Tips que sí te servirán para superar la depresión navideña
Con la guía correcta es posible disfrutar de lo positivo de la temporada festiva
“Detesto la Navidad. Conforme fui creciendo, fui llegando a la conclusión de que es una temporada hipócrita porque muchas personas tratan de hacer ver que todo es perfecto, y que son más unidos, y por detrás se dan la puñalada. Además, es una época que no me trae buenos recuerdos. Me han dejado en la Navidad y los últimos nueve años he tenido que pasarlas lejos de mi familia por motivos de trabajo”.
Para Mariana (pidió ocultar su nombre verdadero), no hay nada de maravilloso de la temporada festiva. “Decidí bloquear emocionalmente estos días. Para mí son como otros cualquiera. No tienen nada de especial. Me siento triste porque estoy sola en esta época”.
Si bien la llegada de la Navidad supone motivo de alegría y festejo para muchos, lo cierto es que para otros se trata de una época en la que afloran las tristezas y una sensación de pesadumbre.
La depresión durante esta temporada de festividades es una experiencia que se repite para muchos. La psicóloga Noemí Bernier Domínguez menciona que, “lamentablemente, es muy común que en la época navideña se reporte un aumento considerado de aproximadamente 40% más de casos de personas deprimidas, y de casos de suicidio”.
Son varias las causas que pueden llevar a experimentar este estado, incluyendo la sensación de soledad y los recuerdos de incidentes difíciles que hayan tenido origen en estas fechas. También, el luto.
“La pérdida de un ser querido siempre provoca un estado de tristeza y melancolía en las personas”, explica Bernier Domínguez. La experiencia se torna en una de las más difíciles de manejar durante la época navideña, “especialmente, el primer año ya que evoca muchos recuerdos de los momentos vividos con esa persona”.
Lo ideal es que con el tiempo se “logre pasar a la siguiente etapa de continuar su rutina diaria. Cuando estas etapas de la pérdida de un ser querido no se logran manejar, pudiera impactar significativamente un estado de tristeza frecuente, el cual puede concluir en una depresión”.
Más que ponerse triste
La experta en conducta humana aclara que, además de un profundo sentimiento de tristeza, durante la época navideña estas personas experimentan otros síntomas asociados con la depresión.
Entre estos se incluyen “pérdida de interés de participar de las actividades de placer (reuniones familiares, de amigos, etc.), estado de ánimo melancólico (no querer participar de las fiestas navideñas y menos salir de la casa) asociado a una negatividad constante y frecuente. También irritabilidad frecuente, sensibilidad social (cualquier comentario le evoca sentimientos de tristeza), llanto frecuente, ausencia de emociones y pérdida de apetito, entre otros”.
La doctora especifica que para el diagnóstico, la persona “debe presentar cinco o más de estos síntomas, y en un periodo recurrente de por lo menos dos o más semanas”.
¿La odias?
La psicóloga aclara que “cuando una persona presenta una actitud apática para celebrar la época navideña o cualquier otro evento social, solo está ocultando sus verdaderos sentimientos de tristeza, frustración, y sugiere estar rodeado de pensamientos negativos”.
Bernier Domínguez aclara que “este tipo de conducta refleja un estado depresivo y una carencia de oportunidad al no poder ver la vida como una gama de oportunidades para lograr alcanzar la felicidad”.
Buscar ayuda para superar esta etapa se torna imperante. Pero no siempre quien sufre de depresión en la temporada navideña se da cuenta.
“El periodo más difícil es reconocer que la persona necesita algún tipo de ayuda, es ahí donde necesita del apoyo externo (familiares, amigos, etc.), para brindarle esa mano amiga para guiarla a buscar la ayuda necesaria”, advierte la psicóloga.
“Una vez la persona ha identificado que necesita unas herramientas diferentes para manejar esta depresión, es entonces cuando comenzará a realizar cambios positivos y significativos para pasar una Navidad diferente”.
Factores que contribuyen
La psicóloga Noemí Bernier Domínguez destaca que son múltiples las causas que pueden provocar la depresión navideña. Entre ellas se incluyen:
Cambios en el clima. En países donde disminuye la luz solar, provoca que el hipotálamo (encargado de regular los ritmos biológicos), reconozca cambios de luz en el cuerpo y puede crear un desbalance.
Ausencia de seres queridos. La pérdida de una persona representativa e importante en una época donde evoca recursos nostálgicos de momentos vividos con esa persona.
Recuerdos de acontecimientos pasados. Experiencias que marcaron su vida, ya sea violencia de un padre, malos recuerdos de la niñez, etc.
Sentimientos de soledad. Añoranza de quienes se encuentran físicamente lejos de su familia y no les es posible visitarlos para estas fechas.
Factores socio-económico-culturales. El comercio, el consumismo y la publicidad promueve la compra desmedida, ignora la falta de utilidad de las cosas o su realidad económica; las personas aparentan probablemente un estilo de vida que no es real y se dejan influenciar por la presión social. Por ejemplo, no poder comprar los regalos a los hijos, por razones económicas, promueven sentimientos de fracaso y rechazo al rol que desempeña en su familia.
Date la oportunidad
Superar y dejar atrás la tristeza que evoca en ti la temporada festiva es posible. La psicóloga menciona varios consejos.
Primero, es importante observar tu actitud y reconocer que experimentas estos síntomas (soledad, tristeza, alejamiento o aislamiento de la familia, etc.) de forma recurrente.
Una vez haz identificado que tienes un problema, y que es provocado específicamente en la época navideña, se debe explorar qué está provocando estos síntomas.
Es importante identificar el apoyo de algún familiar cercano, miembros de alguna iglesia o amigo(a) cercano que pueda motivar y guiarte en el proceso de recuperación.
Busca ayuda profesional. El momento adecuado de hacerlo es cuando este tipo de síntomas recurrentes está interponiéndose en tu rutina diaria y afectando todos los ámbitos sociales que te rodean.
En el caso de quienes les provoca demasiada tristeza recordar a un ser fallecido, “es importante que, para sanar ese periodo de perdida, cambie rutinas de lo que usualmente hacía con esa persona, compartir con otras personas o familiares que sean de apoyo, e involucrarse en actividades de la comunidad, grupos de apoyo o la iglesia. Sería significativo que con el tiempo, esta tristeza y proceso de adaptación vaya sanando.
Es relevante que quienes rodean a la persona que refleja este tipo de señales la ayuden a canalizar de manera efectiva sus tristezas, y de forma preventiva pudiéramos alejar a esta persona del riesgo de suicido u otra consecuencia.
– Rosa Escribano