Recomendaciones para prevenir una violación sexual
Agente del orden público e instructora de defensa personal brinda algunos consejos clave
Gloria Marcott tenía un poco más de 20 años cuando experimentó por primera vez un acto de acoso sexual que la puso en alerta sobre que tan rápido puede cambiar de un segundo a otro la seguridad y vida personal.
De acuerdo con la actual agente del orden público e instructora de defensa personal, en aquel entonces, ella se encontraba en su área de trabajo cuando, de un momento para otro, fue víctima de un ‘abrazo de oso’ no solicitado por parte de uno de sus jefes y ella se sintió “impotente y derrotada” al no tener conocimiento de técnicas de defensa personal que pueden ayudar a liberarse con rapidez de la situación.
Para no sentirse nunca más indefensa, en el caso de volver a encarar este tipo de abuso, tomó clases de defensa personal y fundó el programa Soul Punch Self-Defense que desde 1992 opera en Río Rancho, Nuevo México, con el enfoque de ayudar a las mujeres a adquirir tanto las habilidades físicas como las preventivas en contra del abuso verbal, físico o sexual.
“Es fundamental aprender no solo habilidades físicas para defenderse de un atacante, sino también las habilidades preventivas que pueden detener una situación antes de que ocurra”, dice Marcott, quien ante el fuerte movimiento del #MeToo (que ha puesto el asalto sexual y el acoso en el centro de atención pública desde octubre de 2017) y la actual celebración del mes internacional de la concientización sobre el asalto sexual, se dio a la tarea para compartir su experiencia y ofrecer algunas recomendaciones clave que ayudan a prevenir la agresión sexual.
A continuación, la agente del orden e instructora de defensa personal expone los puntos clave de la prevención de la agresión y el asalto sexual:
1. Enfocarse a diario en la seguridad personal
“Todos los días hay que pensar en ella y prepararse mentalmente para cualquier situación. Ya sea que se esté planificando un viaje, una cita, una salida nocturna con amigos, etc. Siempre hay que pensar sobre ‘qué pasaría si’ ocurre cualquier acto [que perfila el acoso o abuso sexual] y cómo puede uno defenderse y resolver el problema de la violencia potencial”, explica la experta.
2. Establecer límites físicos y verbales
En este punto es importante saber que distancia de cercanía nos incomoda cuando alguien (ya sea conocido o desconocido) está en nuestro mismo espacio en un momento determinado y hay que dejárselo saber, apunta Marcott. “Lo mismo se debe hacer con todo mal trato verbal. Si no conocemos nuestros propios límites y los hacemos valer, nadie más lo hará por uno tampoco”, recalca la entrevistada.
3. Escuchar la voz interna que alerta ante cualquier situación de riesgo
Llámesele como se le llame, instinto, intuición o voz interna, toda mujer debe escuchar lo que el instinto natural le dice y actuar de inmediato, ya sea, para no exponerse a una situación de riesgo o liberarse de ella.
4. Tomar clases de defensa personal
Para ello se debe seleccionar un centro que posea instructores altamente calificados, que enseñen no solo las técnicas físicas sino también las verbales que pueden utilizarse como herramientas de defensa cuando sea necesario ante cualquier atacante, ya sea conocido o desconocido.
5. Adquirir un Dispositivo de Alerta de Defensa (D.A.D.)
De acuerdo con Marcott, este artefacto puede cambiar la situación en muchos niveles, debido a que ofrece un nivel de protección de “alerta silenciosa (nunca antes disponible) que irá directamente a amigos, familiares y a cualquier persona dentro de un radio de millas para avisarles que se está en peligro”. Este dispositivo, además de alertar, proporciona la ubicación de GPS en un mapa.
6. Proyectar física y verbalmente un comportamiento de seguridad y fuerza
“Todos somos mucho más fuertes de lo que pensamos y simplemente no lo sabemos hasta que comencemos a centrarnos en nuestra propia seguridad personal, que es absolutamente necesaria. Los atacantes siempre escogen a quienes creen que son débiles y pueden vencer. Pero todos tenemos la habilidad de demostrar con nuestro comportamiento, voz y presencia de comando que estamos preparados para cualquier acto de agresión”, asegura Marcott.