Piden al Alcalde terminar con prácticas de ‘ventanas rotas’
Congresistas Nydia Velázquez e Yvette D. Clarke exhortan a De Blasio a ordenar una revisión exhaustiva de esta táctica policial cuestionada por afectar a las minorías
NUEVA YORK.- Las congresistas demócratas por Nueva York Nydia Velázquez e Yvette D. Clarke, instaron este jueves al alcalde Bill de Blasio a disponer una exhaustiva revisión de las prácticas del Departamento de Policía (NYPD), en particular de la popularmente conocida como ‘broken windows’ (ventanas rotas).
Velázquez y Clarke enviaron una carta conjunta a De Blasio, copia de la cual fue también entregada al comisionado de Policía a James O’Neill, en la que sustentan sus razones para exigir la derogatoria de ‘ventanas rotas’ y otras prácticas, como la de imponer indiscriminadamente multas a miembros de las minorías por delitos menores.
“Si bien la ciudad ha avanzado en esta área, es evidente que se necesitan reformas adicionales. Exhorto al Alcalde y al Comisionado a que examinen detenidamente la eliminación de las prácticas y políticas policiales derivadas de la teoría fundamental ‘broken windows’”, destacó Velázquez.
‘Ventanas rotas’ es una teoría de criminología cuyo principio básico es que cortando de raíz las transgresiones menores se evita una escalada del crimen. En la práctica, esto significa que la policía impone multas o arrestos por beber alcohol u orinar en la calle, montar en bicicleta por las aceras, fumar marihuana, pintar graffiti, pedir limosna o dormir en el metro, entre otras conductas. El NYPD insiste que al mantener los entornos urbanos en buenas condiciones se puede provocar una disminución del vandalismo y la reducción de las tasas de criminalidad.
Sin embargo, los defensores de los derechos civiles sostienen que esta práctica ataca de forma desproporcionada a las minorías y resultan en el acoso de las personas más vulnerables como los desamparados, los jóvenes LGTB y residentes de bajos ingresos.
“La política de ‘broken windows’ implementada por Rudy Giuliani continúa amenazando a las comunidades de color. Mediante la emisión de millones de multas por infracciones extremadamente menores (y en muchos casos, incluso cuando no hubo infracción), el NYPD genera interacciones negativas entre sus agentes y residentes de la comunidad, dañando una relación importante. Pedimos que la Ciudad revise estas políticas y desarrolle una estrategia integral para mejorar las relaciones entre la policía y la comunidad”, sostuvo por su parte Clarke.
Austin Finan, portavoz de la Administración de Blasio, a través de un comunicado declaró que el NYPD está comprometido con la vigilancia de la calidad de vida y atiende la abrumadora mayoría de quejas que son reportadas por la comunidad llamando a través del 311/911 o los incidentes observados por los oficiales.
“Junto con la vigilancia de los vecindarios y con políticas precisas – que buscan crear confianza entre la policía y la comunidad para combatir el crimen violento en los barrios de la ciudad donde todavía existe – este enfoque de lucha contra el crimen ha jugado un papel crucial en la transformación de Nueva York como la ciudad más segura de la nación”, añadió Finan.
En uno de los párrafos, la carta de las congresistas recuerdan al Alcalde que el año pasado firmó la Ley de Reforma de la Justicia Penal de la Ciudad de Nueva York, que tenía por objeto disminuir las sanciones desproporcionadas y las consecuencias de sentencias a personas acusadas de delitos menores y no violentos.
Antes de la Ley, establece la carta, las multas podrían dar lugar a que un acusado quede con un récord penal permanente y si no acudía a una cita en el tribunal, eso conllevaría a una orden de arresto. En consecuencia, la política anterior apuntaba a las familias trabajadoras y a las personas de bajos ingresos, que no pueden darse el lujo de tomarse un día libre y resolver su sanción por un delito menor. Tales realidades condujeron a más encarcelamiento y hacinamiento en nuestras instalaciones penitenciarias -que han sido parcialmente abordadas por la adopción de esta Ley.
Finalmente la carta hace notar que esta no es la primera vez que Velázquez y Clarke han instado a la Ciudad a cambiar sus estrategias policiales. En diciembre de 2014, tras la noticia de que un Gran Jurado no había presentado una acusación en el caso de Eric Garner, las congresistas pidieron reformas más amplias para prevenir tragedias similares en el futuro.
Garner, un afroamericano de 43 años, murió el 17 de julio de 2014 en Staten Island tras ser confrontado por un policía blanco que le aplicó una llave de estrangulamiento que le produjo asfixia.