El otro problema que Pablo Escobar le dejó a Colombia gracias a sus excentricidades
Su obsesión por lo exótico lo hizo comprar animales sin imaginarse las consecuencias
El capo del narcotráfico colombiano, Pablo Escobar, muerto hace ya 25 años, hoy sigue siendo recordado en el mundo por el daño que le hizo a su país, pero sobre todo en Colombia por el problema acarreado gracias a sus excentricidades, especialmente a la zona del Doradal, en el departamento de Antioquia.
https://www.instagram.com/p/BeZkgKgA76J/?tagged=haciendanapoles
Cuatro hipopótamos fueron el “antojo” del momento de “El patrón”, como era conocido entre sus servidores, entre ellos John Jairo Velásquez Vásquez, alias Popeye. Los animales, dominantes e imponentes, merodeaban los amplios campos de la hacienda Nápoles.
https://www.instagram.com/p/BedIR4SAsSF/?taken-at=5429148
Cuando Pablo murió, siendo dado de baja en una operación conjunta entre la Policía Nacional de Colombia y La Administración para el Control de Drogas de los Estados Unidos, DEA; las autoridades recogieron jirafas, rinocerontes y aves, entre otros animales exóticos que hacían parte de su zoológico privado. Un descuido o falta de indumentaria, hicieron que todos, menos los hipopótamos, fueran trasladados a un lugar diferente para cuidados especiales.
Durante más de dos décadas, la especie comenzó a reproducirse en un lugar evidentemente no apto para ella. Los ejemplares remitidos desde Estados Unidos a Colombia por orden de El Capo, son originarios de África. Pese a no ser su hábitat natural ellos se adaptaron. La zona ya no cuenta con 4, sino con 50 hipopótamos salvajes que rondan en el departamento sin mayor control y poniendo en peligro a la población. Los hipopótamos por su instinto de supervivencia podrían fácilmente atacar a un humano, y pese ese a su peso y tamaño logran alcanzar altas velocidades, de hasta 30 kilómetros por hora.
“Es una especie invasora, que entró de forma ilegal al país y que representa un peligro para la biodiversidad colombiana”, aseguró al portal El Clarín, Carlos Mario Zuluaga, director de la Corporación Autónoma Regional de las cuencas de los ríos Negro y Nare (Cornare). La entidad, encargada del cuidado de estos animales parece no dar a basto. El departamento simplemente no está en la capacidad de mantener, ni controlar, a la especie.