Se decide la suerte del Sheriff antiinmigrante más recio de EEUU
El fiscal utilizó las propias palabras de Joe Arpaio como prueba en su contra
El futuro del ex alguacil del condado Maricopa, Joe Arpaio, se encuentra ahora en manos de la juez federal Susan Bolton tras culminar los argumentos finales en el juicio criminal en su contra por desacato a las órdenes de un juez federal.
Al final de la audiencia, los abogados defensores del ex alguacil dijeron sentirse satisfechos con su presentación en el juicio que comenzó la semana pasada e indicaron estar convencidos que obtendrán un resultado positivo.
“Este caso ha sido débil desde un principio, no se presentó ninguna prueba de que mi defendido desobedeció intencionalmente las órdenes del juez (Murray) Snow”, declaró a Efe Dennis Wilenchik, abogado defensor de Arpaio.
En sus argumentos finales, Wilenchik dijo ante la corte que los únicos responsables fueron los empleados de la Oficina del Alguacil del Condado Maricopa (MCSO) y el exabogado de Arpaio, Tim Casey, al no informarle correctamente de las órdenes del juez Murray Snow en el caso de perfil racial entablado en su contra.
En diciembre del 2011, Snow ordenó a Arpaio terminar con las detenciones de personas bajo simple sospecha de ser indocumentados, no obstante éste continuó con estos operativos hasta por 18 meses después de la orden llegando a arrestar a más de 100 personas, de acuerdo a cifras dadas ante la corte.
Durante la audiencia de hoy, el fiscal del caso, John Keller, aseguró en sus argumentos finales que Arpaio estaba perfectamente informado de estas órdenes, pero decidió no seguirlas para obtener un mayor apoyo de los votantes con el fin de poder ser reelegido al cargo, mantenido así su imagen ante los medios de comunicación como el “sheriff más duro del Oeste”.
El fiscal utilizó las propias palabras de Arpaio como prueba en su contra, presentando como evidencia entrevistas y comunicados de prensa donde hablaba de estos operativos a pesar de la orden de la corte federal.
Ahora, le toca a la juez Bolton decidir si Arpaio desobedeció intencionalmente o no las órdenes de la corte en una nueva audiencia que se celebrará después del mes de agosto.
En caso de que fuera encontrado culpable, Arpaio enfrenta una sentencia máxima de seis meses de prisión.
No obstante, expertos legales consideran que aunque sea declarado culpable es muy poco probable que pase tiempo en la cárcel, debido a su edad, su servicio como agente del orden en diversas agencias policiacas y porque su esposa está gravemente enferma.
Arpaio salió tranquilamente de la corte federal en Phoenix, pero se negó a responder a las preguntas de los representantes de los medios de comunicación.