Ningún latino entre moderadores del “show político del siglo”
¿Importa? Hay quienes dicen que no es un criterio relevante en la selección de moderadores para los importantes debates presidenciales, pero lo cierto es que en el diverso panel de cinco periodistas seleccionados hay mujeres, una asiática, un afroamericano... y cero latinos.
En poco más de dos semanas el mundo verá por primera vez enfrentados en el mismo escenario a los candidatos presidenciales Donald Trump y Hillary Clinton en el primero de tres debates presidenciales que prometen convertirse en el “show político del siglo”.
No obstante, y a pesar de que los inmigrantes y los mexicanos en particular se han convertido en tema central de la campaña, principalmente del republicano Trump, ninguno de los debates será moderado por un periodista de origen latino.
Si esto importa o no es cuestión de discusión. Los debates son organizados cada cuatro años por medio de un proceso que pretende ser lo más imparcial posible, y está en manos de la Comisión de Debates Presidenciales, una organización cuyo trabajo es exclusivamente organizar los encuentros y seleccionar los moderadores.
Hace pocos días, la comisión anunció que los moderadores serían los siguientes: Lester Holt, de NBC, moderará el primero, a celebrarse el 26 de septiembre en Nueva York; Anderson Cooper de CNN y Martha Raddatz de ABC moderarán el segundo, a celebrarse el 9 de octubre en St. Louis, Missouri. Chris Wallace de FOX News será el moderador del tercer debate, a celebrarse en Las Vegas el 19 de octubre.
Elaine Quijano, de CBS, moderará el debate de los candidatos a vicepresidente, que será el 24 de octubre en Virginia. Quijano es de ascendencia filipina.
Por esa cuenta, hay dos mujeres, un afroamericano (Holt es parte jamaiquino) y una asiática. Cero latinos o sangre mexicana o de cualquier otro lugar de América Latina.
La decisión no fue del agrado del Presidente de Univision Randy Falco, quien envió una carta a la comisión indicando su “decepción” ante la falta de latinos en los paneles de los debates. Falco apuntó en la carta que “tomando en cuenta las tendencias demográficas y el rol importante que los latinos juegan económica y socialmente en esta nación”.
Falco acusó a la comisión de “abdicar su responsabilidad de representar una de las comunidades más grandes e influyentes del país”.
No obstante, uno de los objetivos de la comisión es que los moderadores de los debates no sean el centro de la atención, sino los candidatos y entre las condiciones para hacer el trabajo se encuentran, el conocimiento y familiaridad con los candidatos y los temas de interés, experiencia en televisión en vivo y entender que el debate debe enfocarse en los candidatos y sus ideas.
Teóricamente, esto excluye a moderadores que hayan tenido un protagonismo durante la campaña o enfrentamientos con alguno de los candidatos. Esto probablemente excluyó a personas como Megyn Kelly, de Fox, quien tuvo un fuerte enfrentamiento con Trump en el primer debate de las primarias republicanas y a Jorge Ramos de Univision, quien se enfrentó a Trump en un incidente muy público en el que este lo echó de una rueda de prensa.
Para Roberto Suro, profesor de periodismo en la Universidad del Sur de California (USC), hubiera sido “muy positivo” tener a un latino moderando un debate presidencial.
“Es una ocasión que ofrece mucho prestigio a un periodista, y también es bueno que la nación vea a un latino haciendo ese trabajo ante una audiencia tan amplia”, dijo Suro. “Pero de ahí a decir que la comisión debió tomar en cuenta la raza u origen étnico de los moderadores es quizá demasiado”.
Suro no da ninguna credibilidad al rumor, difundido por algunos artículos de opinión, de que la comisión evitó a los periodistas latinos para no “ofender a Trump”, quien hasta hace pocos días aún no había dicho si participaría en los debates (no son obligatorios aunque son tradicionales).
“Organizar estos debates es un proceso difícil, no sé cómo lo hacen ni qué toman en cuenta, pero no veo ningún insulto en que no se incluyera a un latino ni creo que esto reduzca la capacidad de la comunidad de participar en la elección”, agregó.
Stephen Nuño, profesor asociado de ciencias políticas de Northern Arizona University, dijo que los debates presidenciales son algo “muy simbólico e importante” en la contienda electoral. “Creo que la parte decepcionante es que al parecer no se toma en cuenta la representación de minorías y mujeres como uno de los parámetros”.
“Nadie dice jamás: tengamos un panel solo de minorías y mujeres y excluyamos a los blancos”, dijo Nuño. “Eso está fuera de lo normal y sí, esas cosas son importantes, aunque quizá no podemos llevarlo al extremo de exigir representación de estos y otros grupos. ¿Dónde pondríamos el límite?”
Durante los múltiples debates que se realizaron en las elecciones primarias, hubo pocos latinos haciendo preguntas, como José Diaz Balart, quien representó a Telemundo en el debate de su cadena hermana NBC y un debate organizado por un medio en español, Univision, de los candidatos demócratas, mas no de los republicanos.
Ramos, de Univisión, dijo recientemente que hay muchos otros periodistas latinos en televisión que pudieron hacer los honores aparte de él, incluyendo a su compañera María Elena Salinas, Díaz Balart, de Telemundo, Tom Llamas y Cecilia Vega de ABC o María Hinojosa de NPR.