Cómo es Panmunjom, el “sitio más tenso del mundo”
El nuevo diálogo, que fue propuesto luego de que el líder norcoreano Kim Jong-un tendiera un ramo de olivo a su vecino y anunciara que su país valoraba enviar a unos competidores a los Juegos Olímpicos de Invierno, puso otra vez a la localidad en el radar político
Antes de ingresar a esta zona los visitantes deben firmar un documento que les advierte que la visita “implicará la entrada a un área hostil y la posibilidad de lesiones o de muerte”.
Es un lugar que comparten dos naciones y, para para algunos, es el lugar más tenso del mundo.
Se llama Panmunjom y es uno de los únicos sitios donde los soldados de Corea del Norte y los de Estados Unidos y Corea del Sur se ven las caras día y noche.
Fue allí donde se firmó el armisticio que puso fin a la Guerra de Corea en 1953 y es también el lugar donde los dos países reiniciarán mañana las conversaciones tras dos años de silencio, amenazas y tensiones nucleares.
El nuevo diálogo, propuesto luego de que el líder norcoreano Kim Jong-un tendiera un ramo de olivo a su vecino y anunciara que su país valoraba enviar a unos competidores a los Juegos Olímpicos de Invierno el mes próximo, puso otra vez a Panmunjom en el radar político.
Esta localidad se ubica en la llamada “zona desmilitarizada“, un área que abarca un tramo de cuatro kilómetros de ancho y 238 de largo en la polémica frontera entre las dos Coreas y que, pese a su nombre, es uno de los territorios más vigilados del mundo.
Pero en esa larga área mayormente despoblada, con fauna y vegetación únicas, la llamada “aldea de la tregua” no deja de ser una rareza geopolítica e histórica.
Las conversaciones
Cuando la República Popular Democrática de Corea y la República de Corea se crearon en 1948, la división geográfica entre las dos naciones se convirtió en una frontera internacional de facto.
Luego, en 1953, tras el alto el fuego en la guerra, la zona desmilitarizada se creó como una alternativa para la contención militar y todavía se considera una zona hostil entre los dos países.
Hay allí también fuerzas de Estados Unidos, que son los encargados, según los acuerdos de paz, de vigilar el sur de la frontera apoyados por efectivos del sur.
Pero la única parte en la que los soldados están permanentemente uno frente a otro es en la llamada Área de Seguridad Conjunta, situada en Panmunjom.
Fue ese también el lugar donde, hasta marzo de 1991, tuvieron efecto las negociaciones militares entre el Comando de Naciones Unidas y Corea del Norte.
Pero el sitio más llamativo del Área de Seguridad Conjunta es un edificio donde se ubica una peculiar sala de conferencia cuyo espacio atraviesa las dos naciones: quienes entran a ella, pueden cruzar, en la práctica, la tensa línea de frontera con solo moverse de un lado a otro de la sala.
“En la sala de conferencias hay una línea que divide la parte de Corea del Norte de Corea del Sur”, explica Isaac Stone Fish, de la Asia Society, un think tank con sede en Nueva York, que ha visitado Panmunjom.
“Ellos alternan la posibilidad de que los turistas de ambos lados entren y puedan moverse dentro de la sala y eso te permite ‘cruzar’ de alguna manera la frontera de Corea del Norte aunque sea por cinco o seis pies”, comenta en entrevista con PRI The World.
Lo cierto es que de la vieja aldea ya no queda nada.
Por muchos años, el sitio no fue más que un punto más de tensiones en el paso imaginario del paralelo 38, que sirve de demarcación entre las dos naciones.
También, con el paso del tiempo, se convirtió en uno de los muchos lugares dondecientos de norcoreanos han muerto intentando desertar hacia el sur.
Pero la fascinación que causa Corea del Norte, la tensión entre los dos países y las conversaciones que se han celebrado allí, lo convirtieron en un lugar de visita para locales y foráneos.
Turismo de riesgo
Ahora, el lugar se ha convertido en un destino turístico, aunque, según las personas que lo han visitado, las experiencias son diferentes si se llega desde el norte o desde el sur.
En TripAdvisor la visita a Panmunjom tiene 4,5 estrellas, mientras el tour de allí a la zona desmilitarizada tiene las 5 estrellas y se le califica como una experiencia “para no perderse“.
Según Stone Fish, la popularidad del lugar creció porque fue utilizada por las dos partes como motivo de propaganda.
“Después de la guerra de Corea, las dos partes intentaron utilizar el lugar como forma de propaganda para demostrar cuán mejor era uno sobre el otro”, indica.
Sin embargo, las diferencias entre los tours entre las dos naciones son llamativas, de acuerdo con el especialista.
Si por el lado surcoreano abundan las alertas de peligro y la firma de documentos para evitar responsabilidades en caso de muerte o accidente, la experiencia, por la parte norcoreana, suele ser “festiva”.
Fish recuerda que cuando la visitó con una delegación norcoreana “la zona desmilitarizada se sentía casi como una fiesta”.
“Algo así como: ‘Estamos defendiendo nuestro país, miramos al otro lado, sonreímos y pasamos un buen rato'”.
El experto explica que lo único que divide el norte y el sur en Panmunjom es una línea de hormigón gigante que se extiende por todo el pueblo.
Del lado de Corea del Norte, dice, hay un lugar donde los visitantes pueden comprar suvenires, como baratijas y llaveros.
Los turistas también pueden tomar allí un poco de alcohol de Corea del Norte: principalmente uno hecho de ginseng y otro de bilis de serpiente.
Los turistas también visitan la terminal de Dorasan, una estación de tren surcoreana que pretende unir a Pyongyang y Seúl.
Allí está la Plataforma de la Unificación, el sitio donde Corea del Sur asegura que algún día volverán a unirse las dos naciones.