Editorial: Quieren excluir al votante latino
Varios Estados aprobaron leyes para limitar el acceso a las urnas de las minorías y los pobres
Los distintos análisis sobre el fraude electoral indican que el engaño de hacerse por un votante es más inusual que ver un ovni o que a uno le caiga un rayo. No obstante, en nombre de defender la integridad electoral de un problema inexistente, numerosos estados impusieron restricciones a la hora de votar con el potencial de excluir a millones de votantes.
Se estima que más de 875,000 electores latinos se verían perjudicados este año, según el nuevo reporte del Fondo Educativo de NALEO. Las restricciones establecidas en los últimos años por numerosos estados que están en manos republicanas son diseñados para desalentar el voto de las minorías y los pobres mediante exigencias como aceptar un tipo determinado de identificación, limitar el tiempo para registrarse como votante y colocar pocos centros de votación en áreas determinadas, entre otros.
Hasta 2013, la Ley de Derechos del Votante de 1965 exigía a los Estados involucrados en la discriminación racial obtener un visto bueno federal antes de hacer cambios a sus leyes electorales. La decisión Shelby County v Holder, de la Corte Suprema de Justicia eliminó ese requerimiento porque la mayoría conservadora del panel consideró como superado la discriminación en las urnas.
La reacción de estos mismos Estados fue aprobar rápidamente leyes para realizar los que antes se les prohibía. Por ejemplo, Texas cambió su ley para aceptar la identificación de portar armas cazador y militar, pero no la de estudiante, mientra que en la primaria de Arizona de este año se redujo significativamente la cantidad de centros de votación en áreas de mayoría demócrata y en Kansas se dio información errónea en la boleta electoral en español
Los casos reales de fraude electoral en nuestro país están ligados al voto por correo, que no es investigado porque es la preferencia del votante republicano y a la supresión del voto que es precisamente lo que intentan hacer estos Estados.
La solución al problema está en los proyectos de ley HR 2867, HR 885 y S 1659 que reponen lo eliminado por el Alto Tribunal, pero estos languidecen en un Congreso de mayoría republicana. Lo ideal es que las elecciones se ganen con el respaldo de los votantes, pero estos Estados no aprendieron la lección. Todavía prefieren ganar obstaculizando el voto de los latinos, afroamericanos y pobres que debatiendo sus ideas.