Inmigrantes de NYC sin motivos para celebrar Día de Presidentes en era Trump
Aunque algunos neoyorquinos critican el desempeño del republicano, se muestran prestos a festejar a antiguos mandatarios de los que tienen una imagen más favorable
Este lunes se celebra en Estados Unidos el feriado del Día de los Presidentes, una costumbre que comenzó formalmente desde 1885, y aunque es un festejo muy reconocido, muchos inmigrantes de Nueva York coinciden en que bajo la Administración Trump, no hay motivos para celebrar al primer mandatario.
Senen Chalco, quien lleva varios años en la Gran Manzana, asegura que el inquilino de la Casa Blanca se ha contrariado tanto los principios que rigen a los estadounidenses, que honrarlo no es la mejor idea.
“Él no ha hecho nada por nosotros. Debería hacer una solución migratoria para tener motivos para festejarlo, pero siendo sinceros creo que los que estamos pensando en eso estamos soñando despiertos”, comentó el inmigrante, a solo unos días de que una encuesta elaborada por Morning Consult, revelara que el mandatario pasó de tener un índice de aprobación del 49% al 39% entre enero del año pasado y este año.
Aunque el sondeo muestra que en estados como Nueva York Trump cada vez pierde más adeptos, también dejó ver que a nivel nacional sigue dividiendo opiniones, pues mientras el 47% desaprueba su gestión, el mismo porcentaje le da su aprobación. Incluso en algunos estados como Alabama, los índices de apoyo siguen superando el 50%.
Luciola Chávez forma parte del 49% que en Nueva York desaprueba su labor, y manifestó que el Día para rendir homenaje a los mandatarios que se han sentado en la Casa Blanca debería servir para que Trump reconsiderara sus políticas.
“Él no es un presidente humanitario con la gente que lo necesita, pero nos guste o no, es el presidente de este país y aunque soy demócrata, tenemos que respetarlo”, dijo la ecuatoriana, dejando en claro que las posturas de Trump no deben afectar la labor que han hecho otros mandatarios de Estados Unidos, a quienes vale la pena rendirles tributo en su día.
“La fiesta es el Día de los Presidentes, no solamente del presidente que está ahora y creo que por eso hay que celebrarle a los otros y honrar a los que han sido buenos como George Washingon”, agregó la mujer.
Jesús González, activista por los derechos de los inquilinos y los inmigrantes en Brooklyn, también parece compartir el mismo clamor y aseguró que el Día de los Presidentes en la era Trump no debe ser un día de festejo para el mandatario sino un momento para reafirmar la lucha contra las políticas “de odio” y sentimientos “anti-latinos” del magnate.
“Nuestras comunidades no deberían celebrar a alguien que no acoge a los latinos, que no ha aprobado una acta del sueño limpia que no criminalice a los jóvenes inmigrantes, alguien que ha fallado en su respuesta a la crisis de Puerto Rico, después del huracán María, y que nos ve como ciudadanos de segunda clase”, advirtió el activista.
El colombiano Bernardo Sierra, padre de dos pequeños nacidos en Nueva York, mencionó que justo esta semana estuvo tocando el tema del origen de la festividad con su hijo que cursa segundo grado y recalcó que los padres deben usar la fecha para educar más a los jóvenes sobre la responsabilidad política.
“Muchas veces criticamos y criticamos pero no tomamos acción para promover el cambio y una manera es con las nuevas generaciones, mostrándoles desde muy niños que ser presidente es un cargo de mucha responsabilidad y trabajo, a favor de toda la gente que vive en el país, y que por eso no podemos llamar presidente al racista ese que vive en Washington”, comentó el constructor, quien en su país era maestro de historia. “También podemos mostrar el ejemplo de otros presidentes a los que vale la pena homenajear como Obama y Kennedy”.
Pero no todos piensan de esa manera y el mexicano Javier Aguilar, a pesar de reconocer que la Administración Trump ha atacado a la comunidad inmigrante, advierte que hay que incluirlo en la celebración de este lunes.
“Tenemos que festejarle su día porque es el presidente de Estados Unidos, así de simple”, dijo el inmigrante. “Claro que me gustaría que tuviera más compasión por los indocumentados, especialmente por los niños y sus familias, pero igual tenemos que rendirle homenaje”.