprobar la Iniciativa 431-A no se trata solo de permisos y aplicación de la ley. Se trata de proteger a nuestra gente, restaurar el orden en nuestros espacios públicos y reafirmar quiénes somos como ciudad. Podemos tener calles más limpias, seguras y justas, sin criminalizar a las personas que hacen de Nueva York, Nueva York“, reiteró la legisladora dominicana.

Estas enmiendas toman en cuenta las opiniones de los comercios establecidos, los vendedores ambulantes y los defensores del espacio público.

El criterio de fondo de los legisladores demócratas es que cuando se sacan a los vendedores de la clandestinidad, se logrará que la ciudad sea más segura, más justa y más fuerte.

El proyecto de Ley 431A incluye un sistema regulatorio y de educación para estos comerciantes. (Foto: Gerardo Romo – NYC City Council)

La reforma

En general, la denominada enmienda al Proyecto de Ley 431A incluye las siguientes disposiciones: emite licencias para incorporar a los vendedores ambulantes existentes al sistema regulatorio, añadiendo 2,000 nuevos permisos para la venta de alimentos y 2,100 licencias generales para vendedores en los próximos cinco años.

Esta norma eliminaría la disposición que habría suprimido por completo el límite máximo de licencias.

Además, se exige una aplicación más estricta de la ley contra quienes infringen la ley, lo que obliga a la Ciudad a centrarse en las zonas más congestionadas y en los reincidentes. También incluye nuevas disposiciones que facultan a las agencias municipales para suspender o revocar licencias por infracciones graves o reiteradas.

Asimismo se exige la presentación de informes, para que el público pueda comprobar si estos cambios están mejorando la situación y si el acceso a las licencias debería ampliarse o restringirse.

“Compás de esperanza”

Durante los últimos años los defensores han protestado y denunciado lo que califican como “nulos avances” en políticas de dignificación de estos trabajadores. Algunos presienten que está terminando una era “muy oscura” contra la presencia de estos comerciantes en las calles, en donde se observó a la policía persiguiendo a vendedoras de frutas y churros.

Ahora creen que se inicia una nueva etapa, en la cual con el nuevo alcalde podría apoyar avances normativos, y lo más importante, erradicar la práctica indiscriminada de multas y desalojos.

La portavoz del Proyecto de Vendedores Ambulantes, Carina Kaufman-Gutierrez recordó a El Diario que el alcalde electo prometió durante el último debate de candidatos, que protegería a toda costa a estos trabajadores.

“Ha sido muy difícil trabajar en los últimos años, porque básicamente la Ciudad en vez de ofrecer soluciones y modernizar el sistema de licencias, lo que promovió fue más caos y represión, al oponerse a cualquier intento por mejorar la forma en que nosotros, que somos esenciales para las comunidades, tuviéramos más permisos“, destacó Rosario Pachón, una vendedora ambulante de Queens.

60% de los 23,000 vendedores ambulantes de la ciudad de Nueva York son hispanos. (Foto: Gerardo Romo- NYC Council Office)

“Atendemos quejas de los vecinos”

En efecto, la Administración Adams conformó un escuadrón de Calidad de Vida del Departamento de Policía de la Ciudad de Nueva York que tenía entre uno de sus objetivos atender las quejas vecinales contra vendedores que ocupan vías públicas. En paralelo, se lanzó el operativo ‘Restaurar la Roosevelt’, que marcó un ciclo de más remociones de estos comerciantes de las calles, más multas y más citaciones.

El pasado mes de diciembre, en vísperas de la Navidad, se removieron 2,000 ambulantes de la Avenida Roosevelt. La municipalidad aduce que se trataron de acciones motivadas por las recurrentes llamadas de los vecinos de esas localidades al 311.

Oficialmente entre el 15 de octubre y el mes de mayo, NYPD había emitido 21,500 multas y citaciones a estos emprendedores comerciales en toda la ciudad.

El mandatario municipal además rechazó firmar la legislación 47, aprobada por el Concejo, que derogaba una norma por décadas vigente en la Gran Manzana, en donde se clasifica vender cualquier producto en las calles sin permiso como un delito penal menor, lo cual podría acarrear multas de hasta $1,000 y cárcel por tres meses.

La Cámara Municipal finalmente terminó anulando ese veto y hoy considera vigente esa legislación.

Límite arbitrario

Aproximadamente 23,000 vendedores ambulantes, en su mayoría inmigrantes, trabajan como pequeños empresarios que ofrecen alimentos y otros productos en toda la ciudad de Nueva York. 

Como destaca el Proyecto de Vendedores Ambulantes. a pesar de contribuir con millones de dólares anuales a la economía de la ciudad, estas comunidades no pueden obtener permisos para sus negocios debido a un límite arbitrario, vigente desde hace décadas en el número de licencias y permisos en circulación.

Informes recientes revelan que solo una cuarta parte de estos comerciantes de comida ha podido obtener un permiso para su negocio y las mujeres vendedoras tienen una probabilidad especialmente alta de que se les impida obtener una licencia.

El paquete:

  • Proyecto de Ley 431-A: garantiza que todos los vendedores tengan las mismas oportunidades de obtener licencias para sus negocios.
  • Proyecto de Ley 408: crea una división de Servicios para Pequeñas Empresas de la Ciudad de Nueva York con servicios de capacitación y cumplimiento normativo.
  • Proyecto de Ley 1251: garantiza que las licencias se emitan anualmente y no solo que estén disponibles nominalmente.
  • Proyecto de Ley 24: aclara la distancia de los vendedores a la acera, garantizando la seguridad tanto de los vendedores como de los peatones.

En las calles:

  • 2,000 nuevos permisos para la venta de alimentos y 2,100 licencias generales para vendedores cada año durante los próximos cinco años, autorizaría esta reforma. Lo cual significa la aprobación de un total de 20,500 permisos en este periodo de tiempo.
  • 23,000 vendedores ambulantes están en las calles de la Gran Manzana.
  • 96% de estos trabajadores son inmigrantes, el 30% de México y el 27% de Ecuador.
  • 60% son de origen hispano
  • 85% de estos comerciantes trabajan actualmente sin licencia.
  • 96% de los “ambulantes” tienen en esta actividad su única fuente de ingresos para sobrevivir.

Fuente: Proyecto de Vendedores Ambulantes

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