Terrible golpiza a un árbitro en el fútbol de Ecuador
El bochornoso momento se dio en un partido del torneo Sub-14 entre Santa Rita y Emelec
El integrante del cuerpo técnico del equipo infantil categoría Sub 14 de Santa Rita, José Pita Pincay, fue el protagonista de un vergonzoso momento al agredir físicamente al árbitro del partido que su equipo sostenía con su similar de Emelec, en la localidad de Vinces, Ecuador.
El agredido fue el cuarto árbitro Carlos Cervantes, quien fue golpeado brutalmente por Pincay, que a su vez atribuyó su acción a una provocación, a un insulto a su madre, lo que lo habría enceguecido.
Medios locales afirman que debido a que el incidente fue grabado, el episodio violento no llegó a más, pues quien registraba los hechos le repetía a José que “estaba siendo grabado”. Dicho contenido se viralizó horas después y tuvo como consecuencia el cese del agresor, así como un posicionamiento firme por parte de la Asociación de Árbitros de Ecuador, que en un comunicado respaldó la decisión de suspender el encuentro: “Hoy más que nunca, que se quiere erradicar la violencia en los estadios, no podemos permitir que un miembro de un cuerpo técnico de un club tire contra el piso, con instinto criminal, a un compañero”.
Pincay se defendió en redes sociales con un extenso comunicado en el que no justificó su error, pero en el que defendió su postura ante los hechos. Este es un extracto.
“Como me enseñó el seno de la familia, el errar es algo que cometemos muy pronto pero vemos ya cuando es tarde. Caí en una provocación violenta en la que aceptó, fui protagonista y posiblemente a vista de muchos solo el agresor; pero, ya que mis perspectiva no pretenden justificarse sino más bien poner otro punto a discusión, es mi decisión PERDONAR. Como adulto y profesional responderé a las sanciones y demás responsabilidades civiles a las que lleven mis actos, como dirigente deportivo lamento profundamente que mis actos se hayan focalizado en sanciones a un equipo al que no solo amo, sino del que una vez fui parte como jugador y hoy desde una dirigencia juvenil, apoyo con férrea pasión”.
“El insultar es un hábito creado incluso a través de círculos de confianza que se ha vuelto de uso común, en mi medio yo lo hago y no oculto como mojigato esta cuestión; más, siempre he crecido con la idea de que el tocar la integridad y calidad de una madre es sagrada, fue un insulto dirigido y personal hacia mi madre el que encendió la chispa de mi reacción en los hechos del día de ayer”.