Aumenta expectativa de vida entre los neoyorquinos
Sin embargo, permanecen las disparidades de salud en los barrios pobres de la ciudad
El Departamento de Salud e Higiene Mental de la ciudad de Nueva York (DOHMH) informó recientemente que ha mejorado la expectativa de vida en la Gran Manzana y han bajado las tasas de muertes prematuras.
De acuerdo al reporte “Vital Statistics” de 2015, la expectativa de vida de los neoyorquinos es de 81.2 años, lo que representa un aumento de un año y seis meses con respecto al 2006. En cuanto a las tasas de muertes prematuras (antes de los 65 años), se registró una caída de 19% desde ese mismo año.
El reporte del DOHMH muestra que los fallecimientos ocurridos por las tres principales causas de muerte en Nueva York –enfermedades cardiovasculares, cáncer e influenza/neumonía– se han reducido.
Sin embargo, no todo son buenas noticias, especialmente para los miembros de las minorías y los pobres. De acuerdo el estudio, aún siguen habiendo grandes disparidades de salud en la ciudad y la gente que vive en vecindarios con altos niveles de pobreza tiene el doble de posibilidades de muertes prematuras cuando se compara con personas que residen en vecindarios menos pobres.
Las tasas de mortalidad infantil también han disminuido entre los niños nacidos de madres en todos los grupos de edad desde 2006, aunque siguen siendo dos veces más altas en las zonas con una pobreza muy alta en comparación con las zonas con baja pobreza. Por ejemplo, se estima que las tasas de mortalidad infantil entre los neoyorquinos de origen puertorriqueño son 2.3 veces más altas que las de los blancos no hispanos.
Hay menos nacimientos
En cuanto a las tasas de natalidad, en el 2015 se registraron 14.2 nacimientos por 1,000 habitantes en la ciudad de Nueva York, lo que representa una disminución de 1.4% desde 2014 y una reducción de 9.0% desde 2006. Entre los hispanos la tasa de natalidad fue de 14.3%.
Lo más destacado del reporte fue la drástica disminución de embarazos entre adolescentes en los últimos 10 años, con una disminución de 46.8% entre los adolescentes menores de 20 años de edad desde 2006.