Empresas hispanas compiten por contratos del gobierno para hacer el muro en la frontera
Varias empresas latinas esperan beneficiarse con los contratos del gobierno de EEUU para la construcción del muro en la frontera sur
WASHINGTON.- Alrededor de 60 empresas hispanas compiten por contratos federales para la construcción del muro fronterizo, que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) tiene previsto otorgar a mediados del mes próximo.
Estas empresas conforman un 10% de las casi 600 empresas que hasta la fecha han presentado la documentación para obtener contratos del gobierno federal para esta obra.
De esta forma, las empresas contribuirán a que el presidente Donald Trump cumpla su promesa electoral de 2016 de construir un muro en la frontera con México para frenar el paso a inmigrantes indocumentados y así reforzar la seguridad nacional.
El DHS no ha contestado preguntas de este diario sobre el proceso ni sobre las empresas involucradas pero, según un aviso oficial de la agencia, éste implica dos fases: en la primera, las empresas debían entregar un prototipo del muro para el pasado 10 de marzo y, en la segunda, las empresas seleccionadas deben entregar una propuesta, con costos incluidos, para el próximo 24 de marzo.
La agencia indicó que otorgará “múltiples” contratos para este esfuerzo, aunque no precisó cuántos.
La mayoría de las empresas que han solicitado contratos federales -entre las que figuran compañías de California, Cemex de México y una de Israel, según fuentes allegadas al proceso- ofrecen servicios en las áreas de construcción e instalación de bardas, servicios de luz eléctrica, y seguridad.
Se calcula que el costo de construcción del muro en buena parte de la frontera de 1,200 millas rondará al menos $20,000 millones, y esa cifra no incluye el costo de mantenimiento y de personal para la vigilancia fronteriza.
“Trabajo es trabajo”
Este diario logró entrevistar hoy en exclusiva por teléfono a dos de los empresarios hispanos que compiten por una tajada de los contratos del DHS, que afirmaron que, en su caso, no lo hacen por motivaciones “antiinmigrantes”.
Mario Burgos, dueño de Burgos Group, explicó que “estamos solicitando contratos para construir el muro para resguardar la seguridad fronteriza”, y el gobierno federal es un gran mercado.
“Nuevo México es un estado donde las minorías son mayoría, pero también tiene una de las tasas de desempleo, y estoy seguro que si se va a construir un muro en nuestro estado, estoy seguro que mis vecinos preferirían una empresa de acá consiga el contrato”, afirmó Burgos, nacido en EEUU hijo de padre ecuatoriano y madre estadounidense.
Burgos intentó desligar el proyecto del álgido debate político sobre el muro fronterizo, pero aseguró que, precisamente por ser un estado fronterizo, hay una mayor conciencia del problema de la inmigración ilegal.
“No es una cosa antiinmigrante. Si el gobierno quiere un muro en la frontera, donde ya hay bardas en 700 millas… mejor que esos contratos vayan a empresas locales en cada estado”, enfatizó.
“No tengo problemas con esto, hay que proteger la frontera. Cuando viajo con mi familia y cruzo la frontera a México, allí las autoridades me revisan… es la realidad en todo el mundo”, observó.
Burgos Group, con sede en Albuquerque (Nuevo México) es una empresa de servicios profesionales que tiene negocios en siete estados, incluyendo Florida y Nueva Jersey, y se especializa en proyectos de construcción, seguridad y operaciones en instalaciones militares, y tiene contratos con agencias municipales, estatales y federales y el sector privado.
La empresa, que emplea a numerosos inmigrantes, ha aumentado sus ingresos de $820,000 en 2010 a casi $8 millones el año pasado.
Por su parte, Patrick Balcázar, dueño de San Diego Project Management, con sede en Puerto Rico, considera “a nivel personal” que la construcción de un muro no tiene sentido ni para la economía ni para el medio ambiente pero, al final, “trabajo es trabajo, y la política detrás del muro es problema de otros, del pueblo estadounidense”.
“Estoy totalmente en contra del muro, y entiendo el simbolismo, la metáfora, y la retórica de que el muro va contra los hispanos… pero soy empresario y tengo a 72 familias hispanas que dependen de mí y mi éxito como ingeniero. Es como estar en juego de fútbol: si no estás en la cancha, no puedes hacer la diferencia desde las tribunas, y las empresas hispanas deben ser incluidas en el proceso”, afirmó Balcázar, hijo de una inmigrante alemana pero que también tiene ascendencia mexicoamericana en Arizona y Nuevo México.
“Los inmigrantes indocumentados están siendo explotados en ambos lados de la frontera: los coyotes en ambos lados, y luego no pueden volver a sus países… estoy trabajando duro para crear las condiciones económicas para que algún día no necesitemos el muro”, aseguró.
A Balcázar no le sorprende que hubiese latinos implicados en el muro porque “es prácticamente imposible hallar una empresa en el sector de construcción que no tenga obreros latinos”.
La orden ejecutiva que emitió Trump el pasado 25 de enero, explicada en un memorando el mes pasado, autoriza la construcción del muro a lo largo de la frontera con México.Pero en el Congreso, los republicanos aún no logran consenso sobre cómo financiarlo.
Trump había insistido durante la contienda y hasta hace unas semanas que obligaría a México a pagarlo, pero esa idea ha sido rechazadas por varios influyentes miembros de su partido, entre éstos el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell.