Tras pistas del envenenamiento del exespía ruso Skripal, vinculado con España
Sergei Skripal, de 66 años, y su hija Yulia, de 33, fueron expuestos a un agente nervioso
LONDRES – Los forenses continúan analizando escenarios de la localidad inglesa de Salisbury para descubrir quién envenenó al doble espía ruso Sergei Skripal, captado en los años 90 por el MI6 británico tras ser identificado como potencial fuente de información por los servicios secretos españoles.
Skripal, de 66 años, y su hija Yulia, de 33, fueron expuestos a un agente nervioso el pasado domingo y se encuentran en estado crítico, aunque estable, mientras que las autoridades del Reino Unido han recomendado a quienes estuvieron en la pizzería Zizzi y el pub Mill de Salisbury aquel día que limpien sus pertenencias por precaución.
El jefe de la policía del condado inglés de Wiltshire, Kier Pritchard, ha pedido a los ciudadanos que aporten cualquier información de la que dispongan, “por insignificante que parezca”, que pueda ayudar a esclarecer un caso “complejo y con multitud de facetas”.
Sergei Skripal, que se refugió en el Reino Unido tras haber sido liberado en un intercambio de espías entre Rusia y Estados Unidos en 2010, fue enviado 1993 por la agencia militar rusa (GRU) a España, donde fue detectado por el Centro Superior de Información de la Defensa (CESID, antecedente del actual CNI, el servicio de inteligencia español), según ha revelado el diario The Times.
El espía acabo siendo captado, sin embargo, como informador para el servicio exterior del Reino Unido, el MI6.
Cerca de diez años más tarde, en 2004, fueron precisamente los servicios de seguridad españoles los que informaron a Rusia sobre el doble juego del espía, que fue condenado a prisión, según el periódico británico.
El primer contacto con el espionaje británico lo estableció en julio de 1995 en España un agente del MI6 que se hizo pasar por un socio que le ofreció establecer una empresa de exportación de vino.
En la época del mandato del presidente ruso Boris Yeltsin (1991-1999), los fondos dedicados por Moscú al espionaje eran limitados, por lo que algunos agentes quedaban abandonados en el extranjero sin cobrar durante largos periodos, lo que facilitaba su captación por parte de otras agencias.
El espía ruso regresó a su país poco después de ser contactado por el Reino Unido, al ser diagnosticado de diabetes, pero continuó visitando España con regularidad y fue fortaleciendo sus vínculos con el MI6 hasta establecerse como parte de su plantilla, con lo que pasó a ser un agente doble.
Se retiró del GRU en el año 2000 y comenzó entonces a trabajar en el Gobierno provincial moscovita, desde donde continuó enviando información confidencial a Londres, según The Times.
El MI6 le llegó a comprar una casa de vacaciones a tiempo compartido cerca de Málaga, adonde viajaba para mantener reuniones durante varios días, por las que cobraba entre 5,000 y 6,000 dólares en efectivo, que ingresaba en una cuenta española, según el relato del diario británico.
La inteligencia británica evitaba llevar al Reino Unido a Skripal, cuyo sobrenombre era “Forthwith”, para no dar pistas sobre sus vínculos con el MI6.
Durante el periodo en el que el doble agente tenía problemas de salud debido a su diabetes, al menos en una ocasión su esposa, Liudmila, viajó a España para recoger un pago para su marido, si bien The Times sostiene que ella no sabía que el dinero provenía de los servicios de inteligencia.
Liudmila murió de cáncer en 2012, a los 60 años de edad, y su tumba en el cementerio de Salisbury es uno de los escenarios que las fuerzas de seguridad mantienen acordonados en busca de pruebas para determinar quién envenenó a Skripal.
Los investigadores han analizado asimismo objetos depositados en el memorial de su hijo, Aldexander, que murió por una insuficiencia hepática en San Petesburgo el año pasado y cuyas cenizas fueron trasladadas al Reino Unido.
Las autoridades sanitarias han insistido en que el riesgo para la salud de los ciudadanos de Salisbury continúa siendo bajo, pero han advertido de que el peligro podrían aumentar a largo plazo si alguien se viera expuesto a trazas del agente nervioso que ha sido detectado de forma repetida.
Por ese motivo, unas 500 personas que estuvieron a partir de las 13.30 GMT del pasado domingo en un restaurante y un pub donde también fue visto Skripal han recibido la recomendación de lavar la ropa y los objetos personales que utilizaron aquel día.
Más de 250 agentes de unidades antiterroristas de todo el Reino Unido y cerca de 200 efectivos militares continúan involucrados en la investigación, que según la policía avanza a un “ritmo rápido”.