La millonaria industria de las Quinceañeras
Las fiestas están fuera de control para beneficio de muchos
MIAMI — Los rituales culturales han sido motores de la economía a lo largo de la historia de la humanidad. Un ejemplo son las celebraciones de quinceañeras, que se han convertido en una industria millonaria en Estados Unidos.
La demanda de vestidos y regalos es cada día mayor. Las fiestas son cada vez más elaboradas, afirmaron empresarios del sector, consultores de eventos y padres de adolescentes.
“El paso de niña a mujer es algo celebrado en todas las culturas, y nosotros los latinos le hemos puesto un toque de fantasía y de ‘glamour’ que lo hace irresistible para muchas”, indicó la autora y planificadora de eventos colombiana Aleyso Bridger, cuyo libro “Tu Quinceañera” es uno de los más exitosos de la serie “Hecho Fácil” de la editorial CA Press, de Penguin Group.
Sin embargo, en Estados Unidos se ha convertido además en una forma de reafirmar la cultura y demostrar, además, que se está logrando la movilidad social”, aseguró Rachel González-Martin, profesora asistente del departamento de Estudios mexicoamericanos y latinos de la Universidad de Texas.
La académica, quien está escribiendo un libro sobre la comercialización de la tradición de las quinceañeras, indicó que para muchos latinos la celebración es una prueba del “éxito socioeconómico de la familia”.
Un estudio del Rand Youth Poll, una empresa que estudia los hábitos de consumo de adolescentes en Estados Unidos, reveló en 2011 que la industria que rodea a celebraciones como la Quinceañera y Sweet 16, su equivalente en la industria anglosajona, ascendía a 680.000 millones de dólares anuales.
Aunque muchos fuera de Hispanoamérica oyeron hablar por primera vez de las fiestas de Quinceañeras en 2016, cuando las redes sociales hicieron virales las etiquetas relacionadas con la celebración de la adolescente mexicana Rubí, para la industria de las fiestas y servicios para chicas adolescentes en Estados Unidos, esta tradición es una mina de oro.
Para aprovecharla, por ejemplo, se han creado ferias de proveedores bautizados como ExpoQuinceañeras. Estos eventos suelen tener filas quilométricas para entrar y los puestos de expositores se agotan meses antes de la fecha.
Solo en California hay cuatro ya anunciadas para los próximos seis meses.
Quinceañera Magazine es una de las revistas en internet con más crecimiento en el país. Las tiendas de manualidades y de ropa para fiestas tienen sus propias secciones de quinceañeras y hasta los grandes almacenes de descuento ofrecen productos específicos.
JCPenney ofrece, por ejemplo, dijes, anillos y hasta coronas para quinceañeras. Diseñadores latinos que antes se dedicaban a trajes de fiestas y novias han lanzado líneas de trajes especiales para la celebración.
“Gano más con mis líneas de quinceañeras que con el resto de mi negocio”, reveló a Efe Adán Terríquez, uno de los diseñadores de vestidos de fiestas para latinas más conocidos de Estados Unidos.
Famoso por sus creaciones para cantantes de música mexicana como la fallecida Jenni Rivera, Ana Bárbara y Shaila Durcal, entre otras, Terríquez indicó que sus trajes pueden llegar a costar varios miles de dólares y algunos padres los pagan con gusto.
“Ahora en el oeste y el suroeste del país están muy de moda los motivos mexicanos. Trajes en colores oscuros con bordados y aplicaciones”, señaló.
Los vestidos pueden valer de varios cientos a varios miles de dólares, dijo Terríquez, quien rechazó dar detalles sobre el traje más caro que ha realizado, aunque contó que había sido invitado a fiestas en las que las chicas llegaban en carrozas de varios caballos.
En las redes sociales pueden verse fotos de las fiestas con robots, bailes creados por coreógrafos profesionales y celebraciones que no tienen nada que envidiarle a las bodas más elaboradas.
“Para los quince de mis hijas yo quería que se celebrara la cultura cubana de mis papás y abuelos, pero también incluir la de mi marido, que es estadounidense”, indicó la empresaria de medios Cristy Clavijo-Kish, quien contó en sus redes sociales el proceso de preparar la fiesta para sus gemelas en Miami.
Asesorada por la firma Bella Quinces, Clavijo-Kish dijo haber encontrado el balance perfecto. “Mis hijas bailaron con mi papá una canción de Celia Cruz y con el abuelo paterno una de Frank Sinatra”, mencionó como ejemplo.
Justamente Bella Quinces, una firma que hoy en día tiene cuatro locales solo en Miami, está detrás del reality “Sweet 15 Quinceañera“, que transmite la cadena TLC.
MTV fue el primero en producir un programa de este estilo titulado “Quiero mis quince”.
Para Clavijo-Kish, la experiencia con sus hijas se tradujo en una oportunidad de negocio. En su portal de internet “Los Tweens and Teens”, dedicado a padres multiculturales con hijos entre la pubertad y la adolescencia, ha lanzado con éxito la sección “Teen Celebrations” dedicada en gran medida las fiestas de quinceañera.
“Me preguntaron tanto por consejos en las redes que me di cuenta de la necesidad que había. Ahora hasta los grandes anunciantes se están interesando por el tema”, subrayó.
Con información de Alicia Civita/EFE.