Editorial: Ahora apuntan a las pensiones
Esta acción elimina un valioso recurso para enfrentar una creciente crisis para generaciones que no tienen la facilidad de ahorrar extra mediante una deducción salarial, más allá de una limitada Seguridad Social.
El Congreso y la administración Trump están a punto de quitar la posibilidad a 55 millones de trabajadores de ahorrar dinero para su retiro.
Esta es la gente de bajos ingresos que labora en empleos donde no se le ofrece jubilación.
Esta acción elimina un valioso recurso para enfrentar una creciente crisis para generaciones que no tienen la facilidad de ahorrar extra mediante una deducción salarial, más allá de una limitada Seguridad Social.
Ante esta situación el expresidente Obama firmó una orden que permitía a los Estados y las ciudades establecer fondos de pensión para los empleados en el sector privado que no tenían acceso a planes de retiro por no ser provistos por sus empleadores.
Para que eso ocurriera, le quitó a estas pensiones públicas la exigencia de cumplir con la ley ERISA, que establece estándares mínimos para proteger los fondos en las pensiones privadas. En este caso serían las municipalidades y los estados los responsables de la supervisión en vez del Departamento de Trabajo como lo es con ERISA.
La anulación de la orden, ayer votada una parte de ella en el Senado y la Cámara Baja ya votó en las dos partes de ella, es un regalo a Wall Street que veía una competencia a los planes privados que ellos administran.
La excusa oficial para anular la orden es una supuesta defensa del ahorro del trabajador porque el nuevo fondo no sigue las exigencias de ERISA. Es irónica la preocupación por la seguridad del consumidor de la industria financiera que perdió mucho dinero de jubilación con sus especulaciones irresponsables.
Hay siete estados encaminados a crear los fondos especiales. California , uno de los más avanzados, estableció que el ahorro se invertirá en los Bonos del Tesoro. El dinero no puede estar en un sitio más seguro.
Más del 56% de los estadounidenses hoy no tienen plata adicional para el retiro, en el caso de las mujeres llega al 62%. Se calcula que siete millones de trabajadores en California y cerca de 1.5 millones en la ciudad de Nueva York se perjudicarán con la anulación.
El pago del Seguro Social es insuficiente para una vida digna en muchas ciudades de nuestra nación. El beneficio corre peligro de reducirse con la amenaza de una reforma. Es fundamental ayudar a construir un ahorro privado para las personas que trabajan en empleos que les dan esa posibilidad.
La acción de hoy de la mayoría republicana, es la pobreza de mañana para decenas de millones de personas.