Las devastadoras consecuencias de la política contra inmigrantes de Trump
Y los abusos a derechos humanos que están alertando a activistas en el mundo
WASHINGTON – La política de deportaciones del presidente Donald Trump tiene un efecto “devastador” sobre los inmigrantes que llevan mucho tiempo en el país y “viola sus derechos fundamentales”, de acuerdo con un informe de Human Rights Watch (HRW) difundido este martes.
Desde que Trump llegó al poder el 20 de enero hasta el 30 de septiembre, fin del año fiscal, la cifra de inmigrantes detenidos en el interior del país (no en la frontera) aumentó un 40% con respecto al año anterior, de 77,806 a 110,568.
Los arrestos de inmigrantes sin antecedentes penales, por su parte, se casi triplicaron desde 11,500 a 31,888.
Aunque las de Trump son cifras superiores a las de los últimos dos años de Barack Obama en el poder, están aún muy por debajo de las del primer mandato (2009-2013) y primera mitad del segundo del expresidente demócrata.
En su informe, llamado “Los Deportados. Inmigrantes desarraigados del país que consideran su hogar”, HRW recogió los testimonios de 43 deportados durante los últimos meses a los que entrevistó en México.
“La cantidad de personas que están siendo deportadas, y los relatos que ofrecen, deja en evidencia que quienes migraron hace tiempo y tienen lazos sólidos con EEUU están siendo detenidos y deportados de manera agresiva y sistemática”, dijo Clara Long, investigadora de HRW, en un comunicado.
“No se trata -añadió- de casos atípicos o esporádicos, sino de la imagen más implacable y destructiva de la política migratoria de Trump”.
En su informe, Human Rights Watch advirtió que la potestad de los gobiernos reconocida en el derecho internacional para expulsar de su territorio a personas que no son ciudadanas de su país “no está exenta de límites”.
Según HRW, EEUU debería sopesar “el impacto que la expulsión tendría sobre derechos fundamentales, incluido el derecho a la unidad familiar”.
Por eso, esta organización pidió a Trump y al Congreso que reformen las actuales políticas y leyes migratorias “abusivas” concediendo “relevancia a los lazos de los inmigrantes con su hogar y su familia”.
La primera ley que deberían promulgar, según HRW, es para los llamados “dreamers” (“soñadores”), ese casi millón de jóvenes indocumentados que llegaron de niños al país y cuya protección eliminó Trump hace unos meses.
También instó al Congreso a “rechazar los pedidos del Gobierno de aumentar los fondos destinados al control migratorio que no estén vinculados con reformas que el país necesita” o a “reforzar la transparencia y abordar condiciones abusivas en los centros de detención migratoria”.
Finalmente, HRW propuso que se establezcan audiencias imparciales e individuales para todas las personas que enfrentan un proceso de deportación, en las que se tengan en cuenta sus vínculos familiares y sociales en Estados Unidos.
Esos mismos vínculos, según HRW, “deberían ser la base de un programa de regularización justo”.