En cuestión de ahorros, es necesario mejorar
La Gran Recesión y la recuperación han dejado a muchas personas muy lejos de sus objetivos y necesidades.
El 48% de las personas que viven en EEUU ahorra, al menos, el 5% de sus ingresos. Aisladamente el porcentaje puede parecer positivo pero una vez que se le aplica la perspectiva del tiempo deja de parecerlo porque en 2008 esta proporción se elevaba hasta el 53%.
Según la Federación Americana de Consumidores (CFA en sus siglas en inglés) y el Consejo para la Educación de Ahorro en América (ASEC) los hábitos de ahorro se han deteriorado en la pasada década. Si en 2008 el 62% tenía planes de ahorro con objetivos, en 2017 esta era la forma de operar del 46%. Si en 2008 el 55% dedicaba parte de sus ingresos a sus cuentas de jubilación, este año el 46% lo hace. Y también se ha reducido el número de personas que ahorran automáticamente o conocen el valor de sus activos.
Estas dos organizaciones promocionan desde 2007 la semana del ahorro, que se celebra estos días (desde el 27 de febrero hasta el 4 de marzo). Son unas fechas en las que desde organizaciones financieras, entidades sin ánimo de lucro e instituciones se anima a los ciudadanos a tener las mejores prácticas porque como verificó el año pasado The Pew Charitable Trusts la mayor parte de los hogares no tienen suficientes recursos en su poder para evitar un golpe de mala suerte financiera.
El deterioro del ahorro tiene su origen en la Gran Recesión y una recuperación que no ha traído fuertes alzas en los salarios.
Pero además hay problemas inesperados, aunque regulares, que impiden ahorrar, no todo el mundo se beneficia de mecanismos automáticos para generar ahorros y a muchas personas les causa ansiedad que algunas cuentas, como las de retiro, prevengan tener acceso al capital para hacer frente a momentos complicados. “Saber que se pueden usar los ahorros en momentos de necesidad puede ayudar a la percepción de bienestar de los individuos e incrementar su disposición ante esos productos de ahorro”, explican en The Pew Charitable Trusts.
Nadie tiene el mismo nivel de ingresos, gastos, ahorros y costos continuamente y en la vida se pasa por fases en las que es más importante gastar que ahorrar y otras en las que la dinámica es la contraria. No obstante, el equilibrio es simpre bueno y en el caso del ahorro, desde la campaña America Saves de la CFA se sugiere:
- Ahorre de forma automática con deducciones del salario. Pregunte en el departamento de Recursos Humanos si puede trasladar parte de su paga a una cuenta aparte
- No ahorre lo que sobra del salario una vez haya hecho los gastos frecuentes y los extraordinarios. No suele sobrar. Establezca un porcentaje de ahorro en sus presupuestos.
- Controle los gastos compulsivos. Espere 24 horas antes de comprar cosas no esenciales. Si compra en la red, déjelo en el carrito y medítelo un día después.
- Compense los gastos compulsivos. Si la tentación fue muy fuerte, considere ahorrar la misma cantidad que ha gastado en esas compras que no estaban en la agenda.
- Acabe con un hábito malo o innecesario y deposite lo que le costaba en una cuenta de ahorro.
- Dedique objetivos a sus ahorros. Más allá de los estudios o la jubilación, ahorre pensando en las vacaciones, los gastos de fin de año, el carro nuevo….Empezar con los objetivos pequeños anima mucho.
- Quédese con los recibos de un mes y examínelos al final de este. Piense dónde puede rebajar los gastos y ahorrarlos.
- A diario, ponga en un sobre o un cajón una cantidad pequeña todos los días (¿un dólar?¿dos?), lo importante es crear un hábito.
¿Un presupuesto ajustado?
Considere abrir una cuenta IDA, si tiene bajos ingresos. Se trata de una Individual Development Account, una cuenta especial para personas de bajos ingresos que a veces está limitada a quienes ganan 200% del salario con el cual se está bajo el umbral de la pobreza o menos. Fundaciones, universidades comunitarias y credit union de varios estados abren este tipo de cuentas cuyos fondos son compensados. Es decir, si usted ahorra un dólar, en la cuenta se añadirá otro dólar más por ejemplo, por parte de agencias del gobierno, empresas privadas, iglesias o caridades locales.
Quienes abran estas cuentas tienen que acudir a seminarios de educación financiera. Para conocer más de ellas acuda a www.cfed.org