Trump refuerza el sentimiento de unidad de latinos en NYC
En la primera Cumbre Latina de Nueva York se pide un mayor papel de la comunidad en la vida política y cívica para avanzar en las oportunidades
Inevitablemente Donald Trump y su política antiinmigrante fue uno de los protagonistas de la primera Cumbre Latina, Summit on Latinos (SOL): “Shaping the Future of New York City”, que sesionó este jueves en la ciudad de Nueva York.
Realizada en el centro Silberman School of Social Work de Harlem, esta cumbre, la primera de una serie que se quiere tener a lo largo de los años, tiene como misión definir el futuro de una agenda de acción para la comunidad latina en la ciudad de Nueva York en las próximas décadas. Uno de los artífices de estas reuniones de trabajo, el concejal Ydanis Rodríguez, explicó que el objetivo es trabajar para que esta comunidad reconozca su diversidad y establezca a las próximas generaciones firmemente en la clase media del país.
Pero ni Rodríguez, ni el concejal Carlos Menchaca, ni los académicos, activistas y organizaciones comunitarias participantes pudieron evitar hablar de lo que se considera una “amenaza existencial” con la llegada a la presidencia de Donald Trump. Pero el mensaje fue de unidad dentro de la diversidad, no solo de la comunidad latina sino la de todas las minorías. “Trump nos está empujando a una esquina, pero no solo lo vamos a sobrevivir sino que nos está empujando a todos para que seamos cada vez más fuertes”.
Menchaca coincidió en esta visión y dijo que el revulsivo que la política de Trump representa para los más vulnerables está dando más oportunidades a todos para funcionar como comunidad, y unir a otras personas vulnerables como las personas LGTB o los musulmanes que también están bajo la mirada crítica de Washington.
“En Sunset Park”, un distrito que representa y que tiene una población mayoritariamente mexicana, “hay gente que está haciendo reuniones en sus casas para que la gente sepa cuáles son sus derechos y esto está cambiando el tejido del vecindario”, explicó Menchaca. En uno de los momentos de la reunión que abarrotó el salón de esta facultad de Harlem, alguien preguntó si los asistentes habían participado en algunas de las marchas cívicas y de protestas y las manos se alzaron con determinación.
La asambleísta Carmen de La Rosa, recordó que 2020 no está tan lejos y que es importante que los latinos cuenten, que abran las puertas al censo y que se hagan oír.
Es algo en lo que también incidió el congresista Adriano Espalliat, que animó a los latinos a participar en el proceso cívico democrático y a tomar la participación que su demografía les brinda. “El poder no se mendiga y para ser poderosos tenemos que estar educados, saludables, y financieramente sólidos para prosperar”
NYC como ‘santuario’
La cumbre se articuló en varios paneles que trataron de diseccionar el momento actual y los retos de la comunidad en cuanto a educación, oportunidad económica, representación, salud, justicia criminal y, sin duda inmigración. En este sentido, la opinión unánime de los panelistas y el público participante es que si Nueva York se destaca como una ‘ciudad santuario’, tiene que financiarse como tal.
Jennifer Williams, una de las abogadas de inmigración de The Legal Aid Society explicaba que es crítico que ahora que se está debatiendo el presupuesto municipal no se recorte la partida correspondiente al New York Immigrant Family Unity Project, que permite representación legal a personas que han sido detenidas y corren el riesgo de ser deportadas. Es un llamamiento que ya hizo Make The Road New York y otras organizaciones que piden $12 millones para que este programa que fue piloto en 2013 siga proporcionando esta asistencia letrada.
Williams dijo que es vital que el programa siga y que no se dejen de atender los casos de los inmigrantes con historial criminal o de ofensas como está proponiendo la alcaldía. “No tener representación porque se ha cometido un delito, mucho menos cuando este delito fue cometido en el pasado y se ha pagado ya por él, no debería ser considerado el proceso debido”.
Williams, que es una de las nueve abogadas de su organización que acuden a los tribunales de Varick Street, dijo que es impresionante ver a personas con cargos civiles en trajes naranjas y esposados. “Tenemos que resistir y seguir empujando por este presupuesto. Me parece terrible que este programa que es pionero y un modelo universal se quede a medio camino”.
El panel de inmigración, en el que también participó César Vargas, codirector de la Dream Act Coalition, abogó porque la representación que se está procurando a indocumentados y a niños migrantes no solo se extienda a los inmigrantes en Nueva York sino también a los que están pidiendo asilo y terminan en el estado o quienes están siendo transferidos a cárceles en New Jersey. “Esta rama del derecho es muy complicada y solo puedo imaginar la ansiedad que tienen que sentir las personas que no tienen representación en una corte de justicia”.
Williams lamentó que la complicación de las leyes no permita ver a muchas personas que pueden optar a asilos, y la ‘green cards’.
Vargas, no obstante, dijo que a pesar de que la peor retórica viniera por parte republicana, “ambos partidos han colaborado en construir una maquinaria de deportación”. “El acalde Bill de Blasio dice que “somos una ciudad santuario pero ahora lo vamos a ser para un grupo selecto”, dijo refiriéndose a la ayuda legal solo para quienes tengan un récord totalmente limpio. “Así no funciona. No podemos tener la retórica del partido pero no la financiación”. Vargas defendió apasionadamente que no se puede tener una política de elegir “los buenos y los malos inmigrantes” y “entrar en el juego que llega de Washington”.
Vargas, dijo que la comunidad latina no tiene que permitir que ningún grupo político les tome por sentado y que quiere ver no solo palabras sino acciones. “No solo quiero que llamen la atención a Trump sino que introduzcan legislación para mandar un mensaje efectivo de dónde están. Sabemos quien habla bonito y quien lo hace horrible, pero lo que necesitamos es acción“.
Algunos desacuerdos
Aunque la audiencia participó de estos paneles y la mayoría, latina, lo hizo en la misma línea, una joven tomó la palabra para denunciar que se esté prestando más atención a los inmigrantes y las mujeres que llegan al país para tener hijos con nacionalidad estadounidense, que a los veteranos y lamentó que su participación como contribuyente no se dirigiera a estos veteranos. “Hay que defender a los tuyos primero”, insistió.
Vargas coincidió con ella en que el país tenía que tratar mejor a las personas que estuvieron en conflictos, entre ellos latinos veteranos que por problemas mentales o por otras cuestiones terminaban siendo deportados a pesar de haber defendido y luchado por el país que les ha echado. Vargas le recordó que los latinos pagan muchos más impuestos que grandes corporaciones estadounidenses, algo que la joven dijo que desconocía y pidió disculpas por ello.
Tras su intervención, tanto Williams como Vargas, explicaron que lo más importante de todo es explicar historias, contar las vivencias y hacer que todos, independientemente de la afiliación política reconozcan la situación en la que está buena parte de la comunidad migrante. “Hay que contar sus historias”, sentenció Williams.