Steve Bannon promueve postura supremacista en Europa
El exconsejero de Trump se moviliza para ayudar a la ultraderecha de Europa y extender su mensaje
La impopularidad de Steve Bannon en Estados Unidos no se extiende al continente europeo, donde la derecha está en auge.
Por ello, Bannon ha decidido viajar a Europa a apoyar a los líderes de la ultraderecha y extender sus ideas.
Su primera parada fue en Italia antes de las elecciones. En ese país, los partidos populistas, incluido uno con el que comparte su estilo de populismo nativista, reclaman cerca de la mitad de los votos.
En Italia celebró el triunfo de los partidos anti-europeístas y contra inmigrantes. Su visita no fue tan fructuosa como esperaba ya que no pudo reunirse con los dirigentes del Movimiento 5 estrellas ni de la Liga del Norte. Eso sí, aprovechó la ocasión para criticar la postura pro-inmigración adoptada por el Papa Francisco en los últimos tiempos.
En Italia se reunió con representantes de La Liga, un partido abiertamente eurofóbo y xenófobo, para hablar de sus principios y brindarles su apoyo en la recta final de la campaña. Allí, se pronunció sobre el futuro del continente: “El Euro no sobrevivirá. Todo está en manos de los ciudadanos. Y la ola populista está solo empezando, porque la historia está de nuestro lado”.
En esta misma reunión animo al partido nacionalista a no cesar en sus políticas anti europeístas: “Si votasen los italianos, no sé que sucedería. En Bruselas y en el BCE deben empezar a escuchar a los ciudadanos”.
Tras abandonar Italia, partió a Suiza, donde habló en una manifestación nacionalista. En su discurso abogó por una “revuelta popular”, una propuesta que no fue bien recibida en un país donde sobre todas las cosas se aprecia la estabilidad política.
Pese a que su mensaje no caló en su segunda parada, en esa manifestación conoció a Alice Weidel, líder del partido Alternativa para Alemania, un partido de ultraderecha alemana y se reunió con ella. En dicho encuentro, Bannon ofreció sus servicios como experto en medios alternativos.
Y de Suiza partió a Francia, uno de los países donde la ultraderecha ha llegado con más fuerza. Los movimientos partidarios de la salida de la Union Europea y la OTAN y el cuestionamiento del capitalismo aumentaron su presencia en la Asamblea Nacional en las pasadas elecciones.
Bannon viajó a Lille, una ciudad al norte de Francia para el congreso del frente Nacional, de extrema derecha. Allí, pronunció un discurso de apertura frente a la líder del partido, Marine Le Pen.
En su discurso afirmó a los franceses de ultraderecha que no estaban solos y que su movimiento tiene el apoyo de la historia, afirmación que ya enunció en Italia. Más adelante instó a sus aliados a aferrarse a sus armas nacionalistas y no preocuparse por la censura de sus oponentes: “Deja que te llamen racista y xenófobo”. Animó a los ultraderechistas franceses a convertir esas criticas en un halago, en una “insignia de honor”.
Su intención ahora es reunirse con el Primer Ministro húngaro, Viktor Organ, a quien el ex consejero de la Casa Blanca considera un héroe.